De Vuelta
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¡Las acciones ya son bonos!
En este momento de alegría popular globalizada siento decirle que no, que los bonos no son acciones y que la volatilidad de unos y otros no tienen nada que ver
En los últimos 30 años, el mayor ratio observado de alcistas frente a bajistas ha sido de 4,2 a 1. Hoy, estamos muy cerca de alcanzar ese máximo histórico al tocar niveles de 4 a 1 en lo que llevamos de mes. Los alcistas representan ya el 60% y de los bajistas solo quedan un triste 15% de los encuestados. Todo ello, según el ratio de sentimiento del Investor Intelligence.
A esta situación ayudan los buenos resultados empresariales publicados en Estados Unidos. Hasta la fecha van superando las expectativas creadas y, aunque este trimestre parece se ralentiza el buen crecimiento de la primera mitad del año, el consenso de mercado sigue siendo favorable para todo 2017 y 2018. El sector energético, tras un mal año 2016, continua con su aporte al crecimiento global del S&P500 junto al sector tecnológico y el industrial. Y pese a la aportación negativa de las empresas financieras, de telecomunicaciones y las utilities, el crecimiento será positivo.
Y van a ser ya 50 las sesiones donde el Dow Jones, por ejemplo, marque esos niveles record en lo que va de 2017. El máximo drawdown (caída desde máximos) es del 0% para el S&P500 en 2017, la volatilidad de ese índice marca mínimos históricos con movimientos “intra-día” que no superan el 0,35% de variación y cada vez se parece más a un bono o, como dicen algunos, a un depósito a plazo. Y cuando yo les mostraba que la rentabilidad esperada del S&P en 10 años, atendiendo a medidas de valoración como el CAPE es del 0%, me decía un lector que más del 90% del tiempo ese ratio se mantenía por encima de la media. Es decir, que no pasa absolutamente nada y que el riesgo ha desaparecido del mercado. Hasta invertir en bonos basura (ahora les llaman de alto rendimiento…) europeos es ya menos arriesgado que hacerlo en el bono a 10 años de Estados Unidos. En 2008 rentaban cerca del 26% y hoy apenas pagan un 2,29%.
Volviendo al tema de la volatilidad, es curioso ver como a 12 meses acciones (SPY) y bonos (AGG) cotizan a niveles muy similares. Este hecho se vio en 2007 y en 1996. En datos anualizados eso significa tener menos de un 7% de volatilidad, datos no vistos desde hace más de 53 años y magnitud que le puede ayudar a ver la calidad del fondo de inversión de renta variable norteamericana que tiene en cartera. No olvide compararlo también contra la rentabilidad acumulada del 15% de ese índice.
En este sentido, parece que la estadística puede romperse también este año con respecto al mes de octubre. Tomando datos desde 1970 hasta 2016, el presente mes es el que mayor volatilidad tiene a lo largo del año. En un 30% de los días del mes se tienen movimientos superiores al 1%. A día de hoy estamos lejos de experimentar esa volatilidad.
Así las cosas, parece que estemos ante una burbuja de todos los activos y en casi todos los mercados. Hasta el bitcoin (BTC), al que le daban por herido de muerte en la pasada corrección de septiembre, vuelve a marcar máximos históricos camino de los 6000 dólares. A este paso, no nos quedará ni Japón…el clásico ejemplo que demostraba que, a largo plazo no todos los índices subían.
Y es en este momento de alegría popular globalizada cuando siento decirle que no, que los bonos no son acciones y que la volatilidad de unos y otros no tienen nada que ver. Que el S&P no es un depósito a plazo y que no es lógico que un bono basura le pague menos que un bono norteamericano. Hasta le diré que no es lógico el comportamiento de nuestro Ibex con lo que se nos viene encima y hasta podré admitir que el bitcoin no tiene sentido alguno que cotice a 6000 dólares. Usted siga bailando mientras la música suene, mientras yo sigo observando desde la barra.
En los últimos 30 años, el mayor ratio observado de alcistas frente a bajistas ha sido de 4,2 a 1. Hoy, estamos muy cerca de alcanzar ese máximo histórico al tocar niveles de 4 a 1 en lo que llevamos de mes. Los alcistas representan ya el 60% y de los bajistas solo quedan un triste 15% de los encuestados. Todo ello, según el ratio de sentimiento del Investor Intelligence.