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Los osos siguen pagando su incredulidad
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Carlos Doblado

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Los osos siguen pagando su incredulidad

La semana que hemos cerrado, susto sin consecuencias como el de la sesión del viernes inclusive, ha vuelto a sonreír a los alcistas

He hablado desde esta tribuna de la importancia de los mínimos de febrero, especialmente en Europa. La recuperación desde esos niveles, absolutamente relevantes en tendencia, no se ha hecho de cualquier forma sino de la mano de un espectacular doble suelo -s1s2- en un gráfico ajustado por dividendo y ampliación en referencias como el Stoxx600, EuroStoxx50 o el DAX30 si atendemos al mercado de futuros - ay, esa hora de 8 a 9 de la mañana que resulta tan importante en las grandes citas y que siempre se pierden los gráficos de contado, como le sucede al IBEX35 en el adjunto-. La caída de las últimas sesiones de mayo puede considerarse un ‘pull-back’ hacia la clavicular de esas formaciones. Y desde ella nuevos mínimos crecientes y, gracias al velón blanco del jueves, también máximos. Qué quiere que le diga, es la tendencia amigo…

Sí, los bancos están fastidiados, pero el soporte sobre el que intenta resistir el Stoxx600 bancario total ‘return’ es precisamente el que se corresponde con el nivel que salvó hace meses el Stoxx600 en su conjunto. Sobre esos niveles se desplegaron los citados patrones de tipo doble suelo. Entre su 390 y su 405 se juega un importante partido. Un partido, quiero insistir en ello, que ya se ha disputado en todo el mercado con un resultado conocido desde abril y refrendado el pasado jueves.

Al otro lado del charco los soportes no eran tan críticos, pero resultaban tan o más evidentes para el medio plazo que los europeos. Obviamente fueron clave para volver a insistir en que la corrección era, sobre todo analizando lo sucedido a la luz de las herramientas que prefiero para medir el sentimiento inversor, una oportunidad de compra para ‘trading’ en tendencia. Directrices alcistas y medias de 200 sesiones, alcanzadas al unísono, eran elementos a considerar que una vez más pasaron por alto los profetas del fin de ciclo.

La semana que hemos cerrado, susto sin consecuencias como el de la sesión del viernes inclusive, ha vuelto a sonreír a los alcistas. El Nasdaq ha reventado la zona de alto previo para marcar un nuevo máximo de todos los tiempos y apuntar de nuevo hacia el techo de su canal alcista. La ruptura del S&P500, que lleva unos días pegado a los altos de marzo, supondría otro espaldarazo para los compradores.

He hablado desde esta tribuna de la importancia de los mínimos de febrero, especialmente en Europa. La recuperación desde esos niveles, absolutamente relevantes en tendencia, no se ha hecho de cualquier forma sino de la mano de un espectacular doble suelo -s1s2- en un gráfico ajustado por dividendo y ampliación en referencias como el Stoxx600, EuroStoxx50 o el DAX30 si atendemos al mercado de futuros - ay, esa hora de 8 a 9 de la mañana que resulta tan importante en las grandes citas y que siempre se pierden los gráficos de contado, como le sucede al IBEX35 en el adjunto-. La caída de las últimas sesiones de mayo puede considerarse un ‘pull-back’ hacia la clavicular de esas formaciones. Y desde ella nuevos mínimos crecientes y, gracias al velón blanco del jueves, también máximos. Qué quiere que le diga, es la tendencia amigo…

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