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La oportunidad de los chefs amateurs: ¿Es posible patentar una receta?
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La oportunidad de los chefs amateurs: ¿Es posible patentar una receta?

Cocineros aficionados, o sus comensales, se han preguntado en más de una ocasión si su receta merece la protección de una patente frente a copias o plagios

Foto: Marmitako de bonito. iStock
Marmitako de bonito. iStock

Dabiz Muñoz ha sido recientemente elegido mejor cocinero del mundo por segundo año consecutivo por The Best Chef Awards. El chef de DiverXo lidera así un año más el Top 100 de los mejores del mundo, en cuyo pódium se encuentra también el catalán Joan Roca (El Celler de Can Roca).

En un país cuyos chefs lideran año tras año el ranking de los mejores del mundo, sus colegas amateurs no se quedan atrás. En todas las casas, o casi todas, hay una receta estrella que se prepara en las ocasiones especiales para deslumbrar a los invitados. Estos cocineros aficionados, o sus comensales, seguro que se han preguntado en más de una ocasión si su receta es exclusiva, una creación que merece la protección de una patente frente a copias o plagios para usos comerciales.

Así que, la pregunta es: ¿Es posible patentar una receta? Para registrar una creación así, lo primero que se debe aclarar es si resulta novedosa y no está ya protegida. Para ello, se puede acudir a las bases de datos de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM). Ahora mismo, para registrar una patente hay que tener en cuenta que solo es posible si es novedosa y sin previa divulgación, se distingue por una actividad inventiva no obvia a un experto y es susceptible de aplicación industrial. Esto es, que sea físicamente posible fabricar la invención.

La clave pasa por tres requisitos, a priori sencillos, pero que no lo son tanto en el caso de las recetas. Pese a ello, se pueden encontrar recetas con patente de invención como la salsa brava tradicional, el gazpacho sin tomate o productos de pastelería para alergias e intolerancias a los componentes de la leche, del huevo, frutos secos o el gluten.

Foto: José Antonio Ruiz-Valdepeñas Molino, gerente de la quesería Cuquerella , en Malagón (Ciudad Real). (R. M.)

Además, la receta también puede ser considerada como modelo de utilidad, es decir, un título que reconoce el derecho de explotar en exclusiva una invención, impidiendo a otros su fabricación, venta o utilización sin consentimiento del titular. El modelo de utilidad es una mejora, una ventaja práctica aplicable. Por ejemplo, la receta del salmorejo natural instantáneo.La conclusión es que las recetas sí son patentables, pero la siguiente pregunta es: ¿Responde a una necesidad o más bien a una cuestión de orgullo? ¿Puede más la idea de contar a nuestros comensales que nuestra receta está patentada?

¿Necesidad o vanidad?

Preguntas que habrá que responder antes de iniciar el procedimiento, pues hay que tener en cuenta que las patentes tienen un coste, incluida la renovación anual en otros países. Desde mi experiencia como perito, resulta clave un estudio de viabilidad orientado al potencial financiero y comercial de la idea. En este proceso, la intervención de un profesional experto en patentes y marcas también será decisiva en su destino.

Foto: Hoy 26 de abril se celebra el Día Mundial de la Propiedad Intelectual. Opinión

Y es que, para su aprobación se estudia la solidez de las reivindicaciones, es decir, la definición de lo que se quiere proteger. En este caso, la receta. Conseguir la validez de las reivindicaciones es uno de los puntos decisivos, pues es frecuentemente que sean objeto de impugnación. Con frecuencia, son los posibles competidores quienes impugnan este proceso, de ahí la importancia de contar con unas reivindicaciones bien fundamentadas.

Otra cuestión relevante es el momento en el que se solicita, ¿desde que contamos con una receta que consideramos exclusiva o desde que está preparada para el mercado? Aquí, el asesoramiento de un experto también resultará esencial, pues habrá que tener en cuenta cuestiones como el coste de los derechos de propiedad intelectual, la fuerza de la solicitud y de su posterior valor en el mercado.

Foto: Centro Español de Mediación

Esto último no es baladí, porque en mercados que están en constante evolución y, por tanto, muy competitivos, como el tecnológico, existe la posibilidad de que la patente haya perdido valor en el momento de su concesión o a los pocos años.

En definitiva, solicitar una patente es un procedimiento jurídico que exige un estudio al detalle y una estrategia. Como siempre, las prisas no son buenas consejeras. Y es que, la posibilidad de que sea rechazada es alta por los exigentes requisitos, de ahí la importancia de dejarlo en manos de un experto que conozca el proceso y tenga los conocimientos y recursos para resolver cualquier conflicto técnico. Si contamos con la receta y confiamos en sus posibilidades, se trata de empezar a estudiar su viabilidad.

¿Será patentable? Quién sabe si es la sorpresa que le podemos dar a nuestros próximos comensales.

* Albert Galán Llongueras es socio fundador de Perito Judicial Oficial.

Dabiz Muñoz ha sido recientemente elegido mejor cocinero del mundo por segundo año consecutivo por The Best Chef Awards. El chef de DiverXo lidera así un año más el Top 100 de los mejores del mundo, en cuyo pódium se encuentra también el catalán Joan Roca (El Celler de Can Roca).

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