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¿Por qué y cómo invertir en cannabis?
Encontrarse ante una industria de alto potencial en un momento incipiente, no es frecuente. Ser capaz de visualizarlo, cosa de pocos. Y participar monetariamente, algo muy poco probable
Amazon salió a mercado en 1997 a un precio de 18 dólares, con una valoración de la compañía cercana a los 438 millones de USD. El año pasado superó en bolsa el billón de USD y actualmente cotiza por encima de los 1700 USD por acción. Ser visionario en ese momento e intuir el desarrollo que todo el comercio online iba a deparar, comprender el enfoque sobre el cliente y la importancia que sobre la logística la empresa manifestaba ya desde su inicio, y tener una visión de largo plazo, fueron los requisitos que cumplieron los primeros inversores en la empresa.
Encontrarse ante una industria de alto potencial en un momento incipiente, no es frecuente. Ser capaz de visualizarlo, cosa de pocos. Y participar monetariamente, algo muy poco probable. Muy visual es el gráfico que Everett Rogers, uno de los primeros precursores de la llamada “teoría de la difusión de innovaciones”, establecía en base a unos perfiles (con cuantificación incluida) para quienes adoptan una innovación o idea: los innovadores (2,5%), los usuarios iniciales (13,5%), la primera mayoría (34%), lo que llamaba mayoría tardía (34%) y los últimos en incorporarse (16%).
Hace poco menos de un año, ya nos preguntábamos si la marihuana iba a ser el próximo oro verde, y si estábamos en una de esas fases iniciales previas a un fuerte y sostenido crecimiento. Desde entonces, muchos son los avances y cambios experimentados en el sector, que abarcan desde la legalización para uso recreativo en Canadá (primer país del G7 que lo hace) o médico en Alemania, hasta fuertes caídas y recuperaciones del ETF más negociado sobre ese mercado (MJ). En lo que va de 2019, ese instrumento que se caracteriza por una muy elevada volatilidad, acumula un alza del 50% y unos activos bajo gestión de 1100 millones de dólares.
Tras casi un siglo de prohibición en Estados Unidos, la legislación ha empezado a cambiar y las posibilidades de estar en ese momento temprano del desarrollo de una industria, se podría convertir en una realidad. Y no se trata únicamente del uso médico, sino también del uso recreativo amparado por un régimen legislativo que podría seguir (según indican algunos autores) la línea del que tienen alcohol y tabaco. Encontrarse con largas colas en un establecimiento recién abierto al público para comprar cannabis legal, recibir más de 30000 pedidos online en las 15 horas siguientes a la apertura del negocio en Québec, agotar las existencias disponibles en cuestión de horas y padecer un desfase entre demanda y oferta no fácilmente ajustable, son pistas que bien podrían indicar el potencial del negocio existente.
Varios informes coinciden en las grandes cifras globales del mercado legal de marihuana, cifrando en unos 150 mil millones de USD el volumen que podría alcanzar la industria en 2025. Esto supone una tasa anual de crecimiento compuesto del 34,6%. El aumento de la aplicación del cannabis en enfermedades mentales, cáncer o dolores crónicos (entre otros muchos), se estima impulsará esa expansión de forma significativa. La inversión, tanto pública como privada, en estudios y desarrollo de nuevas formas más seguras para la ingesta de la marihuana como extractos concentrados, vaporizadores, aceites, bebidas infusionadas e incluso caramelos, supondrán un empujón extra al uso y adopción del cannabis.
Si lo acotamos a Estados Unidos y según la NFD, especializada en sacar datos de la industria del cannabis, el mercado legal de marihuana alcanzaría los 25 mil millones de USD en 2025, lo que supone una tasa de crecimiento anualizado compuesto de casi el 15%. El uso médico presenta un alza media del 11,8%, mientras que el uso recreativo pasaría de los 4,75 de 2018 a los 10,86 mil millones de USD en 2025. Este mercado, pese al gran crecimiento esperado a nivel mundial, se colocaría como el que mayor consumo representa. Además, cada vez más estados del país están avanzando en la legalización del cannabis y se espera que en 2 años, el proceso se haya generalizado.
