¿Utilizará el bitcoin una Cataluña independiente?

Los acontecimientos económicos de esta última semana, han relevado a los políticos y sociales con respecto al tema catalán. Y aunque ya comenté aquí mi opinión personal y de mercados sobre el posible devenir de los acontecimientos, el visionado anoche de un vídeo de la CUP me ha hecho ver que, tal vez y como ha sucedido en China o en Venezuela, sea el bitcoin una solución para evitar el control y flujos de capital que estos antisistema afirman van a tener que imponer una vez proclamada la independencia unilateral.

El bitcoin (BTC) es una divisa digital cuyo uso se da solo en internet y que pretende, siendo totalmente descentralizada, pues no la controla ningún banco ni emisor central, servir para intercambiar bienes y servicios. Esta transmisión destaca entre otras, por ser inmediata, por ofrecer alta seguridad gracias a la criptografía que utiliza, por poderse usar a nivel mundial y sin intermediarios, por ser transacciones irreversibles y por preservar la privacidad. Sin embargo y pese a que esa no es su idea inicial, como divisa digital que es, también está siendo utilizada también como una forma de evitar controles de capitales y, en el caso de Venezuela se está convirtiendo en la divisa más fiable para poder acceder a ciertos bienes y servicios.

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Luego entonces, si tenemos unos tipos que proclaman lo que van a hacer respecto a la economía una vez proclamada la independencia, con un corralito y una devaluación que entran en sus planes y a eso le unimos el fuerte incremento de catalanes abriendo cuentas fuera de esa comunidad, ese escenario es tristemente posible dada la reacción popular.

Analizando el potencial de implantación del bitcoin en un mercado determinado y en base al estudio de la London School of Economics, parece que dar una respuesta afirmativa al titular de hoy, no es tan descabellado. Bajo ese supuesto de implantación de los ideales de la CUP, el uso del Bitcoin puede darse tanto como almacén de valor, como un sustituto de intercambio entre agentes e incluso, como divisa alternativa dentro de un supuesto así contemplado.

Actualmente y según el índice del potencial del Bitcoin (BMPI), los 10 países mejor posicionados para adoptar el BTC son estos de la tabla. De la primera (izquierda) destaca Estados Unidos dada la fuerte penetración que tiene el BTC en ese país y el impacto en el índice, pero si se escala contemplando ese factor, pasaría (derecha) al puesto 72.

En cualquier caso, de este índice no sorprende ver a Argentina y Venezuela copando los primeros puestos dada la alta inflación, la marcha de la economía y la regulación impuesta por los gobiernos. Los controles de capital y la frecuencia de crisis financieras ayudan igualmente a estar arriba en el 'ranking'. Al final, y pese a las limitaciones que este índice tiene, se trata solo de ver dónde puede quedar una Cataluña independiente y si tendría sentido bajo los supuestos afirmados por la CUP, que el BTC fuera una especie de salvación a lo Venezuela.

Y es que en ese país el bitcoin representa, pese a su volatilidad, una de las monedas más seguras que muchos venezolanos pueden tener. La demanda y popularidad del bitcoin (BTC) es una respuesta ante la escalada de la inflación que allí se vive (triple dígito) y la consecuente y constante devaluación del bolívar. Ese interés se está viendo no solo en el interés generado sino también en el volumen negociado como vemos en el siguiente gráfico.

De ese modo, los venezolanos están utilizando el BTC como forma de salvaguardar sus ahorros, como forma de poder intercambiar bienes (y servicios) y como forma de operar con remesas. La criptomoneda está ayudando a escapar de la hiperinflación y de los controles de capitales. Y eso mismo sucedió en Argentina cuando se prohibieron las compras de dólares y en China cuando se está usando como forma de escapar de esas restricciones de capital.

Ejemplo de plataforma P2P (entre pares) existente en Venezuela para convertir bolívares a BTC.

Así las cosas y pese a que ciertamente es un supuesto extremo, resulta que en el peor escenario posible económico que pueda darse en Cataluña, será posible refugiarse en una divisa digital descentralizada que evite sufrir en la medida de lo posible, las consecuencias que la extrema izquierda quiere imponer. En cualquier caso y como ya he dicho, el bitcoin no está pensado para esa función sino para ser el dinero de internet y proporcionar a los ciudadanos un medio de pago que posibilite la ejecución de transferencias de valor rápidas, a bajo coste y que, además, no pueda ser controlado ni manipulado por gobiernos, bancos centrales o entidades financieras (definición del BE). Pero claro, si las circunstancias se dan, en este caso concreto me temo que el fin justificará los medios. Ojalá no tengamos que ver si tengo o no razón.