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A veces los paisajes todavía vivos nos ayudan a pensar
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Joaquín Araujo

Emboscadas

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A veces los paisajes todavía vivos nos ayudan a pensar

Llamo, desde hace casi 30 años, naturismos a estos fugaces destellos de comprensión. Palabra que une el término 'aforismo' al de vivacidad que entra de lleno en la palabra 'natura'

Foto: La tierra ama nuestras pisadas y teme nuestras manos. (Unsplash)
La tierra ama nuestras pisadas y teme nuestras manos. (Unsplash)

"La Natura y la idea no pueden separarse sin que el arte y la vida sean destruidos".

J. W. Goethe

Como está más que demostrado que la vida está siendo destruida de forma tan contundente como acelerada. Como el arte está seriamente estropeado en demasiadas mentes y miradas, considero que también cabe no separar la mente de los paisajes. De hecho, estos, que a continuación puedes leer, son pensamientos para los que reclamo un 50% de derechos de autor para mis emboscadas soledades. No menos para los manantiales de los que bebo, la huerta que me regala mis alimentos y, sobre todo, para la línea del horizonte que, sin proponérselo, consigue elevar mis miras y, acaso, mis reflexiones. Llamo, desde hace casi 30 años, naturismos a estos fugaces destellos de comprensión. Palabra que une el término 'aforismo' al de vivacidad que entra de lleno en la palabra 'natura'.

"Paseando por las espesuras, triscando por los riscos, he escuchado que la tierra ama nuestras pisadas y teme nuestras manos"

Nada estaría tan en peligro si no hubieran conseguido que lo más necesario fuera la necesidad. La necesidad de mucho más que lo necesario. Algún día, si alcanzamos la verdadera honestidad, considerarán que nada puede ser considerado crecimiento si no crecen también el sosiego en las arboledas, la transparencia en los aires, la limpidez en las aguas.

Por mucho que lo quieran olvidar, todo lo diferente a nosotros mismos nos resulta imprescindible. La vida inventó su propia multiplicidad como principal recurso para la supervivencia de todas las formas vivas. En los últimos 50 años, ha desaparecido más del 50% de los animales silvestres del planeta. La extinción hoy es norma cotidiana cuando la única, urgente y necesaria, es acabar con la codicia de los listos.

placeholder Foto: Unsplash.
Foto: Unsplash.

Siempre pendientes del reloj y el calendario cuando la eternidad ya ha sido y nada, ni nadie, en la natura tiene intención en acabar nada en el menor tiempo posible. De ahí que la prisa sea lela, pues amenaza de extinción a la próxima eternidad.

Los bosques se escancian sobre ellos mismos porque saben que nada levanta tanto como las hojas cayendo. No solo respiramos el alma verde de los árboles y el resto de los seres vegetales, cada árbol en pie es un punto de apoyo para una civilización lisiada. Consciente de que el bosque ha publicado todos los libros, no puedo por menos que plantar árboles en señal de gratitud y reconocimiento.

Foto: Un niño, gozando de la fascinación por la Natura que con los años perdemos, o nos quitan. (Unsplash/@anniespratt) Opinión

La más torpe de las creencias fue situar dentro del cuerpo nuestras almas cuando obviamente son algo desparramado por los libres derredores que todavía esconden la belleza que sobrevive. El infinito encoge. Ha comenzado a escasear por la ilimitada acumulación de todo que demasiados consideran imprescindible para que lo económico funcione. La gratitud está anémica, de ahí el imperio de la mezquindad, cuando la necesitamos urgentemente para zurcir el abismo que tan hondamente se ha abierto entre la cultura y la natura.

La conservación de la vivacidad nada tiene de retroceso. En nada merma el progreso, sino que lo asegura en el tiempo al considerar que debe ser obligadamente limitado. Paseando por las espesuras, cavando la huerta con el azadón, triscando por los riscos, he escuchado que la tierra ama nuestras pisadas y teme nuestras manos. En soledad de los campos, he comprobado que se puede vivir acariciándolo todo. Todo sin excepción. Entonces nada, ni nadie, pierde.

"La Natura y la idea no pueden separarse sin que el arte y la vida sean destruidos".

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