Europa sigue dando mucha pena

Hace años que, escuchando a los analistas, uno llega a la inteligente conclusión de que Europa es el lugar correcto para invertir en renta variable. Lo de esta semana vuelve a dejar claro que tienen razón. Y no es broma, la tienen, las valoraciones no mienten… Pero es la recuperación semanal de Wall Street la que ha sido de época.

En línea con la idea de una recuperación hacia nuevos máximos antes de que pueda formarse un techo relevante, argumento en el que insistía la semana pasada, el movimiento alcista del mercado neoyorquino solo puede considerarse de manual: sobre las líneas de tendencia que había encontrado la renta variable, importantes, con la volatilidad en zona de gran resistencia a medio plazo -lo que ofrecía soporte al mercado- y en medio de un sentimiento inversor que salía de zonas de convicción alcista en corto plazo sin haberse extremado completamente en tendencia, el contexto resultaba adecuado para aliviar las aterradoras velas mensuales que se proponían el pasado viernes. Velas que aún tenían por delante tres semanas y a las que se contraponía un brutal movimiento de ida y vuelta en gráfico diario que ha desplegado todas sus promesas de la mano de una recuperación semanal tan sensible como generalizada al otro lado del charco; especialmente en el Nasdaq, que sigue siendo el rey.

Esta semana, por tanto, no me toca argumentar. Eso era cosa de la anterior, y a la espera del cierre mensual. La tendencia sigue en pie y los soportes estaban ahí para los creyentes. Y no solo en Wall Street: el lunes presenté una operativa para tomar posiciones alcistas en mercados emergentes para los que aún entendieran, como yo, que las correcciones en circunstancias como las vistas hasta el momento siguen siendo oportunidades de compra.

Se ha quedado rezagado Japón, presionado por el dólar/yen pero respetando importantes soportes. Y sigue haciendo más bien el ridículo que otra cosa el paraíso de las valoraciones: Europa. Sí, la vieja Europa está cada día más interesante en términos relativos porque vive la fiesta a un nivel de intensidad mucho menor desde hace un largo tiempo. Un tiempo que es tan largo que se ha vuelto más bien penoso desde hace meses. Dios le guarde la salud a Wall Street.