De Vuelta
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Saben quién eres, qué haces y cómo sacarte dinero
Saben quienes somos, nuestra edad, sexo y gustos, saben quienes son nuestros familiares y conocidos, donde estamos, donde hemos estado y donde iremos
Nuestros datos son la nueva forma de pagar por el contenido que utilizamos en internet. Sin darnos muchas veces cuenta, el acceso a esa web de información, aplicación de fotos o red social que nos parece gratuito, tiene una contraprestación que esa entidad proveedora se encarga de explotar. El big data y su versión “en bruto” del Data Lake, habitan en cada acción que llevamos a cabo en la red. Saben quienes somos, nuestra edad, sexo y gustos, saben quienes son nuestros familiares y conocidos, donde estamos, donde hemos estado y donde iremos, saben si has iniciado o roto una relación sentimental, si estás embarazada o que mascota tienes y como se llama. Conocen perfectamente que marcas te gustan, las tiendas que visitas y si estás buscando trabajo. En mi caso, hasta saben que soy del Mallorca pese a que hemos bajado a los infiernos.
Por ejemplo, el fabricante de los robots aspiradores del modelo Roomba, quieren vender y según parece ya venden sus datos. Y no solo a empresas como Amazon o Google, sino a todo tipo de compañías como fabricantes de aparatos de música (que podrán ofrecerle la solución correcta del equipo y potencia necesaria, así como la colocación optima de los altavoces en su casa) hasta empresas de iluminación que podrán saber los puntos de luz necesarios para lograr la mejor ambientación de cada uno de los espacios de su hogar.
Para que tenga una clara idea de las fuentes de datos que las organizaciones piensan serán de mayor utilidad, Statista realizó una encuesta entre ejecutivos con estos resultados esclarecedores.
Lo quiera o no, ya saben todo de usted y por diferentes medios. Da igual que borre las cookies, que utilice el portal de borrado digital www.deseat.me o que limpie su rastro de navegación. Sacarán el máximo partido posible a sus datos pues el big data es un recurso habitual en todo tipo de sectores desde hace ya varios años.
Pero, de otro lado y volviendo a los mercados, esta información personal digital creada por y sobre la gente a los que ya muchos consideramos como un nuevo activo (asset class), está creando una oportunidad de negocio que varias empresas están aprovechando.
Estas compañías colectoras de datos, que utilizan sus tuits, mails, fotos, llamadas, visitas en la web, sus acciones en Facebook como dar un “me gusta”, son capaces de sacar su perfil, gustos y deseos actuales y futuros para poder monetizarlos. Del mismo modo, los gobiernos pueden utilizar esa información recolectada para mejorar ciertos servicios públicos y usted, gran aportador de datos gratuitos, no hace nada pues sigue revisando su correo gratis, leyendo las noticias sin coste o visionando el último vídeo en Youtube cuyo link subieron a Facebook. Se trata de utilizar su información personal en un momento en que todos y todo está conectado a la red en tiempo real.
Aquí las oportunidades van desde la empresa que quiere atacar a su público objetivo claramente segmentado e identificado utilizando datos, hasta compañías que proveen del software necesario para la gestión de esa información. Salesforce (CRM) por ejemplo es líder en la gestión de información de clientes y en computación en la nube, Tableau (DATA) provee de software para que se puedan entender y utilizar datos correctamente. Splunk (SPLK) es una plataforma de software avanzada de análisis. IBM, SAP, SAS o Teredata son también ejemplos de empresas en esta parte del negocio. Tras estos casos de proveedores de plataformas, se puede también invertir en los fabricantes como IBM, Oracle o HP. De otro lado, Amazon es el claro ejemplo de cómo potenciar el negocio para vender más, colocando el uso de datos en el centro de todo lo que hace y el impacto en su cotización ya lo conoce. Facebook es otro claro ejemplo.
En estos gráficos de Statista vemos los ingresos por big data en todo el mundo y las previsiones sobre el tamaño del mercado.
Así las cosas, mientras algunos indican que hay que añadir el big data al capital, tierra y trabajo como factores de producción, el protocolo bitcoin puede cambiar la forma en la que se utiliza nuestra información. Esa es mi apuesta. Se llegará al momento en que, como proveedores de datos que somos, cobraremos en formato micropagos por cada aporte a la red que hagamos. Desde recibir dinero por subir fotos a Instagram, hasta por utilizar youtube para que se visionen nuestros vídeos o compartir un artículo en Linkedin. Y será el consumidor de esos datos el que pague por ello. Imagine el caso de una foto que hacemos y subimos sobre decoración.
Cuando alguien pinche para verla, éste enviará un micropago (bitcoin permite hasta 8 decimales) al fotógrafo, al decorador y al dueño de la casa (por ejemplo). De esta forma, consumidor y proveedor de datos se incentivan y retribuyen mutuamente. Es la monetización que vendrá y donde el bitcoin tiene mucho que aportar fuera de la especulación a la que le han acostumbrado. Al final, se trata de recuperar la privacidad y dominio de nuestros datos mientras, de paso, invertimos la ecuación y recibimos dinero por ello.
Nuestros datos son la nueva forma de pagar por el contenido que utilizamos en internet. Sin darnos muchas veces cuenta, el acceso a esa web de información, aplicación de fotos o red social que nos parece gratuito, tiene una contraprestación que esa entidad proveedora se encarga de explotar. El big data y su versión “en bruto” del Data Lake, habitan en cada acción que llevamos a cabo en la red. Saben quienes somos, nuestra edad, sexo y gustos, saben quienes son nuestros familiares y conocidos, donde estamos, donde hemos estado y donde iremos, saben si has iniciado o roto una relación sentimental, si estás embarazada o que mascota tienes y como se llama. Conocen perfectamente que marcas te gustan, las tiendas que visitas y si estás buscando trabajo. En mi caso, hasta saben que soy del Mallorca pese a que hemos bajado a los infiernos.
- Revolución ‘big data’ en las habitaciones: Meliá aplicará un precio a cada cliente Agustín Rivera. Málaga Fotos: Jesús Domínguez
- Quién es el delegado de datos, el 'delator' que llega a tu empresa en mayo Á. G. Z.