Aprender a Invertir
Por
Los indicadores de sentimiento de mercado
Las emociones importan y son las causas de muchas de las pérdidas en las que se incurre a la hora de invertir
A la hora de participar en los mercados, el peor enemigo que todo inversor tiene es uno mismo. Ni la tendencia de los títulos, ni el nivel de riesgo asumido y ni siquiera el precio, son los verdaderos problemas a los que se enfrenta ese inversor. Son las emociones al operar y la falta de disciplina que ello conlleva lo que le determinará el nivel de éxito o fracaso. Lo veíamos en esta misma sección hace un tiempo: las emociones importan y son las causas de muchas de las pérdidas en las que se incurre. Y es interesante ver que, aunque en menor medida, afectan y determinan incluso la actuación de una gran parte de los participantes más sofisticados. Somos humanos y hasta que los robots y sus algoritmos nos desplacen por completo (que ese día llegará) nos dejaremos influenciar por los sentimientos de una u otra forma. Con todo lo que ha rodeado a las elecciones norteamericanashemos tenido un claro ejemplo de ello.
Los indicadores de sentimiento persiguen justo eso, descubrir lo que la comunidad inversora piensa en un momento determinado y de una forma concreta. Se trata de indicadores numéricos que se suelen graficar, donde se recoge lo que un grupo determinado piensa sobre las bolsas, el entorno económico, magnitudes macroeconómicas u otros factores. Esas lecturas darán una visión del optimismo o pesimismo que predomina en un momento dado y servirán como una herramienta más a considerar en la toma de decisiones de compra o venta. Nunca un indicador, de forma individual o en conjunto, puede llevar a cerrar o abrir posiciones pero si puede servir de apoyo en el proceso de toma de decisiones.
Existen muchas formas de interpretar el sentimiento de mercado y por eso existen diferentes indicadores. Desde los que pueden aplicar a títulos concretos como el indicador de volumen hasta los que se basan en datos más globales. Muchos de estos indicadores se basan en la idea de que el inversor medio siempre se equivoca. De esa forma, compra en máximos y vende en mínimos. A la vista de cómo evoluciona el volumen frente al nivel de precios, creo que podemos entender el significado de esta afirmación. El siguiente gráfico es muy ilustrativo. Tomando el S&P, cuando éste se encuentra en la zona alta (acumula ya alta rentabilidad) se produce una mayor entrada de dinero. La gente compra alto. Cuando el índice cae (genera rentabilidad negativa) el inversor se asusta y vende. Vende barato. Y eso pasa de forma recurrente y en todos los mercados.
En base a esa idea, se utilizan esos indicadores de sentimiento como indicadores de signo contrario. De esa forma, se utilizan para buscar divergencias y para hacer todo lo contrario a lo que esos inversores desarrollan pues, por norma, siempre lo hacen mal.
Como les decía, existen muchos indicadores de signo y objetivo distinto pero veremos sólo los que considero más útiles de cara a la ayuda en la toma de decisiones.
El primer de los indicadores a considerar, que pese a tener una composición compleja es de muy fácil interpretación, es el Fear & Greed index que publica la CNN sobre el mercado norteamericano. No es el típico que encontrará por ahí pero, al estar basado en el miedo y la euforia, el llegar a extremos de esas emociones puede suponer precios por debajo de lo normal (miedo) o precios por encima de toda lógica (euforia). Fíjese cómo, el viernes previo a la elecciones americanas (4 de noviembre) ese indicador daba lecturas de pánico muy cerca del extremo.
Si un inversor hubiera tomado posiciones en el S&P en base a la opinión contraria, dado el excesivo miedo que había llevado los precios abajo, el mismo lunes día 7 de noviembre, el S&P subió más de un 2% y fíjese cómo cambió el indicador. Pasa de extremo miedo (14 puntos sobre 100) a una situación de miedo (33 puntos).
Hoy, tras las elecciones y los momentos de tensión vividos el indicador muestra cierta “tranquilidad” ubicándose en la zona intermedia y no nos diría mucho. Significaría cierta estabilidad en el corto plazo a los niveles actuales.
Este indicador utiliza a su vez otros 7 componentes que integran en ese índice. Desde el momentum, fuerza y amplitud del nivel de precio del S&P hasta el ratio Put/Call, el índice de volatilidad (que luego veremos de forma individual) pasando por el spread de los bonos de alto rendimiento (basura) y la diferencia con respecto al activo sin riesgo. Les invito a que lo vayan siguiendo en esta web en tiempo real: http://money.cnn.com/data/fear-and-greed/
El índice Investor Intelligence Sentiment es otro de estos indicadores de signo contrario. En esta ocasión no se atiende a datos de mercado, sino a un tipo de entrevistas con inversores donde aquellos opinan sobre la visión que tienen del mercado. De ese modo, se grafica la idea combinada de la evolución que tendrá el mercado según esos inversores. Tenemos tres lecturas; cuando es muy alcista (muchos más alcistas que bajistas), cuando es muy bajista y cuando da lecturas neutrales (el número de alcistas y bajistas será similar). Buscamos los extremos de ese índice de cara a considerarlo como indicador de signo contrario. Cuando muchos inversores son muy alcistas, será tiempo de vender. Y cuando todos son muy bajistas, tiempos de entrar.
El primer gráfico nos pone en porcentaje, el número de alcistas y bajistas. Se añaden en el recuadro las últimas lecturas semanales.
Y la forma de ver los datos extremos lo tenemos aquí. Actualmente, no nos diría gran cosa pues recuerde que sólo me interesan los casos muy fuera de lo normal. Es decir, lecturas alejadas del rango 1-3.
