Otra jornada para el olvido

No se sabe si es porque se está en el periodo en el que los gestores de fondos cierran su riesgo y empiezan a plantearse la estrategia de cara al ejercicio siguiente o si es porque los inversores americanos han hecho un macro puente anticipando el Día de Acción de Gracias del jueves, pero los mercados están en una situación de parada técnica absoluta. No hay más que ver los volúmenes negociados un 25% por debajo de la media de los últimos 20 días para darse cuenta de ello.

En este gráfico se analiza la evolución del Ibex contado en base diaria. La sesión de ayer logró extender marginalmente las alzas de los dos días anteriores, lo que refuerza la posible formación de un suelo entre las sesiones del miércoles y jueves de la semana pasada. Sin embargo, el índice no logró superar la resistencia de los 9.820 puntos con lo que el riesgo bajista no hay quedado disipado. De hecho, si se perforase el 9.588 en cierre, volvería a incrementarse.

Por lo tanto, la estrategia debe seguir siendo la misma que se planteó en el post de ayer. Entre el precio de cierre del viernes (9.677) y el 9.610 se debe construir una posición larga. El stop debe colocarse por debajo del 9.588 en términos de cierre. Por el contrario, en caso de cierre por encima del 9.820, se debería incrementar la posición.

En este gráfico se analiza la evolución del Eurostoxx50 contado en base diaria. La media europea logró extender las alzas de los últimos dos días de la semana pasada, lo que refuerza la posibilidad de que el proceso lateral en el que lleva inmerso desde hace más de un mes se resuelva al alza. Sin embargo, es necesario que se supere el 3.100 en términos de cierre y de manera consistente para poder estar seguros de ello. Mientras tanto, la probabilidad de resolver al alza o a la baja está al 50%.

Por lo tanto, las posiciones cortas que se recomendaron abrir hace algo más de un mes entre el 3.045 y el 3.090 deben seguir manteniéndose. En caso de cierre por encima del 3.100, se debería dar la vuelta a la posición. Por el contrario, un cierre por debajo del 3.000 sería motivo para doblar la posición corta.