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¿Es el Brexit un maldito cisne negro?
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Carlos Doblado

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¿Es el Brexit un maldito cisne negro?

Lo que ayer vimos es uno de esos eventos de consecuencias potencialmente devastadoras que el mercado considera, 'ex-ante', como altísimamente improbable

Foto: Varios agentes de la Bolsa de Nueva York reaccionan ante la caída del índice Dow Jones como consecuencia de la victoria del Brexit. (EFE)
Varios agentes de la Bolsa de Nueva York reaccionan ante la caída del índice Dow Jones como consecuencia de la victoria del Brexit. (EFE)

En las últimas semanas ha crecido mi inquietud, no en vano la exposición de las carteras asesoradas por Ágora EAFI se había reducido de forma sensible. Empezamos a hacerlo porque cayó algún 'stop' cuando el mercado se lateralizó, y nos lo empezamos a tomar en serio cuando los bonos empezaron a inquietarmey se produjo la primera señal de debilidad en corto plazo en Europa.

Los bonos intuyeron antes que cualquier otro activo esta nueva fase de inestabilidad empezando a recuperar posiciones de un modo que sugería un fallo de la renta variable en sus resistencias pese a que, por muchas circunstancias, mi apuesta ha sido y sigue siendo una subida libre en el S&P500 norteamericano. Hoy, los bonos han roto muchas resistencias en un auténtico pánico comprador... ¿Un síntoma de agotamiento? Muy pronto para ser tan optimista aunque ayer los precios quedasen muy lejos -a casi un 2% en el caso del Bund- de sus máximos intradiarios.

Sí, sigo favoreciendo un escenario alcista en lugar del de ruptura de los mínimos de febrero para un cambio de tendencia principal en Wall Street. Y no es terquedad, es que como chartista no puedo hacer otra cosa a día de hoy por muchos y, a mi entender, buenos motivos (la recuperación desde febrero ha tenido una inusual calidad). Por ello decía la semana pasada que no temía aún por mi apuesta.De hecho, hasta el día de ayer todo parecía encajar perfectamente con el momento esperado para que el bueno de Javier Molinatuviera que sacar la cartera por fin... Pero entonces hizo acto de presencia lo que el mercado no esperaba: el Brexit.

Sigo favoreciendo un escenario alcista. No es terquedad, es que como chartista no puedo hacer otra cosa a día de hoy por muchos y buenos motivos

Palabras mayores, estamos ante un evento capaz de producir efectos muy inesperados o, como diría Javier, de servir de catalizador para que suceda lo inevitable. Es un poeta. reconozco ambas cosas.

El mercado es esencialmente imprevisible

Por ello, si no quieres aceptar esos avatares del destino que de repente surgen del Hades en forma de cisne negro, no es sólo importante la decisión que tomas sino el grado de riesgo que asumes en cada decisión. En Ágora, intentar proteger el capital es tan importante como intentar conseguir rentabilidad. Y en ocasiones no conseguimos ninguna de las dos cosas porque no tenemos bajo control a los arcanos de la naturaleza. La alquimia es cosa de gente más lista.

Ayer fue probablemente uno de los días más duros de mi carrera, y eso que nosotros trabajamos más bien poco el mercado español (de otro modo hubiera sido el peor sin duda). No estoy acostumbrado a dejarme en torno a un 4% en un día, pues este tipo de correcciones suelen cogerme con más decisiones tomadas debido a que no suelen producirse en zonas de máximo histórico. Y me refiero a Wall Street, mi ancla.

Llevo operando en mercados de renta variable como profesional desde 1995, y nunca tuve un día tan inesperadamente malo para mis sistemas. Jamás había visto al mercado norteamericano venirse abajo con gran violencia -cerca del 4% en el S&P500 al cierre- sin que antes se hubiera perdido alguna clase de soporte relevante que deteriorase la tendencia de 'trading'. Eso no quiere decir que no haya sucedido antes, debo reconocer que no he hecho el ejercicio de recorrerme todo el pasado para ello -mis reglas no iban a cambiar-; pero yo no lo había experimentado nunca. Cuando algo está en su zona de máximo histórico es alcista. Así de simple. Y las cosas alcistas no suelen desplomarse. Menos aún si, como es el caso, el nivel de protección que tienen los inversores en términos de 'ratio put/call' está en zona de suelo potencial como es el caso en términos de media móvil de 10 sesiones. Es absolutamente atípico lo que ayer vimos. En términos técnicos, un auténtico cisne negro; uno de esos eventos de consecuencias potencialmente devastadoras que el mercado considera, 'ex-ante', como altísimamente improbable.

En Ágora tenemos reglas para hacernos las menos preguntas posibles. Y entre nuestras pocas reglas está el tener una exposición aceptablemente alta (estamos en torno al 50%) mientras el mercado norteamericano es alcista. Podremos equivocarnos, pero para nosotros es aún más importante no perder la dirección de la máquina del tren. Y el tren es alcista mientras no se demuestre lo contrario. La semana pasada dejaba claro que mi inquietud seguía creciendo pero me negaba a tomar nuevas decisiones de protección de capital mientras no cayeran los niveles que debían perforarse para que mi operativa respondise a reglas además de a inquietudes. En Europa esto ya ha sucedido en algunos índices, y eso justifica un descenso de exposición en mayor o menor grado.

Al otro lado del charco, donde tengo mi ancla aunque seguramente usted no lo comparta después de tantos meses de frustrantes sensaciones como brújula para calibrar la tendencia del mercado global, la renta variable se aboca a la ruptura de sus zonas clave tras la brutal recaída de ayer. Liderados por una volatilidad en convincentes ascenso y un Dow Jones Transportes que presiona ya soporte decreciente de corto plazo, el Nasdaq, el S&P500 y el Dow Jones Industrial están al borde de confirmar patrones de tipo doble techo. Así será si caen los mínimos de mayo. En tal caso, le aseguro que en Ágora seguiremos aplicando nuestras reglas para cerrar el acordeón de la exposición que expandimos en febrero. La estrategia es una cosa y la táctica otra, sobre todo si de repente ves un cisne negro volar ante tus incrédulos ojos.

En las últimas semanas ha crecido mi inquietud, no en vano la exposición de las carteras asesoradas por Ágora EAFI se había reducido de forma sensible. Empezamos a hacerlo porque cayó algún 'stop' cuando el mercado se lateralizó, y nos lo empezamos a tomar en serio cuando los bonos empezaron a inquietarmey se produjo la primera señal de debilidad en corto plazo en Europa.

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