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Cryptomonedas: riesgos y oportunidades (II)
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Javier Molina

Aprender a Invertir

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Cryptomonedas: riesgos y oportunidades (II)

Antes de invertir en cualquier token de una Blockchain pública, deben conocerse qué soluciones y avances ofrece esa tecnología

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La semana pasada empezamos esta serie de Aprender a Invertir con las primeras ideas y conceptos sobre las criptomonedas. Note el lector que, desde esta sección, para nada incito a la negociación de este tipo de tokens pues mi único fin es el de darlo a conocer como un posible nuevo asset class, pero que para utilizarlo se necesita como en todo proceso de inversión, conocimiento y buen juicio. La serie de artículos aquí presentados persiguen, como último objetivo, introducir el Bitcoin en una cartera de valores y ver qué sucede en términos de riesgo y rentabilidad. Del mismo modo, dado que esta es una sección abierta e interactiva, todo comentario de su parte es agradecido siempre que aporte valor y nos permita ampliar conocimientos.

Antes de invertir en cualquier token de una Blockchain pública, deben conocerse qué soluciones y avances ofrece esa tecnología. Los tokens o criptomonedas se emiten para financiar, en algunos casos a modo de crowfunding, el desarrollo de protocolos de código abierto. Si se aporta algún avance tecnológico real el interés será alto y, más si se promociona en la comunidad de criptoinversores con un buen marketing. Sin embargo, aquellos modelos que no añaden valor alguno o que, simplemente, se hacen para buscar un beneficio económico por parte de los creadores, acabarán por desaparecer y sus tokens no valdrán nada. Sólo las que tengan un buen fundamento lograrán popularizarse y mantenerse en el tiempo.

En cualquier caso y, para nuestros efectos de inversión, nos centraremos sólo en el token bitcoin que es, a día de hoy, el único que cumple los mínimos requisitos para ser considerada como “invertible”. Presenta cierto volumen, seguridad, aceptación de uso generalizado, transparencia y liquidez.

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Su cotización puede ser seguida desde cualquier Exchange, desde el propio NYSE mediante el índice que ha creado la bolsa (NYXBT) y está disponible en multitud de webs sobre la materia. Uno podría pensar que, dada la naturaleza descentralizada del Bitcoin, cada Exchange podría dar cotizaciones diferentes. Sin embargo, y pese a que se han visto diferencias sustanciales entre Exchanges occidentales y chinas, eso no es así debido al arbitraje que se podría hacer para aprovechar esos precios distintos. Uno podría comprar en un Exchange y vender en otro, ganando unos dólares en el cambio. Y pese a que hay ciertos especuladores que se dedican a eso, a nosotros como usuarios nos favorece y permite que la única diferencia entre un sitio y otro venga de las comisiones y de los costes de conversión. Además, las casas de cambio no son creadores de mercado y se dedican únicamente a ofrecer una plataforma donde compradores y vendedores pueden intercambiar sus bitcoins.

Existen varias páginas donde uno puede seguir la cotización del bitcoin y demás tokens, pudiendo obtener gráficos típicos de barras, velas o demás tipología válida para realizar análisis técnico. Incluso, alguna como bitcoincharts.com dispone de las herramientas e indicadores mínimos para realizar un mínimo análisis. Sin embargo y con respecto a la validez del uso de ese análisis técnico, me comentaba Carlos Doblado que al no tener el bitcoin una participación pública amplia, no es terreno para dicho análisis. Imagino que con el paso del tiempo y cuando se superen los miedos que aún existen en parte de la comunidad inversora, podamos avanzar en ese tipo de análisis.

En esa línea de mejora y popularización del uso del bitcoin, cada vez se ofrecen más servicios como este que muestra la “profundidad” del mercado en los diferentes Exchanges y nos sirve para ver en qué niveles de precio se mueve el interés en un momento dado.

Y puestos a obtener una medida del “interés” existente en mercado, a modo de indicador de sentimiento, desde Google podemos obtener esa información. Podemos graficar ese dato y ver cómo incrementos del interés vienen acompañados de alzas de precios, pudiendo identificar momentos de euforia que, por cierto, y como en otro tipo de activos terminaron en caídas fuertes de la cotización.

Así las cosas, debemos entender las variables que pueden afectar al precio. Tendremos un impacto por la propia estructura del mercado y un impacto por variación de las fuerzas de oferta y demanda.

La primera consideración viene del tamaño limitado del mercado. Fíjese que actualmente existen poco más de 16 millones de bitcoins disponibles y que su capitalización es de algo más 12.300 millones de USD. El máximo que se tendrá será de 21 millones pues su emisión es finita. Para ver el monto actualizado, podemos utilizar la web coinmarketcap.com donde salen las principales criptomonedas y sus volúmenes.

Aun no siendo datos menores, a principios de año la capitalización total era de poco más de la mitad con lo que hay que tener ese dato en cuenta. Además, es importante el utilizar un Exchange de los grandes pues, en cada uno de ellos, se negocia una parte de ese volumen. De ese modo, el precio (pese a que acabará por arbitrarse) sufrirá menos impacto ante la compra o venta de un paquete alto.

La segunda consideración viene del lado de la oferta y demanda. Como en cualquier activo, la cantidad ofertada y la cantidad demanda moverá el precio a un lado u otro. Sabemos que, por la estructura de funcionamiento del Bitcoin, existe un lento pero constante suministro de tokens al mercado que, sin embargo, no tendrá un impacto importante en los precios.

