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¿Hay que invertir en el dron que te traerá la próxima pizza?
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Javier Molina

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¿Hay que invertir en el dron que te traerá la próxima pizza?

Este aumento de la demanda global está llevando a que varios países estén trabajando en la regulación del espacio aéreo para este negocio a fin de dotarlo de un marco normativo claro

Foto: Un dron lleva unas pizzas en los Países Bajos (EFE)
Un dron lleva unas pizzas en los Países Bajos (EFE)

Según publicaba Bloomberg hace unos meses, el mercado de drones global se espera alcance los 58.000 millones de USD en 2026, con una tasa anual de crecimiento (CAGR) del 16,4% en el periodo 2021-2026. El uso de drones comerciales en este tiempo, se espera crezca a un ritmo del 28%. Esta actividad consiste en el servicio de entrega de paquetería mediante el uso de drones (UAVs), de peso ligero, control remoto y centrados en negocios que van desde el “e-commerce” hasta servicios de restauración, suministros o servicios médicos. Hasta la fecha, Estados Unidos y Canadá, seguida de países como Israel, son los mercados donde los mayores progresos se están observando. En enero de este año, más de 1,8 millones de drones se habían registrado en la FAA de Estados Unidos, dejando claro que su aplicación más allá del uso en materia bélica, y enfocada a negocios y consumo, es una realidad. En UK, otro plan pretende utilizar drones para llegar a zonas rurales más remotas, reduciendo las emisiones de co2 y utilizando la tecnología para reducir ese aislamiento. En Singapur, la autoridad portuaria lanzó un programa de uso de drones para transportar documentación y suministros como parte de integración en toda la actividad marina.

Por poner un ejemplo y en el caso de Israel, existe una iniciativa piloto a nivel país, que ha pasado a la tercera fase de desarrollo. Con el objetivo de aliviar los problemas de congestión del tráfico, mejorar la calidad del aire y hacer que sea económicamente viable para los potenciales consumidores, bajo el plan nacional de drones israelí se están realizando pruebas que van desde el uso autónomo de estos sistemas en el análisis de las condiciones de contaminación, hasta la entrega de comida a domicilio, pasando por servicios médicos como el envío de sangre donada de un hospital a otro. En este momento, se pretende realizar unos 300 vuelos al día con el objetivo de testear la viabilidad de todo el proyecto. Esta fase “beta” une a fabricantes de drones, comerciantes y reguladores de cara comprender cómo será el cielo una vez que cientos de drones acometan distintas necesidades y servicios.

La pandemia ha sido otro de los catalizadores del aumento de demanda de estos servicios. Su utilización para el envío de productos vitales y medicinas a poblaciones que han permanecido confinadas, ha jugado un papel importante en Estados Unidos, esperándose mantener el uso en los próximos años al tiempo que, los costes se van ajustando. El acceso a lugares más remotos ha ayudado igualmente a este desarrollo. De otro lado y por poner algún ejemplo, la compañía Wing que pertenece a Alphabet, experimentó un aumento de servicios del 500% en la entrega de paquetería durante los peores meses de la pandemia. Los avances en materia tecnológica, con la incorporación de inteligencia artificial, está ayudando al crecimiento del uso de estos aparatos.

Foto: EC.

Este aumento de la demanda global está llevando a que varios países, más allá de lo comentado sobre Israel, estén trabajando en la regulación del espacio aéreo para este negocio a fin de dotar al mismo de un marco normativo claro, lo que se espera acelere el crecimiento del uso de los drones con el objetivo de ofrecer nuevas rutas y servicios. En ese sentido, los procedimientos se están llevando a cabo paso a paso, a fin de lograr la máxima seguridad que permita el vuelo de varios drones simultáneamente mientras realizan tareas distintas. Esto incluye factores a considerar como el ruido producido, el vuelo sobre zonas residenciales o evitar colisiones con pájaros. En estos momentos, la realidad muestra que los drones cubren misiones de unos 5 kilómetros de distancia y pueden transportar unos 2,5 kilos. Para el futuro, se espera cubrir un radio de 100 kilómetros.

Con un mercado en su inicio operativo, varias empresas como Alphabet (GOOGL), Amazon (AMZN), Boeing (BA), UPS o Deutsche Post (DPW) están invirtiendo fuertemente en la creación de su flota de drones. Además, la entrada de nuevos jugadores en el mercado, que se espera se siga incrementando en los próximos ejercicios, ha acelerado el proceso de testeo e integración de rutas, el lanzamiento de nuevos drones capaces de transportar pesos mayores y el desarrollo de aparatos que puedan cubrir distancias más largas, en una mejora clara de las capacidades de estos servicios. Empresas especializadas como AeroVironment (AVAV), Ambarella (AMBA) o Kratos (KTOS) son otros ejemplos de jugadores en el sector.

Así las cosas y pese a estar ante un mercado nuevo con ciertos riesgos, los últimos avances comentados ponen de relieve cómo esta industria puede acelerar y facilitar la entrega de paquetería mientras se reducen los costes y el impacto medioambiental. Pero son muchos más los sectores donde puede lograrse mayor valor añadido, pues servicios como el de infraestructuras en sus procesos de inspección, la agricultura o la asistencia de primeros auxilios pueden utilizar estos drones para la optimización de sus funciones, modelos de negocio e impacto social. En ese sentido, recibir nuestras pizzas a domicilio vía dron será algo habitual a lo que, como en tantas otras áreas, nos iremos acostumbrando.

Según publicaba Bloomberg hace unos meses, el mercado de drones global se espera alcance los 58.000 millones de USD en 2026, con una tasa anual de crecimiento (CAGR) del 16,4% en el periodo 2021-2026. El uso de drones comerciales en este tiempo, se espera crezca a un ritmo del 28%. Esta actividad consiste en el servicio de entrega de paquetería mediante el uso de drones (UAVs), de peso ligero, control remoto y centrados en negocios que van desde el “e-commerce” hasta servicios de restauración, suministros o servicios médicos. Hasta la fecha, Estados Unidos y Canadá, seguida de países como Israel, son los mercados donde los mayores progresos se están observando. En enero de este año, más de 1,8 millones de drones se habían registrado en la FAA de Estados Unidos, dejando claro que su aplicación más allá del uso en materia bélica, y enfocada a negocios y consumo, es una realidad. En UK, otro plan pretende utilizar drones para llegar a zonas rurales más remotas, reduciendo las emisiones de co2 y utilizando la tecnología para reducir ese aislamiento. En Singapur, la autoridad portuaria lanzó un programa de uso de drones para transportar documentación y suministros como parte de integración en toda la actividad marina.

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