De Vuelta
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¡Hasta el infinito y más allá!
Los mercados ignoran el riesgo político actual. No creo que sea el momento para cambiar de visión para afrontar un cambio de circunstancias que, pese a que quiera ignorarlas, están sucediendo ya
¿Se puede comprar y siempre ganar? ¿Y adquirir un activo financiero donde la rentabilidad esperada no condicione el precio pagado? ¿Ya no sirven los fundamentales? ¿Es este un momento donde hay que hacer gestión pasiva y olvidarnos para siempre? La respuesta, a tenor de lo conseguido por todos los índices de Estados Unidos es claramente que sí. A estas alturas, obtener un alza del 5% en un mes en el S&P500 es considerado como algo normal. Como también los es ganar un 10% si miramos el último año o el 80% si tomamos 5 años. Ya nadie se sorprende y se ve como algo lógico, algo que proporcionan las acciones con independencia del precio en un entorno de cero alternativas.
Medir el riesgo no tiene ningún sentido y las valoraciones no aplican. Tanto para las acciones de crecimiento como para los clásicos como Coca Cola, IBM o Exxon. Esta última tiene un PER de 41 veces cuando, históricamente ha estado en menos de 10. Coca Cola marca ahora un PER de 25 y GE de 36. Así mismo, vemos también un PER de 26 para el S&P y de casi 22 para el Dow en un entorno donde eso no se mide y donde toda corrección de precios es considerada como una oportunidad que no debe perderse para comprar. ¿Seguirá siendo así la próxima vez?
Mientras los bancos centrales sigan estando detrás, manipulando los precios, probablemente sí. Sin embargo, no convendría perder la perspectiva cegados por esta alegría desmesurada. Los datos económicos indican que la FED va por detrás en lo que debería ser una “normalización” de tipos. Tanto el mercado laboral como el crecimiento económico así lo indican. Y eso supone que, tras la subida prevista de esta semana, deberíamos asistir a un alza más significativa el año que viene. Niveles del 2,5% - 3% serían los que se corresponderían a un mercado no intervenido que ajustase fundamentales a realidad. Cuanto más se alejen éstos de la realidad, más serio será el ajuste de tipos.
De momento, hay un detalle a señalar con respecto al balance de activos de la FED, ese gráfico que siempre le repito debe observar como la clave de todo. El alza de tipos del año pasado vino acompañado de una caída de esas reservas. Eso coincidió con un momento de inestabilidad y aumento de volatilidad. Y ese mismo comportamiento podría darse de nuevo. Fíjese en los gráficos. Mientras en el de largo plazo no se aprecian los cambios, si hacemos un zoom y vamos al de más corto, hay una caída de reservas significativo en curso. De las mayores ventas de todo el año.
Que sucedan estas cosas en un ambiente de euforia, como por ejemplo el que vemos, se refleja en el índice que publica la CNN en base a parámetros como volatilidad, spread de los bonos basura, el ratio put/call o el momentum es ciertamente interesante. Hace un mes hablaba en esta misma sección de niveles de miedo. Hoy, tenemos lecturas en el ángulo opuesto.
Interesante por cuanto coincide con el anhelo global mediático de querer alcanzar los 20000 puntos en el Dow, donde aparecen mensajes de este estilo en la CNBC: “Now is time to go all in in stocks” y con lecturas del sentimiento del inversor AAII mostrando un optimismo por encima del 40%, datos no vistos desde hace 2 años.
Y todo esto en un momento en que los mercados ignoran por completo el riesgo político que domina el panorama. Nunca antes los spreads no habían reflejado este hecho. Ni en 2008 ni en 2012. Para el 2017 tenemos desde la incertidumbre de las políticas que va a desarrollar Trump, hasta los resultados de las elecciones en Europa, sin olvidar el desarrollo del Brexit.
Así que, pese a reconocer que me he perdido un buen tramo al alza del S&P, sigo pensando que ¡hasta el infinito y más allá! se lo dejo a mis hijos y a sus dibujos. No creo que sea este ya el momento para cambiar de idea y visión para afrontar un cambio de circunstancias que, pese a que quiera ignorarlas, están sucediendo ya.
Buena semana.
¿Se puede comprar y siempre ganar? ¿Y adquirir un activo financiero donde la rentabilidad esperada no condicione el precio pagado? ¿Ya no sirven los fundamentales? ¿Es este un momento donde hay que hacer gestión pasiva y olvidarnos para siempre? La respuesta, a tenor de lo conseguido por todos los índices de Estados Unidos es claramente que sí. A estas alturas, obtener un alza del 5% en un mes en el S&P500 es considerado como algo normal. Como también los es ganar un 10% si miramos el último año o el 80% si tomamos 5 años. Ya nadie se sorprende y se ve como algo lógico, algo que proporcionan las acciones con independencia del precio en un entorno de cero alternativas.