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Los cinco gráficos que podrían cambiar su vida
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Javier Molina

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Los cinco gráficos que podrían cambiar su vida

Quiero llamar la atención para que ser conscientes de la situación actual. Algo no cuadra y se podría estar entrando en un mundo de rentabilidades futuras muy bajas y riesgos muy altos

Foto: El Dow supera los 20.000 puntos. (Reuters)
El Dow supera los 20.000 puntos. (Reuters)

El miércoles pasado se superaban por primera vez en la historia, los 20.000 puntos en el Dow Jones. Decía yo que no se trataba de ninguna referencia técnica ni fundamental, sino más bien de una especie de zona caprichosa de índole psicológica que, a los alcistas, les confirmaba en su creencia de alzas infinitas. Pero para nada cambio mi visión de excesos y sobrevaloración que se han alcanzado en todos los activos financieros de Estados Unidos. Una cosa es reconocer que el mercado ciertamente se ha ido mucho más arriba de lo esperado y otra, que haya que subirse al carro al coste que sea y contra la estrategia definida. Si se pierde un movimiento en una fase de excesos ciertamente larga, se debe analizar lo sucedido para evitar errar de nuevo en el futuro, pero para nada, se debe perseguir un precio y acabar comprando por puro seguimiento de la masa.

Cuando uno entra hoy pensando en el medio plazo, asesorado por esos gestores y sistemas de perfilado que en mercados alcistas nunca fallan, debe ser consciente de que sin negar posibles nuevas alzas, el punto exacto es justo el que muestra el gráfico siguiente; los mismos niveles de excesos que en las últimas caídas fuertes.

Así mismo, les hablaba también de la complacencia existente en mercado medida por el índice VIX. Ese índice que algunos llaman “del miedo” y que, básicamente, recoge la volatilidad implícita de las opciones negociadas sobre el S&P500, es una medida de la incertidumbre con respecto a lo que se espera que puede variar un activo (las acciones que componen en S&P500). De ese modo, lecturas bajas indican poco movimiento esperado y, por el contrario, lecturas altas señalarían variaciones altas de precios. Cuando el mercado cae, lo suele hacer con más fuerza (que no tiempo) y la volatilidad sube. Cuando el mercado sube, la velocidad suele ser menor y, en términos de volatilidad, nos encontramos con niveles mucho más bajos. Si pensamos que el mercado seguirá subiendo y subiendo, los niveles de “miedo” permanecerán bajos y todos querrán aprovechar esa situacion. Justo lo que pasa ahora mismo; todos los especuladores están en la parte corta del VIX, es decir, esperan más caídas de la volatilidad para ganar dinero. Y curiosamente, ese nivel de euforia extrema así medida, no se había visto nunca antes.

Fíjese cómo los niveles a los que se están tomando posiciones cortas de volatilidad pertenecen a los menores de toda la serie histórica. ¿Complacencia tal vez?

Pero aún más significativo es el nulo efecto que todo el cambio político mundial, de la mano de Estados Unidos, está produciendo en los mercados. Niveles máximos de incertidumbre política aprovechados para aumentar más exposición a riesgo.

Si tomamos otro exceso en el petróleo, por ejemplo, más de lo mismo. Récord de posiciones largas especulativas. Hay que buscar fuentes de riqueza como sea y dónde sea al abrigo de la confianza existente en que nada malo puede pasar.

Y mientras nos sigue dominando la idea de que la tendencia es la que manda y que no hay alternativas para los ahorros salvo los mercados, las manos fuertes no paran de vender. Vender para que usted compre y, de ese modo, acabar por cerrar el ciclo. Nuevos tiempos, viejos trucos. Me refiero a los conocidos como “insiders” o personas que forman parte de los consejos de administración y que cuentan con la máxima información disponible. De esta forma, si se ponen a vender de forma significativa puede ser un claro indicador de que algo está pasando. Y no muy bueno si se salen de las empresas que ellos mismos gestionan. Por el contrario, un incremento de las compras podría dar una lectura de confianza y buenas perspectivas. Desde que Trump ganó las elecciones, fíjese como va en aumento el ratio de ventas sobre compras de estos señores.

Incluso podemos ver por sectores lo que está ocurriendo en la última semana. Curioso que justo coincida con un Dow superando los 20.000 puntos y con recomendaciones de compra de sectores como el financiero o el tecnológico.

Y todo esto mientras que desde los medios económicos se nos viene animando a participar de la fiesta (pese a que el anuncio es a varios años vista), ¿quién no quiere jugar a ganar si ya se han superado los 20.000?

Así las cosas, yo no digo que haya que vender ni nada del estilo. Ni siquiera le confirmo que sean estos, efectivamente, los cinco mejores gráficos que les puedo mostrar. Simplemente quiero llamarle la atención para que sea consciente de que se encuentra con una FED en retirada y que no será ya el soporte de los mercados en el futuro, que está en un momento donde la valoración no importa (hasta que un día sí lo hace), que los niveles de volatilidad son extremadamente bajos mientras no hacen más que entrar más y más especuladores en busca de un botín cada vez menor y, donde se nos invita por activa y por pasiva, a participar en los mercados como única fuente de rentabilidad posible. Algo no cuadra y se podría estar entrando en un mundo de rentabilidades futuras muy bajas y riesgos muy altos. A usted únicamente le corresponde aceptar o no el desafío, pero por lo menos, párese a analizar si podrá vivir con ese riesgo si se llega a producir.

Buena semana.

El miércoles pasado se superaban por primera vez en la historia, los 20.000 puntos en el Dow Jones. Decía yo que no se trataba de ninguna referencia técnica ni fundamental, sino más bien de una especie de zona caprichosa de índole psicológica que, a los alcistas, les confirmaba en su creencia de alzas infinitas. Pero para nada cambio mi visión de excesos y sobrevaloración que se han alcanzado en todos los activos financieros de Estados Unidos. Una cosa es reconocer que el mercado ciertamente se ha ido mucho más arriba de lo esperado y otra, que haya que subirse al carro al coste que sea y contra la estrategia definida. Si se pierde un movimiento en una fase de excesos ciertamente larga, se debe analizar lo sucedido para evitar errar de nuevo en el futuro, pero para nada, se debe perseguir un precio y acabar comprando por puro seguimiento de la masa.

Dow Jones