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¿Compro ya mis dólares para viajar a Estados Unidos?
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Javier Molina

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¿Compro ya mis dólares para viajar a Estados Unidos?

Ahora mismo tiene un abaratamiento del dólar del 20% en los últimos seis meses, con lo que suya es la decisión de capturar ese nivel o esperar a que Trump la siga liando

Foto: Viajar a EEUU. (Pixabay)
Viajar a EEUU. (Pixabay)

Estos últimos meses están siendo muy interesantes para el mercado de divisas. Parece que desde que Trump jurara su cargo y tomase como necesidad tener un dólar débil, los mercados hayan reaccionado en su favor provocando un movimiento constante y de cierta envergadura hasta día de hoy. Desde el euro hasta muchas de las divisas emergentes, sin olvidar incluso al yen, la depreciación del USD es clara. Esta semana y tras las declaraciones de Trump que sorprendieron a muchos, vimos caídas superiores al 1% en un día y respecto al yuan, en lo que volvió a ser la vuelta de los temores a la guerra de divisas.

Que el presidente de Estados Unidos lleva a cabo manifestaciones al respecto no es un tema menor. No es habitual que se hagan ese tipo de comentarios sobre la divisa norteamericana por el impacto que pueden tener en los mercados globales. Existe una especie de protocolo seguido por los dirigentes mundiales al respecto que, como viene siendo ya costumbre, Trump no quiere cumplir y a poco que puede, vuelve a recordar sus deseos de un dólar débil y tacha a China de un manipulador de divisas. “El dólar está muy fuerte y nuestras empresas no pueden competir [con China] y eso nos está matando”. Añadió que, “si la reforma fiscal impacta de forma negativa en el dólar (aprecia), entonces tendrá que hacer lo posible para llevarlo abajo”. Las palabras de Trump supusieron la peor caída del dólar semanal, no vista desde febrero de 2016.

Si bien es verdad que las principales magnitudes (que no todas) que impactan a medio y largo plazo sobre la divisa son las diferencias de crecimiento económico, las perspectivas de inversión y la política de la Fed (que está en plena subida de tipos con el impacto al alza en el dólar) y Trump realmente cuenta con pocas opciones de mover el dólar, lo cierto es que ha creado incertidumbre en el mercado que ha llevado a ese incremento de volatilidad.

Mientras que para un turista norteamericano que vaya a viajar a Europa, esta alza del euro le supone un mayor coste, la depreciación del dólar es muy positiva para las compañías nacionales exportadoras que se dedican a vender bienes y servicios en el resto del mundo. Un euro se convierte en más dólares y eso significa mayores ingresos. Además, un dólar fuerte tiene su impacto en la inflación pues son más baratos los productos importados y por el impacto en los precios de las materias primas.

Sin embargo, la debilidad del dólar puede explicarse bajo factores más solventes como el crecimiento económico exterior. Existe una relación directa entre las expectativas de ese crecimiento y los cambios de las divisas. Si resulta que se superan aquellas esperanzas, la divisa en cuestión tiende a apreciarse. Y esto podemos verlo en el siguiente gráfico; la debilidad del dólar parece responder más a factores externos.

Si la debilidad del dólar se sigue manteniendo, el impacto sobre los resultados empresariales será positivo (de las exportadoras) y será otro argumento utilizado por los alcistas del mercado de acciones como nueva gasolina que consumir en el ciclo alcista que se vive. Si le añaden las recompras de acciones y el discurso queda niquelado.

Aprovechando el momento, un mito que tal vez convendría aclarar es el de la correlación entre dólar y S&P 500. Se habla de correlación inversa y positiva y éstas se intentan explicar para justificar o proyectar una tendencia de precios. Sin embargo, se han dado condiciones económicas y monetarias totalmente distintas y como puede ver en el gráfico que va desde 2008 hasta hoy, en ningún momento se ha podido constatar una correlación significativa que pueda servir para argumentar que un dólar débil significa un S&P 500 bajista (este año lo tenemos bien claro) y alzas del dólar no han sido siempre sinónimo de alza del índice.

Así las cosas y viendo la tendencia del dólar, lo lógico pareciera ser que se pueden dar cotizaciones aún más bajas contra el euro. Hace no mucho las previsiones de los principales bancos de inversión mundiales, hablaban de la paridad contra el euro. Hoy la zona 1,30 parece tener más probabilidad que no la referencia del 1,15 aunque esto como sabe, no es más que una apuesta más. Si va a viajar este verano a Estados Unidos, ahora mismo tiene un abaratamiento del dólar del 20% en los últimos seis meses, con lo que suya es la decisión de capturar ese nivel o esperar a que Trump la siga liando y veamos referencias superiores.

Estos últimos meses están siendo muy interesantes para el mercado de divisas. Parece que desde que Trump jurara su cargo y tomase como necesidad tener un dólar débil, los mercados hayan reaccionado en su favor provocando un movimiento constante y de cierta envergadura hasta día de hoy. Desde el euro hasta muchas de las divisas emergentes, sin olvidar incluso al yen, la depreciación del USD es clara. Esta semana y tras las declaraciones de Trump que sorprendieron a muchos, vimos caídas superiores al 1% en un día y respecto al yuan, en lo que volvió a ser la vuelta de los temores a la guerra de divisas.

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