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Cuentas para jóvenes, un medio para captar futuros clientes
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Francisco García

Cuentas para jóvenes, un medio para captar futuros clientes

Una persona joven es, para bancos y cajas, un cliente potencial que a la larga contratará productos en la entidad en la que abra su primera

Una persona joven es, para bancos y cajas, un cliente potencial que a la larga contratará productos en la entidad en la que abra su primera cuenta bancaria.

Por este motivo, todas las firmas acostumbran a tener en su cartera una oferta exclusiva para jóvenes acompañada de una campaña comercial, que hace presente a la entidad en el entorno juvenil.

Las cuentas para jóvenes son cuentas corrientes destinadas exclusivamente a personas entre 14 y 30 años, la franja de edad depende de cada entidad.

El reclamo más importante de este tipo de cuentas es que no cobran comisiones de mantenimiento, administración, tarjetas, etc. Pero esto es común en la gran mayoría de bancos, por lo que las entidades se ven obligadas a ofrecer muchas otras ventajas si quieren reclutar a posibles clientes.

Así, dónde se diferencian unas entidades respecto a las otras es en los servicios y descuentos que ofrecen a este colectivo en ocio, cultura, estudios, etc. Algunas además, ofrecen como reclamo cierta retribución por el dinero. Algunos ejemplos de cuentas remuneradas para jóvenes son:

- Cuenta cmcool de Caja Madrid: ofrece un 1,00% TAE hasta los 25 años.

- Cuenta Corriente Joven y Joven Plus de Caixa Laietana: ofrecen hasta un 1,00% TAE para edades inferiores a 28 y 35 años respectivamente.

- Cuenta 25 de Bankoa: remunera un 0,25% TAE hasta los 25 años.

- Cuenta Joven de IberCaja: ofrece un 1,00% TAE para importes en cuenta superiores a 1.200€. Es contratable hasta los 25 años.

Junto con todas las ventajas financieras, la mayoría de entidades disponen de un portal en Internet dirigido de forma exclusiva a estos colectivos, donde publican los productos, promociones, actividades, información de interés, etc.

Todas estas herramientas son un medio para crear una comunidad joven fidelizada con la entidad.  Para que cuando dejen de ser jóvenes y pasen a ser inversores, ahorradores o prestatarios lo hagan con el banco que los ha acogido en su independencia financiera.

Una persona joven es, para bancos y cajas, un cliente potencial que a la larga contratará productos en la entidad en la que abra su primera cuenta bancaria.