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La tabla para preparar mejor la jubilación
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Javier Molina

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La tabla para preparar mejor la jubilación

A la hora de planificar el ahorro destinado a la jubilación, sin entrar en si nos quedará una contribución pública o no, nuestras decisiones de hoy marcarán nuestro futuro

Foto: Hucha con forma de 'cerdito' (Flickr/Ken Teegardin)
Hucha con forma de 'cerdito' (Flickr/Ken Teegardin)

A la hora de planificar el ahorro destinado a la jubilación, sin entrar en si nos quedará una contribución pública o no, nuestras decisiones de hoy marcarán nuestro futuro en términos monetarios del mañana. A este respecto es importante que todos entendamos que no se trata de intentar predecir el futuro, sino de aprender del pasado y comprender el presente para gestionar mejor con ese objetivo.

Si tuviéramos que establecer unas pautas que ese enfoque debiera tener, de cara a seleccionar esa combinación de activos que nos lleven hacía el resultado deseado, parece interesante recordar una serie de principios que deberían cumplirse en ese sentido.

Foto: (Flickr/Ken Teegardin)

En primer lugar y utilizando un gráfico de JP Morgan, debemos contar que probablemente viviremos más años que nuestros ancestros. Cruzados los 65 años, resulta que una pareja tiene un 92% de probabilidad de que alguno de los miembros llegue a los 80 años y un 50% de que alguno llegue a los 90. En términos de necesidades monetarias, éste no es un tema menor y deberemos incorporarlo al planificar la estrategia de inversión.

placeholder Probabilidad de vivir hasta los 80 y 90 años
Probabilidad de vivir hasta los 80 y 90 años

Del mismo modo, el hecho de que vivamos más tiempo tiene otras muchas implicaciones que hacen de la planificación financiera una obligación para todos. Por ejemplo y dada la rápida transformación que el mercado de trabajo está sufriendo, no deberíamos dejar de prever un gasto necesario extra para reciclar nuestros conocimientos durante la vida laboral. Parece casi obligado que tengamos que ponernos al día en avances tecnológicos, canales de venta o comercialización. Y esa formación no es gratis. Igualmente, el gasto médico que deberemos afrontar puede no ser el que tenemos previsto hoy.

Desde el punto de vista de inversión y con respecto a preparar esa bolsa de la cual tiraremos en el futuro, las implicaciones del lado del riesgo, cantidad y periodicidad del ahorro son claras. Esto nos lleva al segundo de los principios que caen justo del lado de iniciar el ahorro lo más pronto posible y en la mayor cuantía asumible. Utilizar el interés compuesto y disponer de cash periódico son factores que ayudarán a lograr esas metas.

En tercer lugar, una vez tomada la decisión de preparar el futuro, se deberá ser consciente que pese a realizar una buena diversificación, el mercado en general y todos los activos en particular sufren de la llamada volatilidad. Hay ciclos y momentos negativos que deben entenderse como implícitos dentro de una estrategia. Por eso deberán establecerse correctamente los plazos, objetivos y la capacidad para aislar las emociones del proceso de inversión.

Y así llegamos a la llamada tabla de Callan que muestra el comportamiento de los principales instrumentos objeto de ser invertibles. La tabla recoge desde 1998 y hasta 2017, la rentabilidad obtenida por 10 tipos de activos en cada uno de esos ejercicios. Están colocados por instrumento en cuestión (color) y rentabilidad obtenida. En la zona alta se colocan los que mejor rendimiento han tenido en ese año y van descendiendo conforme cae la rentabilidad. La idea básica es disponer, a modo de tabla periódica de química, de un instrumento muy visual que define perfectamente el riesgo y la rentabilidad en el tiempo. Teniendo claro que el pasado no garantiza futuro alguno, sí manifiesta de forma clara la incertidumbre que rodea a todo proceso de inversión, la importancia de conocer el riesgo que se asume por tipo de activo y la capacidad de responder a las necesidades de cada inversor.

placeholder Retornos de activos
Retornos de activos

De esta forma y tomando el MSCI de mercados emergentes, éste se coloca como el que más veces se repite en la zona alta de la tabla ofreciendo la mejor rentabilidad. Sin embargo, si observamos la parte baja, es también el que más veces ocupa el último lugar. Esto nos indica claramente que, mayor volatilidad mayor posibilidad de asistir a movimientos más fuertes tanto al alza como a la baja.

Basta con hacer un pequeño back testing para entender lo comentado. Si tenemos un inversor que colocó 10.000 dólares en 2004 y analizamos hoy casos de inversión distintos, obtenemos estos resultados en 3 supuestos diferentes. El primero donde invierte el 100% de sus ahorros en emergentes (portfolio 1), otro que sólo lo hace en bonos (portfolio 2) y un tercero que combina al 50% ambas opciones (portfolio 3), los resultados entre 2014 y hoy día, serían los siguientes:

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Retornos de carteras

Los 10.000 USD de 2004 serían hoy 35.942 en el portfolio 1, 28.842 USD en el portfolio 3 y 16.988 en el caso del portfolio 2. En la columna de CAGR puede observar la tasa de crecimiento anual compuesta (inflación ajustada) y en la columna siguiente, la desviación estándar de los rendimientos mensuales.

placeholder Crecimiento de activos
Crecimiento de activos

Muy interesante es observar los ejercicios más malos, pues nos da una referencia del riesgo asumido. Si lo vemos para el peor de los casos y de forma gráfica mediante el drawdown o caída desde máximos, cerramos el círculo. Fíjese como en el último periodo de estrés (2007-2009) la cartera de emergentes alcanza una caída del 60% contra un 4,31% que experimenta la de bonos.

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Correcciones

Así las cosas, parece que deberemos prepararnos para una vida más larga que requerirá de más recursos. Lograr el mix entre riesgo y rentabilidad es clave y se deberá diversificar a conciencia, así como iniciar el proceso de ahorro lo antes posible. Observando la tabla mencionada uno puede, por lo menos, tener una imagen fiel de cómo han ido hasta ahora las cosas para, desde ese punto de vista, entender qué debe hacer de ahora en adelante, tanto del lado de rentabilidad perseguida como del riesgo que está dispuesto a asumir.

A la hora de planificar el ahorro destinado a la jubilación, sin entrar en si nos quedará una contribución pública o no, nuestras decisiones de hoy marcarán nuestro futuro en términos monetarios del mañana. A este respecto es importante que todos entendamos que no se trata de intentar predecir el futuro, sino de aprender del pasado y comprender el presente para gestionar mejor con ese objetivo.

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