En América Latina, se estiman en unos 13 millones los usuarios de cannabis y un volumen de negocio de casi 10 mil millones de dólares. En Europa, las cifras arrojan un total de 23 millones de personas que consumieron cannabis el año pasado, y unos 12 millones los que lo hicieron el último mes. Algunas firmas apuntan una cifra de negocio para 2029 que puede superar los 115 mil millones de euros, siendo el 50% destinado a uso médico.
Volviendo a Estados Unidos y tomando el caso de California en 2018, eran más de 900 mil el número de pacientes que utilizaban el cannabis dentro de sus tratamientos. En Michigan unos 270 mil y en Arizona se superaban los 169 mil (fuente statista). En este sentido, son 29 los estados del país donde la marihuana está ya legalizada para este uso médico. En 10 de estos estados el consumo es legal con fines recreativos y convive con el medicinal, y está despenalizado el consumo en otros 18.
Si tomamos ese caso, en un esfuerzo por entender el impacto que la legalización ha tenido, ya en 1996 se aprobó el uso medicinal del cannabis en California. Pero es en 2018 cuando entra en efecto el permiso correspondiente para un uso recreativo. A nivel de ventas, se estima que se pasen de los 800 millones de USD de 2018 a los 4000 millones en 2025. Curiosamente, son las generaciones “Baby Boomer” y “X” las que mayor incremento de consumo experimentan. Desde el punto de vista fiscal, los impuestos sobre un gramo de cannabis alcanzan el 38%. Se requiere de autorización local y estatal, lo que complica el que un negocio pueda abrir de cara al público y que muchos agricultores actuales tengan problemas para legalizar sus instalaciones. Además, las zonas habilitadas para esas plantaciones son escasas y cuentan con una alta demanda. El distribuidor, parte que conecta al agricultor con el consumidor, debe ser legalmente autorizado y precisa de una serie de permisos y condiciones muy específicas.
Desde el punto de vista recreacional, se está empezando a generar un negocio que puede ser muy lucrativo dada la alta demanda. Los ingresos medios, por metro cuadrado (0,92) de los dispensarios de marihuana existentes, se acercan a los 1000 USD anuales, lo que supone, por ejemplo, superar los ingresos de empresas como Whole Foods.
En esta transición, desde la ilegalidad a la legalidad, la tecnología juega también un papel muy importante y se están viendo importantes aplicaciones. Por ejemplo y gracias al uso del IoT se está logrando aumentar la productividad del lado agrícola, controlando el ciclo de iluminación y optimizando cada una de las etapas de la planta. El cultivo de tejido y la manipulación genética ayudará a incrementar la producción y mejorar procesos. Desde el punto de vista médico, la tecnología está permitiendo que no sea el fumar la forma de ingerir el cannabis, y que soluciones en base a vaporizadores y aceites concentrados permitan controlar las dosis a suministrar y reduzcan la toxicidad. Lociones a base de cremas, baños de jabón y de cuidado de la piel se están desarrollando y cambiando la forma en la que se suministra la marihuana. Del mismo modo, la captación y uso del famoso “big data” en una industria que hasta ahora estaba prohibida, está empujando a muchas empresas a desarrollar herramientas de inteligencia sobre el negocio.
Si nos centramos en Canadá, como único integrante del G7 que ha aprobado el uso médico y recreativo, para analizar y sacar algunas conclusiones del potencial de negocio futuro de esta industria, nos encontramos con estos datos. El año pasado, el mercado de cannabis facturó unos 6 mil millones de dólares. Por comparativa, la industria del vino facturó 7 mil millones, la de cervezas unos 9 mil y la del whiskey y otros alcoholes, unos 6 mil millones. Tomando en cuenta el mercado base (consumo anual por precio), el mercado auxiliar (agricultura, productores de complementos, laboratorios y seguridad) y potenciales desarrollos de negocio (ingresos por consumo de turistas, impuestos y licencias), se estima en unos 22 mil millones la cifra total en Canadá de esta industria en 2023. Ya se han empezado a abrir las primeras tiendas físicas con gran éxito, el negocio online se está sofisticando con la entrega en destino en menos de 1 hora (le llaman el Uber de la marihuana), existen varios proyectos en desarrollo en todo el país y, pese a que el proceso de obtención de licencias no es sencillo, los jugadores que están ya posicionados parten con gran ventaja.