En esta misma línea, le sonará más el AAII Investor Sentiment que es otra forma de medir lo mismo. Se toma la visión del inversor final para los próximos seis meses y buscamos los extremos. De igual forma, habrá zonas de extremo pesimismo y optimismo y zona neutral.
Si se unifican los ratios, se obtiene el índice que podemos observar. Fíjese que difiere del anterior de forma considerable pero sin llegar a extremos que es lo que buscamos.
El Ratio Put/Call si es muy interesante a la hora de utilizarlo como indicador de signo contrario. Muestra el volumen negociado de opciones Put (son opciones que dan derecho a vender un activo en un tiempo futuro determinado) y lo compara con el volumen negociado en opciones Call (las opciones call dan derecho a comprar un activo en el futuro). Es decir, compara las fuerzas de venta y compra que tienen los operadores de opciones. Normalmente, no hay un gran número de inversores finales operando en este mercado (relativo) con lo que nos da otro punto de vista más profesional. De nuevo, nos interesan los datos extremos, cuando todos son extremadamente alcistas o bajistas. Suele publicarse un gráfico semanal o un gráfico de 4 semanas en media móvil. Si usa el semanal, fíjese que la media desde 1996 cae sobre un ratio de 1,616. Esa es una buena referencia para empezar a comparar.
Indice VIX de volatilidad. Sin duda uno de los índices más nombrados y menos entendidos de todos los aquí presentados. Tiemblo cada vez que alguien se atreve a comentar sobre este índice sin entender lo que realmente representa. La volatilidad no es más que la desviación estándar de las variaciones de los precios de un activo. Si hablamos del VIX nos referimos al índice S&P500 y se obtiene del mercado de opciones. Sin entrar en más detalles técnicos, la idea es que cuando un mercado está en zona de complacencia la volatilidad será baja y el VIX estará en niveles bajos. Cuando el mercado se pone nervioso y se asiste a momentos de miedo, el VIX se dispara y muestra zona de pánico si llega a niveles anormalmente altos. Y eso se ve simplemente observando los extremos. Fíjese como esta última semana de elecciones en USA, el índice pasó de 14 a más de 20 y ahora, ha regresado a esos valores mas bajos.
La reversión a la media, en este indicador, es una constante mantenida en el tiempo que nos puede valer de referencia. Luego lecturas prolongadas en zonas bajas me indican precaución de cara a posibles caídas y lecturas extremadamente altas, excesos de descargas que se pueden interpretar como posibles alzas futuras tras el pánico.
Me gusta siempre observarlo en combinación con la estructura temporal que mantiene. Lo normal es que, a mayor vencimiento, mayor volatilidad. Es lo que se llama contango y expliqué aquí hace un tiempo. Pero, si se produce un exceso de volatilidad y la curva se invierte en alguno de los plazos, backwardation, me indica efectivamente un exceso de pánico y señal que tal vez haya que ponerse contra el mercado. Es decir, alcista.
Otro indicador que nos puede servir es el volumen. Pese a que ya vimos que caídas y alza de volumen no significan nada (contra lo que siempre nos han contado) y que expliqué aquí si es interesante verlo contra su media móvil para entender qué está pasando en términos de flujos. Lo vemos en este gráfico.
Otro de los indicadores a contemplar es el Citi Economic Surprise Index. Me parece de utilidad pues, viendo yo ciertos datos económicos no muy buenos, algunos analistas y medios venden un optimismo que no me cuadra. Y ese índice justo compara datos reales versus esperados. Es decir, cuando el dato publicado es más flojo de lo pronosticado, el índice cae. Y cuando es mejor de lo esperado, el índice sube. Compara expectativas del sector con realidad. No tiene por qué coincidir debilidad económica con caída del índice. Como pienso que la relación entre el precio de las acciones y la marcha de la economía no es una relación lineal, sino que el primero se determina por el grado de sorpresa respecto a las expectativas, ese índice me sirve no como signo contrario pero si como medida de las reacción a esperar del mercado. Interesa ver cuándo rompe por debajo de 0 (malo) o lo hace al alza (bueno).
Así las cosas, una visión rápida a estos indicadores nos dará una información muy valiosa de cara a poder interpretar las emociones que dominan el mercado. Si éstas son las principales causantes de nuestros errores, no está de más intentar observar en qué se equivoca la gran masa. Bien para ir contra ella o bien para no padecer esos mismos males. Al final, cuantas más pistas tengamos y más clara sea nuestra estrategia de inversión, mejor podremos gestionar nuestros ahorros. Que de eso se trata, de preservar capital y asumir sólo aquel riesgo que consideremos oportuno.
Buen fin de semana.
A la hora de participar en los mercados, el peor enemigo que todo inversor tiene es uno mismo. Ni la tendencia de los títulos, ni el nivel de riesgo asumido y ni siquiera el precio, son los verdaderos problemas a los que se enfrenta ese inversor. Son las emociones al operar y la falta de disciplina que ello conlleva lo que le determinará el nivel de éxito o fracaso. Lo veíamos en esta misma sección hace un tiempo: las emociones importan y son las causas de muchas de las pérdidas en las que se incurre. Y es interesante ver que, aunque en menor medida, afectan y determinan incluso la actuación de una gran parte de los participantes más sofisticados. Somos humanos y hasta que los robots y sus algoritmos nos desplacen por completo (que ese día llegará) nos dejaremos influenciar por los sentimientos de una u otra forma. Con todo lo que ha rodeado a las elecciones norteamericanashemos tenido un claro ejemplo de ello.