Es noticia
¿Volverá el bitcoin a los 19.000 dólares?
  1. Mercados
  2. De Vuelta
Javier Molina

De Vuelta

Por

¿Volverá el bitcoin a los 19.000 dólares?

Tras un 2017 donde se logran rentabilidades espectaculares, el primer trimestre de 2018 devuelve a la realidad a esta criptomoneda

Foto: Foto: Reuters.
Foto: Reuters.

El primer bloque de bitcoin fue minado en enero de 2009, y pocos días después, su conocimiento se hizo público. Bajo la idea de crear una forma de transmisión de valor de forma digital, instantánea, segura y descentralizada, se inicia una verdadera revolución cuyo impacto afectará a todos y cada uno de los sectores de nuestra sociedad. Sin embargo, no es hasta 2016 cuando la tecnología y los criptoactivos pasan de ser algo reservado a unos pocos visionarios y desarrolladores tecnológicos a convertirse en temática pública. En 2017 se produce el 'boom', tanto del número de ICO (captación de fondos para nuevos desarrollos tecnológicos) como del interés e impacto en el precio de los criptoactivos, seduciendo a más inversores y especuladores, que provocan uno de los mayores movimientos de precios de toda la historia.

Atraídos por el ruido y la avaricia, asistimos a la llegada de oportunistas sin conocimiento alguno en busca de dinero gratis. Tras un 2017 donde se logran rentabilidades espectaculares, el primer trimestre de 2018 devuelve a la realidad a una gran parte de esos especuladores, y las caídas del 70% en tres meses enseñan el verdadero significado de la palabra 'riesgo'.

Cuando el bitcoin cae, surgen de nuevo las reflexiones sobre la burbuja que experimentan los criptoactivos y la necesidad de regulación

Justo en ese momento, surgen de nuevo las reflexiones sobre la burbuja que experimentan los criptoactivos y la necesidad de regulación o incluso prohibición. Tras la caída de los 19.000 hasta los 6.000 USD en el caso del bitcoin (BTC), los especuladores atrapados (que no son pocos) se preguntan si ya hemos visto el fin de la caída y si esos 19.000 dólares volverán a recuperarse.

Foto: Foto: Reuters. Opinión
TE PUEDE INTERESAR
Papá, ¿es normal que caiga tanto el bitcoin?
Javier Molina

Me sorprendía el otro día un tuit donde, al más puro estilo Wall Street, se colocaban las predicciones de precios de varios personajes, siempre positivos, sobre el precio del BTC. Estos contrastan con los comentarios de otra parte de la comunidad financiera como Roubini, que prevén un valor nulo del BTC, o de Steve Strongin, de Goldman, que comentaba que la gran mayoría (que no todos) de los criptoactivos pueden valer cero.

placeholder

Dejando de lado las predicciones, sí creo que lo que realmente importa es saber en qué momento de mercado estamos para, desde ese punto de vista, poder ser capaces de tomar las decisiones oportunas. A este respecto, me parece interesante establecer un razonamiento sobre el que poder basar el grado de probabilidad que cualquier toma de posiciones en criptoactivos puede reportar.

Este argumento se sustenta sobre las posibilidades de la criptoeconomía más allá del éxito o fracaso del bitcoin. Es decir, el futuro puede no centrarse en esa criptodivisa, pero sí sobre la capa de valor que se ha ido creando gracias a ella y que delimitará el porvenir de la economía.

Cerca del 70% de la población global tiene algún dispositivo móvil, más de la mitad cuenta con acceso a internet y un 42% utiliza alguna red social

Tres son los grandes pilares que me hacen ser positivo respecto a la validez de un nuevo orden 'tokenizado'. La primera de las evidencias que muestran que este fenómeno criptoeconómico va en serio, pasa por el cambio generacional. Los 'millennials' son ahora los que toman el relevo en todos los aspectos de la vida. Son digitales, pues han nacido y crecido en este entorno, y sus necesidades pasan por el uso continuo de la tecnología. No creen en los intermediarios y un mundo descentralizado cuadra perfectamente con su modo de vida. No entienden la función clásica del banco, utilizan cada vez menos el efectivo y las tarjetas, y sin embargo usan cada vez más el dispositivo móvil para pagar y relacionarse con los demás. Son los que marcan ahora el consumo, empezando por la compra de autos, continuando por la adquisición de una vivienda y decidiendo que el primer activo en el que invertirían, fuera de la reducción de deuda y la compra de su casa, sería en criptomonedas.

Este cambio generacional coincide, además, con la transformación mundial hacia ese entorno digital mencionado. Cerca del 70% de la población global tiene algún tipo de dispositivo móvil, más de la mitad cuenta con acceso a internet y un 42% utiliza alguna red social. La digitalización es un hecho y el impacto que ello tiene y tendrá es obvio. En 2016 el 18% de los pagos mundiales se realizaron mediante 'e-wallet'. En 2021 ese dispositivo será el prioritario con un total estimado cercano al 50%. En ese entorno y bajo estas circunstancias, no contar con algún tipo de divisa digital parecería absurdo y la generación que va a hacer esto posible son los 'millennials' que, por cierto, estadísticamente marcan un hito importante en el número de los mismos (en USA los 'baby boomers' eran unos 79,5 millones, mientras los 'millennials' son unos 95,8 millones).

placeholder

La segunda evidencia de la importancia de la criptoeconomía en el futuro de inversión, pasa por la consideración de los criptoactivos como un nuevo 'asset class'. La Reserva Federal de St. Louis publicó un interesante documento al respecto y, bajo esa idea así lo he venido contando desde esta misma sección. La verdad es que ya se está dando un alto valor a ciertos activos intangibles. Utilizando información de Fundstrat, si atendemos a la actual composición del S&P 500 resulta que un 77% del valor actual del índice es intangible. Si tomamos el valor de los FANG, el 91% proviene de la parte no tangible (incluyendo marca) y si se pasara a liquidar los activos en mercado, teóricamente nos devolverían 9 céntimos por dólar invertido. Es decir, el valor de muchas empresas actuales está creado sobre la confianza y expectativas. Y lo mismo sucede con los criptoactivos.

