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Carlos Doblado

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Este golpe sí podría noquear a las bolsas

No podemos permitirnos la pérdida de nuevos soportes si no queremos enfrentar daños en tendencias de orden superior

Foto: Bolsa de Nueva Yor. (EFE)
Bolsa de Nueva Yor. (EFE)

Que yo no me lo crea, no lo hace memos real. En ningún caso, al menos hasta la apertura con hueco bajista del pasado lunes para configurar una isla -de la que dábamos buena cuenta desde los análisis diarios en Ágora EAFI-, consideré que los bajistas fueran a ponerme en apuros otra vez. Las cosas están yendo francamente lejos si nos percatamos de que tenemos al Dow Jones Industrial en zona de mínimo del año, buscando una línea de tendencia principal que ya han vuelto a encontrar Standard & Poor's 500 y Dow Jones Transportes de la mano de los tambores de guerra comercial. El primero de estos dos, desplegando un patrón muy inquietante de tipo doble techo que aún no confirmaría el segundo (filtro a las señales bajistas por teoría Dow).

Ya con el reversal del martes de la semana pasada escribimos en Ágora que se abría un proceso de ajuste. Pensé entonces en una corrección como la del pasado julio: un 2/3 por ciento, movimiento lateral/bajista para el Nasdaq, y nuevos máximos. NO merecía la pena ni ajustar la exposición. Me equivocaba de cabo a rabo. La recaída ha sido intensa, muy inesperada para mí a diferencia de la violenta corrección de febrero, y pone a los índices realmente contra las cuerdas a la espera del cierre mensual. Líneas de tendencia y la falta de confirmación por parte del Dow Jones Transportes y del VIX, son los argumentos a los que podemos asirnos los toros para conservar la calma en un mercado que quiere poner bajo auténtica presión a la tendencia de corto/medio plazo en Estados Unidos.

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Aquí, al otro lado del charco, la tendencia ya hace tiempo que está siendo puesta a prueba más allá del corto/medio plazo. Los patrones de primeros de año hubieran justificado una reducción masiva de la exposición de no mediar una excelente reacción norteamericana. Con la caída de esta semana no han cambiado las cosas de modo general, pero sí de forma particular.

La situación empieza a recordar seriamente a la de un 2015 en la que de forma irregular fuimos perdiendo altura mientras en Estados Unidos todo se solucionaba con un amplio lateral. Es el Nasdaq el que marcaría en ese sentido la frontera a considerar. La tecnología está aún lejos de unos mínimos que presiona el Dow Jones Industrial y también el conjunto de la renta variable del viejo continente, donde de hecho Londres y Madrid son ya plazas que han marcado nuevos mínimos descendentes y están pidiendo a gritos exposiciones más moderadas, con un plan de acciones restrictivas por lo que pueda acabar pasando. Lo de los bancos esta semana, para atarse los machos.

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Admito que desde 2015 no he visto al mercado tan vulnerable, y en mi cabeza tengo dos días por delante en los que debo preguntarme hasta donde bajo la exposición si lo hago y, sobre todo, cuándo voy a empezar a hacerlo seriamente si no tenemos un inmediato y fuerte rebote que mejore el estado potencialmente catatónico en que ha dejado al mercado la recaída de Wall Street. No podemos permitirnos la pérdida de nuevos soportes si no queremos enfrentar daños en tendencias de orden superior, algo que, realmente, y no me duele reconocerlo pese al fastidio que me genera -así me enseñaron que debe obrar el que se equivoca-, no esperaba.

Que yo no me lo crea, no lo hace memos real. En ningún caso, al menos hasta la apertura con hueco bajista del pasado lunes para configurar una isla -de la que dábamos buena cuenta desde los análisis diarios en Ágora EAFI-, consideré que los bajistas fueran a ponerme en apuros otra vez. Las cosas están yendo francamente lejos si nos percatamos de que tenemos al Dow Jones Industrial en zona de mínimo del año, buscando una línea de tendencia principal que ya han vuelto a encontrar Standard & Poor's 500 y Dow Jones Transportes de la mano de los tambores de guerra comercial. El primero de estos dos, desplegando un patrón muy inquietante de tipo doble techo que aún no confirmaría el segundo (filtro a las señales bajistas por teoría Dow).

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