¿Serás cómplice de las falsificaciones este Black Friday?

Con ocasión del Black Friday y el próximo inicio de la campaña navideña, épocas del año en las se dispara el consumo, queremos recordar la importancia de no adquirir productos falsificados.

La EUIPO (Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea) y la Europol (Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial) han publicado recientemente Uncovering the ecosystem of intellectual property crime, un informe interesante cuyas cifras alarmantes alertan de los crímenes contra la propiedad industrial, así como el impacto que ello tiene tanto en la economía como en la salud y la seguridad del consumidor, incluso también para el medioambiente.

Aunque solemos asociar estos delitos con la falsificación de ropa, los productos incautados más comunes son, aparte de estos, juguetes, materiales de embalaje, cigarrillos y productos electrónicos. Abarcan desde medicamentos o anabolizantes hasta alimentos como el aceite de oliva o la carne de cerdo.

Según este informe, en la Unión Europea se incautaron más de 86 millones de productos falsificados en 2022, con un valor estimado de más de 2.000 millones de euros. Cerca del 60% de estos bienes falsificados fueron detenidos dentro del mercado interior de la UE, mientras que el 40% fue incautado en las fronteras. El 5,8% de las importaciones a la UE representan bienes falsificados, lo que refleja el alto nivel de infiltración de estos productos en el mercado europeo, y el notable riesgo que ello supone para sus ciudadanos.

Un supuesto poco conocido es el de la falsificación de pesticidas que contienen elementos tóxicos prohibidos por la Unión Europea. Las empresas fabricantes y comercializadoras de productos fitosanitarios se ven sometidas a rigurosas medidas de seguridad y restricciones legales cuyo fin es proteger la salud vegetal, animal y, en definitiva, la humana. En cambio, los pesticidas falsificados suelen fabricarse en condiciones poco higiénicas que ponen en riesgo la salud de los trabajadores que los manipulan, sin someter además a los productos finales a ningún control de calidad. En muchas ocasiones, los falsificadores utilizan compuestos químicos que están prohibidos por la Unión Europea debido a su impacto medioambiental negativo.

El informe también recoge una investigación realizada conjuntamente por la policía portuguesa y la española, apoyada por la Europol, en el marco de la cual la policía localizó una empresa española que adquiría pesticidas de una empresa portuguesa que incluía una sustancia prohibida en la Unión Europea desde el año 2020. Estos pesticidas se vendían a explotaciones agrícolas en zonas protegidas, como el parque nacional de Doñana, con consecuencias perjudiciales en el hábitat del parque, humedales y reservas de agua subterránea.

Aunque puede que no adquiramos pesticidas durante el Black Friday, este ejemplo resulta ilustrativo del impacto negativo que tiene en nuestro medioambiente y en la fauna un producto falsificado. Del mismo modo ocurre con aquellos juguetes falsos que no cumplen con los estándares de seguridad “CE” de la Unión Europea, pues la calidad de sus materiales y la presencia de piezas pequeñas podrían ser peligrosas para los niños. La elección de compra de una persona condiciona el futuro de todos.

El informe nos recuerda también que el crimen contra la propiedad industrial facilita la comisión de otros muchos crímenes tales como los ciberataques, fraudes online, evasión de impuestos como el IVA, corrupción en los deportes o el lavado de dinero, por lo que es labor de todos intentar detener sus consecuencias. No nos convirtamos en cómplices de estos crímenes.

*Karin Guridi, abogada asociada de BALDER.