Desde el punto de vista de gestión, contar con una serie de activos que hasta la fecha permiten diversificar y descorrelacionar con el mercado clásico, no es un tema menor. Si tomamos el BTC contra el S&P, el ORO o el mismo VIX obtenemos estas correlaciones actuales de 0,06 o negativa para el índice de volatilidad.

placeholder

Dado el momento de correlación máxima actual de los componentes del S&P 500, contar con un instrumento que nos permita reducir ese riesgo me parece por lo menos, digno de consideración y estudio. A día de hoy estamos en niveles máximos en las acciones norteamericanas de correlación, no vistos desde el lunes negro de 1987 y los criptoactivos podrían suponer una buena ayuda en la gestión de un portfolio.

placeholder

Del mismo modo, si algún día el bitcoin (o cualquier otra criptomoneda digital) llegara a consolidarse como reserva de valor, el que lo hiciera para el 1% del total valor actual (oro, inmobiliario, bonos, etc.) supondría valorar cada BTC a unos 150.000 USD.

La tercera evidencia pasa por el cambio que hemos visto en el sector financiero. Si en septiembre de 2017 JP Morgan hablaba de fraude en todo lo relacionado con el bitcoin, en noviembre matizaba ya sus palabras y hace un mes, febrero de 2018, admitía que los criptomonedas podrían utilizarse como un activo financiero dentro de una cartera. Soros o los Rockefeller confirmaban este mismo mes de abril, su interés por invertir en el criptomundo.

placeholder

Así mismo, el mero hecho de que un mercado regulado como el CBOE admita a cotización futuros sobre el bitcoin (activo no regulado) muestra ese mismo interés de la industria por sumarse a la nueva tendencia. Aquí hay dinero y Wall Street lo sabe y quiere ser parte de ello. Estudios del mismo Fundstrat ponían de manifiesto que entidades como Coinbase ('exchange' regulada en US) eran más rentables ya que entidades consolidadas como el ICE (Intercontinental Exchange). Goldman pagó unos 400 millones de USD por la compra de la Exchange Poloniex. Y el dinero institucional no ha dejado de fluir hacía este mundo. Un ejemplo claro lo tenemos en el volumen alcanzado por los 'hedge funds' que, según datos de Autonomous Next, alcanzan los 251 y unos activos bajo gestión que pueden rondar los 5.000 millones de dólares.

Si atendemos al tamaño del criptomercado y lo comparamos con los mercados de renta variable mundial, a diciembre de 2017 resulta que éste se situaba entre los 20 primeros más grandes del mundo. En aquella fecha eran 550.000 millones de 'market cap' y quedaba muy cerca de los 700.000 millones de nuestro mercado español. Esto significa que el sector va a empezar a dedicar recursos de análisis, información y gestión dada la relevancia que ha tomado. Hoy está cerca de los 400.000 millones y el interés sigue igual de fuerte.

Así las cosas y con independencia de que hablemos de bitcoin (BTC) o del ether (ETH) y sin entrar en temas de valoración, lo que creo que sí está claro es que la criptoeconomía ha llegado para desbancar y sustituir a otras fórmulas tradicionales, tanto desde el punto de vista de financiación como de inversión. Negar la evidencia no lo lleva más que a perderse un tren que me temo ya ha salido y que, pese a no estar aún en su velocidad de crucero, tiene un destino claramente marcado. ¿Podrá bitcoin regresar a los 19.000 USD de enero? Pues aquí cada uno tiene que hacer su propio análisis y entender qué riesgo está asumiendo. Los analistas anteriores han establecido precios incluso superiores, pero en cualquier caso no debe olvidar que son meras expectativas y que éstas pueden cumplirse o no. De mi lado solo recordarle que esta tribuna no pretende invitar a inversión alguna y solo muestra mi opinión que, eso sí, pasa por apostar por un mundo donde la criptoeconomía será la nueva asignatura a dominar en el futuro inmediato.

El primer bloque de bitcoin fue minado en enero de 2009, y pocos días después, su conocimiento se hizo público. Bajo la idea de crear una forma de transmisión de valor de forma digital, instantánea, segura y descentralizada, se inicia una verdadera revolución cuyo impacto afectará a todos y cada uno de los sectores de nuestra sociedad. Sin embargo, no es hasta 2016 cuando la tecnología y los criptoactivos pasan de ser algo reservado a unos pocos visionarios y desarrolladores tecnológicos a convertirse en temática pública. En 2017 se produce el 'boom', tanto del número de ICO (captación de fondos para nuevos desarrollos tecnológicos) como del interés e impacto en el precio de los criptoactivos, seduciendo a más inversores y especuladores, que provocan uno de los mayores movimientos de precios de toda la historia.

Inversores Wall Street