Por último, son llamativos algunos pasos dados en el sector. Constellation Brands, el dueño de la cerveza corona, invirtió el año pasado 4 mil millones en el productor de cannabis canadiense Canopy Growth. Altria, el dueño de Marlboro, compró el 45% de Cronos Group de Canadá por 1,8 mil millones en diciembre de 2018. Novartis, cerró el primer acuerdo de la industria farmacéutica con la empresa de cannabis Tilray.
¿Cómo invertir en cannabis?
Partiendo de la idea de que esta tribuna no supone, bajo ningún concepto, una invitación a tomar posición de inversión alguna y que no entro en la parte ética del negocio, no son muchas las opciones con las que poder participar de esta industria del cannabis que, a día de hoy, aún se caracteriza por una alta volatilidad y el riesgo propio de un sector incipiente.
Mientras que es en la bolsa de Toronto donde podemos encontrar el mayor número de empresas listadas, en el Nasdaq también tenemos algunas de las más grandes por capitalización de mercado. Canopy, Aurora, Tilray, Cronos, Aphria, Hexo, o CannTrust son algunos de los principales nombres.
Para ver la dimensión del negocio de alguna de ellas, Tilray tiene ahora mismo productos disponibles en unas 20000 farmacias en Alemania, ha obtenido una licencia de cultivo en Portugal (no de venta), firmó un acuerdo de distribución global con Novartisy con Sandoz en Canadá, está metida en el desarrollo de bebidas infusionadas con cannabis (a la espera de que Canadá apruebe a finales de 2019 nuevas formas de consumo), cuenta con una de las mayores extensiones de cultivo y puede convertirse en el mayor productor mundial.
También existe un REIT centrado en inmobiliario destinado a la industria del cannabis de uso medicinal. Cotizado en el NYSE desde 2016, “Innovative Industrial Properties” (IIPR) es el primero de estos vehículos disponibles para el inversor y tiene una capitalización de 883 millones de USD.
Si lo que se quiere es participar del sector, evitando los riesgos individuales de cada compañía, son 3 los ETFs cotizados a día de hoy. Éstos invierten en aquellas empresas relacionadas con el cultivo legal, la producción, el marketing y la distribución del cannabis. El más grande es el ETFMG Alternative Harvest (MJ) que cuenta con 1100 millones de activos bajo gestión y que salió a cotizar hace 4 años. En el gráfico de su evolución histórica y pese a acumular un 53% de alza en 2019, podemos apreciar la mayor volatilidad implícita del instrumento (39% anualizada) contra el MSCI ACWI IMI que sería su índice de referencia (10% anualizada).
Así las cosas, localizar oportunidades en momentos de adopción temprana es parte del proceso de inversión. Y tal vez esta industria del cannabis pueda ser una interesante candidata una vez vistos los argumentos anteriores. No son pocos los obstáculos que la industria deberá sortear (entre ellos los éticos) y muy alto el riesgo, pero el potencial de crecimiento es igualmente elevado y dará sus frutos a medida que el sector vaya madurando. La demanda no deja de crecer, la industria “retail” ha visto un nuevo negocio favorecido por la mejor legislación, cada vez son más los países y estados que legalizan el cannabis para todos sus usos, se producen movimientos empresariales e inversiones fuertes de grandes jugadores, y muchos inversores institucionales están tomando posiciones en estos activos. Veremos si esta industria será capaz de cumplir con las fuertes expectativas creadas.
Amazon salió a mercado en 1997 a un precio de 18 dólares, con una valoración de la compañía cercana a los 438 millones de USD. El año pasado superó en bolsa el billón de USD y actualmente cotiza por encima de los 1700 USD por acción. Ser visionario en ese momento e intuir el desarrollo que todo el comercio online iba a deparar, comprender el enfoque sobre el cliente y la importancia que sobre la logística la empresa manifestaba ya desde su inicio, y tener una visión de largo plazo, fueron los requisitos que cumplieron los primeros inversores en la empresa.