Es hora de ir pensando en cerrar riesgo en Orange

A finales del pasado mes de abrilse resaltó cómo Orange había asentado la ruptura de las resistencias que había logrado superar en marzo, situación que sugería que el movimiento de subida debía seguir. (ver ‘Orange asienta la subida iniciada a finales de marzo’). Así fue. Durante los primeros quince días de mayo, Orange se revalorizó casi 1 euro, revalorización que llegó a ser incluso superior a principios de junio. Sin embargo, la corrección sufrida por el valor a lo largo de la segunda mitad de junio indica que se ha entrado en una fase correctiva que, por el momento, tienes visos de ser lateral.

Los dos argumentos que justifican la entrada en esta fase son la ruptura de la media de 50 sesiones (desde mediados de marzo el precio se mantuvo por encima de la misma) y la ruptura de la sucesión de mínimos crecientes que se inició en diciembre, fecha en la que se reaccionó sobre la media de 200 sesiones.

Estos elementos muestran una muy clara pérdida de momento alcista. Sin embargo, hay que ser conscientes de que surgen tras la superación consistente de uno de los principales máximos/mínimos decrecientes de la estructura bajista previa (11,11 a 11,19). Además, hay que resaltar que la estructura de medias dista mucho de lo que podría calificarse como un cambio de tendencia (las medias siguen subiendo y están perfectamente colocadas).

Por lo tanto, las señales a las que se hace referencia son más propias del inicio de un proceso de consolidación que del inicio de un proceso de cambio de tendencia. Por ello, no se debe tener prisa en liquidar las posiciones largas que se recomendaron abrir a finales de marzo y a finales de abril. Lo ideal sería esperar algún proceso de rebote que lleve la cotización entre 12,10 y 12,30 para vender dos tercios de la posición que se tenga. El resto solo debería venderse en caso de cierre por debajo de 10,70.