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Javier Molina

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200 'guiris' rabiosos al ataque

Mientras nos venimos fijando en la masificación real de ciertos espacios, se nos escapa la perspectiva de largo plazo con respecto al impacto de los cambios demográficos en la economía

Foto: Vista general del puerto de Palma. (EFE)
Vista general del puerto de Palma. (EFE)

¿Impactan más, en su proceso de decisión de inversión, unos 200 'guiris' clamando por el fin del turismo masivo o las estadísticas sobre caída de población de Eurostat?

Pues estaba analizando justo esos últimos datos demográficos cuando, en un paseo tranquilo por el centro de Palma, me encontré con la manifestación de 200 residentes vestidos de “guiris” en contra del turismo masivo. Bueno, en contra de todos los turistas si uno se tomaba la molestia de preguntar a los asistentes qué era eso que reclamaban.

Como mallorquín que soy, atacar al turista mientras no se tiene un plan económico alternativo, me parece simplemente temerario. Una cosa es que haya que racionalizar y dotar de calidad al sector y, otra muy distinta, parar a los turistas que van por la calle para decirles que no son bienvenidos mientras se hace mofa de ellos.

Y mientras nos venimos fijando en la masificación real de ciertos espacios, se nos escapa la perspectiva de largo plazo con respecto al impacto de los cambios demográficos en la economía. Resulta que, en 1995 era Italia el único país cuya población mayor de 65 años superaba a los que tenían menos de 15. Hoy, son ya 30 los países con ese problema y, en 2020 se sumarán otros 5.

Y es precisamente en Europa donde vemos las principales caídas demográficas. La siguiente tabla muestra, para 2050, la caída de población (%) estimada por las Naciones Unidas. Para nuestro país, la pérdida es de casi un 3%.

En el caso de Alemania, si no tenemos en cuenta el impacto de la inmigración de los últimos años, el descenso sería del 7,7%. El principal problema viene de la tasa de fertilidad que, entre 2010 y 2015 arrojó un dato medio de 1,4%. Si no se supera el 2,1% no se consigue reemplazar a la población.

Este declive estimado coincide con un incremento del número de habitantes por encima de 65 años. Entre 2005 y 2015, Finlandia ha incorporado un 4% más de población por encima de esa edad, Holanda, Dinamarca o Portugal se han quedado también cerca de ese porcentaje.

Si miramos hacia Asia, conocido es el envejecimiento de la población en Japón donde, en 2030 tendrán más habitantes por encima de los 80 años que bajo los 15. Su tasa de caída esperada en 2050 es del 15%. Incluso para China, el país más poblado del mundo, se estiman caídas del 2,5% para 2050.

Todo esto es importante pues tiene consecuencias económicas de gran calado. Una población que envejece y no se repone, impacta sobre el sistema de pensiones. Japón tiene 2,3 cotizantes por cada jubilado. En 1990 eran 5,8 y se espera sean 1,4 en 2050. Alemania viene de 4,7 en 1990 y se espera caiga hasta 1,7 en 2050. En España el problema viene del lado del número de contribuyentes. La crisis ha provocado pérdida de empleo y eso ha hecho que la tasa de cotizantes por cada pasivo cayera a 1,8 en 2016. Al final, esto provoca mayores pensiones, mayor gasto social y menores ingresos.

Del mismo modo, menor población joven y mayor número de gente mayor, impacta en el crecimiento económico y en la tasa de innovación. Desciende la actividad laboral, la demanda de bienes, la tasa de ahorro e inversión y el consumo. Japón es el claro ejemplo.

En España, la crisis ha provocado pérdida de empleo y eso ha hecho que la tasa de cotizantes por cada pasivo cayera a 1,8 en 2016

Estos impactos económicos, derivados de los problemas de población, se deben incorporar al tomar decisiones de inversión pues, nos indicarán qué países presentan mejores oportunidades y cuales mayores riesgos. A través de estos datos podemos prever, en cierta medida, el riesgo político y social de un país y el grado de reformas que debe acometer para hacer sostenible su economía.

Si vamos a comprar deuda (bonos), preferiré destinar mis ahorros a Noruega, Suecia o Nueva Zelanda antes que a Rusia, Colombia o Argentina (desde este punto de vista únicamente). Si vamos a tomar una posición en acciones cuyo mercado es doméstico, preferiré Estados Unidos a Japón.

Así las cosas, en el proceso de toma de decisiones debe considerarse una visión global de los factores que pueden influir en el medio y largo plazo. Está bien vestirse de “guiri” y bajar a la calle a pegar cuatro berridos para sacar toda la rabia acumulada. Pero el 'please don´t come' que escuché y que se escucha muchas veces cuando se habla de inmigración, bajo una perspectiva económica seria, ni ayuda en el corto plazo ni esperemos sea la nota que acabe imponiéndose en nuestra sociedad en el largo plazo.

¿Impactan más, en su proceso de decisión de inversión, unos 200 'guiris' clamando por el fin del turismo masivo o las estadísticas sobre caída de población de Eurostat?

Eurostat