¿Y si nos ponemos cortos en CaixaBank?

La evolución bursátil de Caixabank ha sido prácticamente vertical desde junio del año pasado. Por aquel entonces, inició una tendencia alcista que superó, de manera consistente, los máximos de enero (3,15 a 3,21), lo que confirmó la resolución alcista del proceso de acumulación lateral en el que estaba inmerso desde junio de 2012.

Desde entonces, el valor ha desplegado una estructura de máximos y mínimos crecientes dentro del canal alcista que se puede construir a partir de la unión de los mínimos de junio y agosto de 2013. Dentro de este movimiento, hay que centrar la atención en el último tramo de subida iniciado a finales de enero.

Este tramo logró superar marginalmente la parte alta del citado canal llegando prácticamente a alcanzar la proyección que se obtiene si consideramos el máximo de octubre de 2013 (3,917) como el 38,2% del movimiento que se inició en junio de 2013.

Desde entonces, Caixabank ha entrado en un proceso de consolidación lateral que empieza a dar ciertas muestras de querer resolverse a la baja, algo que elevaría la probabilidad de que se hubiese formado una distribución. Esta situación es aún más peligrosa si tenemos en cuenta que se aprecia un descuento completo de ondas desde los mínimos de noviembre en donde los últimos máximos estarían mostrando divergencias bajistas muy claras tanto de RSI como de MACD.

Por lo tanto, estos argumentos son suficientes como para iniciar una posición corta entre el precio de cierre de ayer y 4,75. Esta posición debería incrementarse en caso de apertura o cierre por debajo de 4,58 con la intención de recoger beneficios entre 4,25 y 4,30. A partir del 4,25 y, lentamente, hasta la zona comprendida entre 3,85 y 3,90, se debe volver a construir posición larga.