Un rebote bursátil sigue siendo probable

Me preguntaba hace dos semanas por si podíamos tener que asistir al rebote del gato muerto. Es una posibilidad que debe considerarse dada la situación técnica. En realidad lo desconozco. La vida me ha enseñado que los bajistas ganan batallas, pero que los alcistas ganan las guerras.

Los bajistas han progresado, y aquello que más me gusta contraponerles, el sentimiento inversor, ha abierto escenarios desconocidos para mí. Hemos visto nuevos mínimos tras lo que en mayo denominé suelo sentimental, y eso no debería haber sucedido para estar más o menos tranquilos con el rebote, que por esperado en realidad no cambia nada.

Como escribía la semana pasada, el mensaje del primer semestre es temible considerado como el desarrollo de algo que planteaba como a finales del 2021: la llegada de problemas en zona de súper resistencia ascendente. Había llegado la hora de una sonora pausa o del dolor, quizá de una mezcla de ambos. Pero ex ante no creo que pueda saberse en qué medida se van a desestructurar los procesos que van a corregirse. Y sí, los osos se han empleado a fondo en el proceso correctivo que cabía esperar.

La semana pasada no trajo grandes novedades. Fue llamativa en Europa, donde el euro marcaba nuevos mínimos de los últimos veinte años frente al dólar. La violencia bajista de las bolsas de renta variable a principios de la semana terminó en reversal sobre base de canal bajista en el caso del EuroStoxx50 y en el del Stoxx600. Este último alcanzó los mínimos anuales también, junto al DAX40 alemán. El Stoxx600, de hecho, insinúa un nuevo y más amplio patrón de tipo doble suelo que, de confirmarse, sugeriría un movimiento hacia los 1000 puntos de la versión total return del índice. La zona 3,585 puntos del futuro del EuroStoxx50 serían un segundo paso para apuntar a una reestructuración esperanzadora. En el caso del IBEX35, que intenta aferrarse a un soporte intermadio para sorpresa de propios y extraños, el nivel clave para una mejoría técnica se encontraría en los 26.330 de su versión total return del índice. En los 28.200 la zona que empieza a separar la sorpresa de la machada.

Al otro lado del charco, el Nasdaq superó su directriz bajista de corto plazo y plantea un movimiento hacia los 13.000 puntos, primera gran zona de resistencia. Lo hace apoyado por un VIX que sigue manteniendo bajo control a los bajistas y el viernes caía con fuerza para apuntar al nivel de los 23,75 puntos, su primer gran soporte. Parece necesario romperlo para que el Nasdaq100 se acerque a los 13.000. Sólo por encima de esta resistencia cabría preguntarse si el mercado está intentando algo más que un rebote, si después de todo lo que hemos visto 2022 no es más que el alto en el camino que sabíamos que deberíamos ver.