Bolságora
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Los osos golpean en la hora de la verdad
Algunos índices que soportaron bien la corrección, como el Stoxx50 o el Footsei100, se han movido al alza y se han frenado en sus zonas de alto histórico. Y ahí, patrones de vuelta
El mercado de 2022 es un mercado muy elegante. Bajista, zigzagueante, pero esencialmente noble para el que trabaje el noble arte del análisis técnico. Planteé a finales del pasado año la llegada de un techo, sugerí un rebote en mayo/junio, he advertido de la recaída en verano desde el servicio de suscripción web de Blackbird -el que conoce esta profesión sabe que no existen las vacaciones- y un nuevo rebote a primeros de octubre. Y lo he hecho, únicamente, en base a algo que todos sabemos que no funciona: el análisis técnico. Y por cuestiones técnicas vengo comentando desde hace unas semanas que ha llegado la hora de la verdad para el último rebote del mercado.
Algunos índices que soportaron bien la corrección, como el Stoxx50 o el Footsei100, se han movido al alza y se han frenado en sus zonas de alto histórico. Y ahí, patrones de vuelta.
Algunos índices, menos deteriorados en el actual mercado bajista de orden superior, han mostrado un clásico `bear market rally´ hasta sus zonas de resistencia intermedia, definidas por los altos del verano en muchos índices, incluso en el Dow Jones de Industriales, el capitán de la rebelión. Estas zonas de oferta potencial, en índices como el NYSE, el DAX40 o el Stoxx600, coincidían con una recuperación del famoso 61,8,66,6% que establecen las teorías de onda de Elliott y Dow, respectivamente, como el entorno límite para una gran recuperación dentro de una inercia bajista de orden superior. Y ahí, patrones de vuelta potencialmente bajistas en el corto plazo.
Algunos índices que no se han movido al alza con fuerza, como es el caso de los norteamericanos S&P100 y S&P500, de gran peso tecnológico, el del Russell2000 o el del Nasdaq100 y el Nasdaq Compuesto, se han detenido en su directriz bajista principal. La debilidad de este último ha sido patente en todo momento a la luz de un rebote canalizado que sería una simple bandera de continuidad. En Europa, donde la mejoría fue claramente mejor para las tecnológicas, el movimiento se agotó también en zona de primera resistencia horizontal. Y ahí, patrones de vuelta.
De forma casi sincronizada, los principales índices del mercado europeo y norteamericano, han desplegado y confirmado formaciones de tipo doble techo. Ya entre semana se lo explicaba con un vídeo para que volviese a contraer el acordeón, para reducir la exposición, si no se había ya ido ajustando la cartera ante el crecimiento de la volatilidad y la presencia de resistencias. Tras un éxtasis comprador efímero, desatado tras la subida de tipos de la Reserva Federal, las vueltas semanales son realmente impresionantes. No se ha salvado ni el Footsei100.
Desde finales de septiembre he trabajado con la hipótesis de un mercado en rebote para, eventualmente, plantear un cambio de tendencia. Esto último no ha sido planteado por las bolsas en ningún momento, sólo excepciones como el EuroStoxx50 rompiendo su resistencia intermedia, o el Dow Jones Industrial yéndose por encima de su directriz bajista principal, han apuntado tímidamente en esa dirección. El VIX se ha mantenido una vez más firme sobre los 20 puntos y el VXN sobre los 24. En la hora de la verdad, de la que vengo hablando desde el pasado 28 de noviembre, el posible techo del S&P500 en zona clave, un S&P500 que ha escalado en una cuña que es formación de continuidad bajista, se ha hecho realidad.
Por supuesto podría haber sido diferente, y no ha sido hasta la ruptura bajista de la zona de soporte clave a la que asistimos el pasado jueves que hemos podido afirmarlo. El mercado ha necesitado tiempo, desplegando con ello formaciones no sólo más amplias sino generalizadas, incluyendo así a la renta variable de Europa. En definitiva, tras esta semana puede afirmarse a la luz de los precios que los osos siguen controlando la tendencia bajista que arranca en 2021 o primeros de 2022, por lo que muchos índices debieran moverse hacia los mínimos del ejercicio e incluso más allá de los mismos.
En cualquier caso, hemos tenido acontecimientos bajistas en las zonas de la verdad. Y eso, un chartista no lo pasa por alto. No sabemos lo que va a pasar. Sabemos que ciertas cosas se hacen más o menos probables en función de las acciones del mercado. Eso es todo lo que está en la mano de cualquiera que se acerque al mercado, sea cual sea el camino por el que lo haga. Si quiere certezas, dedíquese a la ciencia. Por supuesto me refiero a la ciencia que existía antes de que la religión woke se hiciera con la política, y por ende con la ciencia.
Es cierto que el euro/dólar no se ha venido abajo esta semana, ni el Dollar Index arriba. Pero las cosas a veces necesitan su tempo. De momento las velas semanales desplegadas en su primera gran dificultad juegan contra el movimiento de las últimas semanas. Al final del día, el mercado puede estar trabajando en la idea de una política de tipos más restrictiva para Europa en términos relativos en relación a la norteamericana de la que hemos visto hasta el momento. Y eso explica que los bonos europeos ya hayan planteado patrones para una recaída hacia los mínimos desde en primera resistencia. El T-Note y el T-Bond norteamericanos confirmarían la vuelta a la tendencia bajista de orden superior en caso de pérdida del mínimo de la semana que acabamos de dejar atrás.
El mercado de 2022 es un mercado muy elegante. Bajista, zigzagueante, pero esencialmente noble para el que trabaje el noble arte del análisis técnico. Planteé a finales del pasado año la llegada de un techo, sugerí un rebote en mayo/junio, he advertido de la recaída en verano desde el servicio de suscripción web de Blackbird -el que conoce esta profesión sabe que no existen las vacaciones- y un nuevo rebote a primeros de octubre. Y lo he hecho, únicamente, en base a algo que todos sabemos que no funciona: el análisis técnico. Y por cuestiones técnicas vengo comentando desde hace unas semanas que ha llegado la hora de la verdad para el último rebote del mercado.