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El “veneno de rata” podría cotizar en bolsa
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Javier Molina

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El “veneno de rata” podría cotizar en bolsa

Atreverse a determinar cuál será el desarrollo y aplicación futura de Blockchain y de las nuevas formas de inversión que con ella se han abierto es, ciertamente, muy aventurado

Foto: Representaciones de criptos. (Reuters)
Representaciones de criptos. (Reuters)

Atreverse a determinar cuál será el desarrollo y aplicación futura de Blockchain y de las nuevas formas de inversión que con ella se han abierto es, ciertamente, muy aventurado y susceptible de sufrir grandes variaciones. Es por esa misma razón que uno debe ser muy exigente cuando atiende a los argumentos que, desde lados totalmente opuestos, se ofrecen sobre la materia.

Volvía a sorprender esta semana pasada Warren Buffett, uno de los más grandes inversores del mundo, con sus críticas sobre la inversión en las criptomonedas. Que a estas alturas de la película no sepa diferenciar entre una criptomoneda (cuya función final sería la de ser medio de pago, entre ellas el bitcoin), una criptocommodity (sobre las que se pueden generar capas de valor, entre ellas el ether) o un criptotoken (aquellas que no suelen tener Blockchain propia y que funcionan a modo de aplicaciones en base a esa tecnología, como sería el caso de Iconomi) es hasta cierto punto, normal. Pero de ahí a catalogar como demencia global y “veneno para ratas” la inversión en este nuevo asset class, hay un mundo y una serie de precisiones que deberían hacerse. La primera y la más obvia es que al final, todo esto ni siquiera va de bitcoin (BTC) cuyo papel en el criptomundo ha caído a cifras que no superan el 35% del total negociado, sino de un cambio estructural que pasa por la tokenización de todo tipo de activos, entre ellos las acciones y bonos.

Foto: Este año la cita con Hacienda trae una nueva aplicación móvil y servicio telefónico para presentar la declaración (Fuente: Pxhere)

No soy tan necio como para meterme con uno de los mejores inversores del mundo, pero cuando a uno le llaman rata...el tema merece su atención y cierta réplica. Imagino que tal rechazo a esta nueva forma de inversión que, poco a poco va calando entre cierta parte de la comunidad, nada tiene que ver la actual composición de la cartera del señor Buffett con respecto al sector bancario. La publicaba Phillip Nunn en una red social el otro día y tiene cierta gracia dado el tamaño que ha invertido en el sector, uno de los más afectados por todo lo que la tecnología Blockchain trae consigo. La descentralización significa, en cierta forma, el principio del fin del actual sistema bancario tal y como hoy lo conocemos y eso, cuando tienes una posición tan importante, puede no ser gusto de todos.

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Bancos en EEUU

Pero sin duda alguna que este no es el motivo y que habrá alguna razón de peso que le haga pensar a Buffet que no hay que tocar estos activos. Lo interesante del tema es la obsesión que éste tiene por algo que no entiende y que, en sus palabras, no tiene importancia alguna. Si a mí un activo no me interesa, simplemente lo ignoro y no lo convierto en parte de mi discurso de forma habitual. O tal vez se ha leído el último informe de JP Morgan, otro de los grandes contrarios a la inversión en criptoactivos, que de repente los empieza a considerar como apto para ciertas carteras, en su ansia por lograr cierta diversificación. Y eso puede tampoco gustarle.

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Criptos, JPM

Sin embargo y frente a estos genios, otra parte del lado institucional parece que sí está por la labor de empezar a considerar la inversión en Blockchain y en criptoactivos como algo real. Venrock Capital Firm, asociado con la familia Rockefeller y el Soros Fund Management han dado sus primeros pasos para tomar posiciones. Goldman Sachs, que compró una Exchange hace no mucho tiempo, manifestó igualmente su intención de abrir una mesa de negociación en criptoactivos. Hay dinero en juego y Wall Street empieza a ver las posibilidades de este nuevo negocio.

Pese a que todavía no existe una regulación específica para los criptoactivos, el trabajo del regulador en diferentes países incluida la SEC norteamericana, ha empezado a ponerse en marcha con la misión de proteger al inversor y establecer cierta normativa. Mientras se define si un criptoactivo es un “security”, se examinan varios hedge funds, se establecen los requerimientos sobre KYC y AML o se avanza en una especie de institución virtual de autorregulación de Exchanges, el inversor institucional goza ya de un entorno donde poder desarrollar su actividad y planes de inversión.

Así mismo, el gobierno británico ha lanzado una especie de comisión gubernamental de trabajo, responsable de definir y transmitir los riesgos y beneficios de los criptoactivos. El brasileño BNDES está en plenas pruebas de concepto con respecto a tokenización de la moneda local, con objetivo de lograr mayor transparencia. Y desde el FMI mientras que se advierte sobre la parte “oscura” de los criptoactivos, de otro lado reconoce las ventajas que desde la misma tecnología existen para mitigar esos riesgos.

Estos avances incorporan al mismo tiempo, cierto grado de aceptación clave para que ese dinero institucional gane confianza. El mercado de futuros organizado sobre bitcoin fue el primero de los regulados dando acceso a esos inversores y está funcionando correctamente desde su creación en diciembre de 2017.

Además, el crecimiento tanto en wallets abiertos como del número de direcciones únicas, no ha dejado de crecer pese a los fuertes movimientos, en clara señal del asentamiento de la confianza en esos activos.

Bitcoin, activosEthereum, activos

Esta situación de inicio de regulación, el incremento de la comunidad, el inicio de entrada de dinero institucional y la mayor aceptación global que, unido al avance de las aplicaciones de la tecnología subyacente, dejan patente que el futuro puede pasar por la criptoeconomía y que, permanecer al margen de tal movimiento responde más a intereses perversos o, en su defecto, a un claro desconocimiento y pérdida del tren que hace un tiempo ya se ha puesto en marcha.

Así las cosas, el ICE (Intercontinental Exchange), dueño del New York Stock Exchange parece estar desarrollando una plataforma online para negociar criptoactivos, lo que significaría estar ante la primera bolsa establecida en lanzar dicho servicio. Resultaría interesante ver cómo, de continuar estos planes del ICE, Buffet podría amanecer cualquier día de estos con la noticia de que su veneno para ratas, cotiza ahora en bolsa.

Atreverse a determinar cuál será el desarrollo y aplicación futura de Blockchain y de las nuevas formas de inversión que con ella se han abierto es, ciertamente, muy aventurado y susceptible de sufrir grandes variaciones. Es por esa misma razón que uno debe ser muy exigente cuando atiende a los argumentos que, desde lados totalmente opuestos, se ofrecen sobre la materia.

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