Europa contra los falsos autónomos en el sector delivery

La reciente Directiva Europea de trabajo en plataformas es ya una realidad y esperamos su transposición en el ordenamiento jurídico nacional en los próximos dos años. Aunque su aplicación afectará al conjunto de las plataformas digitales, en esta tribuna me centraré únicamente en el delivery, por ser el sector que conozco y del que me siento autorizado para opinar. Como director general de una de las empresas pioneras en implementar el delivery en España y referente en el sector, me gustaría compartir mi visión sobre cómo la futura transposición de esta directiva puede influir en nuestro sector, destacando las oportunidades y desafíos que se presentan.

En primer lugar, me gustaría indicar que es una de las primeras regulaciones a nivel europeo sobre economía de plataformas, cuyo objetivo es combatir la figura del falso autónomo, en un mercado donde se estima que actualmente hay 5 millones de trabajadores de plataformas que están mal clasificados.

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De esto sabemos mucho en el sector del delivery en España, donde el fenómeno de los falsos autónomos en nuestro sector es una realidad preocupante que ha captado la atención tanto de los jueces y legisladores, como de los medios y la sociedad en general. Los falsos autónomos son trabajadores que deberían ser considerados empleados, pero que actúan (o son forzados a actuar) bajo un contrato de colaboración como autónomos, lo que les priva de derechos laborales básicos como vacaciones pagadas, indemnizaciones por despido y cobertura en caso de enfermedad.

Esta práctica no solo afecta negativamente a los repartidores, que se encuentran en una situación de vulnerabilidad y precariedad, sino que también distorsiona el mercado, creando una desigualdad de condiciones entre las empresas. Es fundamental abordar esta situación para garantizar condiciones de trabajo justas no solo para los trabajadores, sino también para las empresas que necesitan operar con la máxima seguridad jurídica.

Es importante destacar que la Directiva viene a reforzar una realidad que ya está regulada en España: Las sentencias del Tribunal Supremo en 2020 y la Ley Rider en 2021 ya establecieron claras bases sobre las que actuar. En Just Eat siempre hemos apostado por el cumplimiento normativo, y en este sentido en España hemos asegurado que los repartidores tienen contrato laboral. Sin embargo, sigue habiendo miles de repartidores sin contrato en nuestras calles. Y es que sigue habiendo operadores que prefieren desafiar estas normas, lo que resulta en una situación de desigualdad a la vez que en una constante vulneración de los derechos de los trabajadores.

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Por ello, creo que el sector necesita una supervisión más intensa y un compromiso de todos los actores participantes para cumplir y respetar la ley. Es vital que el regulador intensifique su papel, garantizando que la ley se aplica de manera justa, uniforme y rápida. Esta seriedad y lealtad hacia el cumplimiento normativo es crucial para el desarrollo saludable del sector y poder asegurar que la transformación digital del delivery sea inclusiva, justa, responsable y sostenible desde todos los puntos de vista.

En la economía digital en la que operamos, el papel de los repartidores es fundamental para cumplir con las expectativas de servicio de los usuarios, donde la instantaneidad se ha convertido en una exigencia. Las plataformas digitales jugamos un papel crítico en la democratización de la digitalización del pequeño comercio: cualquier establecimiento puede promocionar su surtido en línea haciendo que sus clientes puedan disfrutar de sus productos en casa en pocos minutos, superando en muchos casos la agilidad y la capacidad de entrega rápida de grandes grupos. Sin embargo, es importante recordar que son las personas las que hacen posible que cada entrega se realice en tiempo y forma.

"Con esta nueva directiva confiamos que la ética y la razón se impongan (o se hagan imponer) en el sector".

El compromiso de Just Eat con el cumplimiento legal en los países donde operamos y los derechos laborales, no solo reflejan una adaptación a las regulaciones, sino un respeto profundo por aquellos que son esenciales en la cadena de valor de nuestro servicio: nuestros repartidores. Con esta nueva directiva confiamos que la ética y la razón se impongan (o se hagan imponer) en el sector.

* Íñigo Barea, director General de Just Eat España.