La especulación ante la aparición de noticias y eventos si ha marcado y marcará la evolución del precio del bitcoin. Desde el uso para pagos que el sistema normal (fiat) no admitía, hasta el uso del bitcoin para operaciones ilegales, todo ha tenido su reflejo en el precio. Sin embargo, minimizadas esos impactos anteriores, son otros acontecimientos los que provocan la variación de cotizaciones.

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De un lado, la crisis sufrida en Chipre en 2013 que llevó a confiscar las cuentas bancarias provocó que se tomará el bitcoin, según algunos analistas, como una especie de moneda “de escape” ya que no podía ser retenida. Otros analistas como explica Alex Preukschat, lo achacan al efecto del paciente cero de Silicon Valley, Wences Casares (fundador de Xapo) que incitó a muchos billonarios tecnológicos a comprar bitcoins en aquella época. Grecia siguió poco tiempo después con su restricción de capitales, cosa que de nuevo impulsó el uso bitcoin. Los chinos, con su constante devaluación del Yuan, encontraron también en el bitcoin una forma de proteger su riqueza y no sufrir dicha depreciación. Este tipo de sucesos provocan un aumento de la demanda en determinados momentos que tienen su reflejo en los precios.

Otro de los factores que hay que mencionar es la manipulación. Desde el uso de sistemas automáticos para inflar el volumen y provocar aumentos de precios, hasta la caída de la que fuera la mayor Exchange del momento (2014) Mt. Gox en Japón para esconder el robo masivo de bitcoins. A ese respecto hay que decir, no obstante, que la aparición de muchos más Exchanges y el uso de nuevas medidas de seguridad hacen que, los riesgos por brechas de seguridad por ejemplo, se haya mitigado sensiblemente. Y esa es la tendencia futura. Justo esta semana Circle por ejemplo, anunció que abandonaba la compra/venta de bitcoins y recomendaba a Coinbase como proveedor preferido, aunque mantiene el servicio de custodia de bitcoins.

El riesgo tecnológico no puede ser olvidado pues, se puede crear una nueva criptomoneda con mayores prestaciones que el bitcoin o una comunidad más dinámica y comprometida de desarrolladores y usuarios. Pese a que desde el punto de vista de innovación eso sería bueno para los usuarios, para el precio no lo sería tanto. Dentro de este apartado, mencionar el riesgo de centralización. Parece un absurdo que tengamos una tecnología descentralizada, donde los servicios y empresas que tiene dentro si son centralizados. La diferencia está en que esta centralización no es coactiva. Es decir, puedo no utilizar un determinado Exchange o entidad para operar con bitcoins. Desde hacer una operación con otra persona sin pasar por entidad alguna, hasta tener un monedero digital en forma local. Para entenderlo, si queremos usar euros, estamos siempre obligados a pasar por una entidad centralizada pues yo no puedo transferirlos, por ejemplo, a mi hermano que está en Francia por un sistema “libre” y no controlado. En el caso del bitcoin, puedo elegir una forma u otra. En cualquier caso, el riesgo de concentración del 51% de procesamiento se ha evitado hasta la fecha, mediante el abandono de algunos miembros de los pools de minería cuando llegaban a esos niveles críticos.

Sólo las cryptomonedas que tengan un buen fundamento lograrán popularizarse y mantenerse en el tiempo

De otro lado, tenemos riesgos que pueden venir del lado de la legislación pues de prohibirse su uso o de imponer un impuesto, la utilización de la criptomoneda será más difícil y eso impactará en el precio.

Últimamente, con la incipiente consideración del bitcoin como posible Asset Class, puede empezar a surgir una demanda que puede impactar en el precio de forma considerable. La creación del índice Bitcoin (NYXBT) por parte del New York Stock Exchange y proyectos como la creación (pendiente de aprobación todavía) del Fondo (ETF) Winklevoss, están dando mayor credibilidad a la criptomoneda y puede ayudar a hacerla más pública.

Si además, empresas como Amazon o Google permitiesen el uso del bitcoin como moneda de cambio en sus plataformas, el impulso sería tremendo y colocaría a la criptomoneda como una alternativa real de uso por parte de la sociedad. El tiempo marcará los siguientes pasos. De momento, lo único cierto es que la tecnología sobre la que se basa ya está formando parte del futuro inmediato.

En la última entrega de la semana que viene, visto ya lo que es una criptomoneda y qué factores pueden influir en los precios, pasaremos a analizar el impacto del uso del bitcoin en un portfolio.

Buen fin de semana.

La semana pasada empezamos esta serie de Aprender a Invertir con las primeras ideas y conceptos sobre las criptomonedas. Note el lector que, desde esta sección, para nada incito a la negociación de este tipo de tokens pues mi único fin es el de darlo a conocer como un posible nuevo asset class, pero que para utilizarlo se necesita como en todo proceso de inversión, conocimiento y buen juicio. La serie de artículos aquí presentados persiguen, como último objetivo, introducir el Bitcoin en una cartera de valores y ver qué sucede en términos de riesgo y rentabilidad. Del mismo modo, dado que esta es una sección abierta e interactiva, todo comentario de su parte es agradecido siempre que aporte valor y nos permita ampliar conocimientos.

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