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Historias imprescindibles de la bolsa y los mercados: psicología bursátil
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Marc Garrigasait

El Abrazo del Koala

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Historias imprescindibles de la bolsa y los mercados: psicología bursátil

Kostolany decía: “no confié en aquellos que han encontrado ya la verdad; confié en quienes siguen buscándola”. Esta frase es válida para muchos aspectos de la vida, pero mucho más para la bolsa

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Se puede ganar o se puede perder, pero lo que nunca se puede es recuperar lo perdido”. André Kostolany.

El gran Kostolany decía:“No confíe usted en aquellos que han encontrado ya la verdad; confíe solamente en quienes siguen buscándola”. Esta frase es válida para muchos aspectos de la vida, pero mucho más para las inversiones en bolsa, en bonos o divisas.

Ante la pregunta de quépensaba sobre los inversores que afirman que siempre compran en mínimos y venden en máximos, Kostolany respondía: “Son unos embusteros”.

Sobre la importancia de analizar la historiaen bolsa y mercados financieros, Kostolany responde: “Es muy importante, ya que, si no, no es posible prever los acontecimientos futuros. Hay que comprender por lo menos los pasados. Facilita reflexiones ulteriores. Tras cada operación en los mercados fructífera o fallida, el inversor debe analizar su éxito o fracaso. Por qué era buena la operación, quéargumentos eran positivos y cuánta suerte hubo en ellos. O bien en la dirección opuesta: por qué fracasó la operación, quéargumentos estaban equivocados, quéimponderables se mezclaron, dónde estaba la falta cometida en la valoración”.

Comportamiento de la bolsa con Adolf Hitler

No se debe comprar acciones en el corto plazo cuando se tiene una mala opinión a largo plazo o se ve un peligro. No se circula con un coche ni cinco kilómetros si sabes que podrías tener un accidente. Quien crea que el desarrollo político exterior o interior podría ser desfavorable a las bolsas, siempre en un plazo corto de tiempo, debe calcular el riesgo y no desdeñarlo con la excusa de que falta mucho tiempo. Recuerdo con mucha precisión una experiencia personal en los años 30.

En los años 30 vivía en París y estaba posicionado a la baja en bolsa. Los motivos eran en parte económicos y en parte políticos. Pero la bolsa subía y subía por causas técnicas y porque los “sindicatos” (no séa quiénes se refería Kostolany o el traductor) habían manipulado al alza. Llegaron las elecciones en Alemania y Hitler subió al poder. Sesenta y siete diputados nazis, con uniformes pardos y brazaletes con la cruz gamada, entraron en el Reichstag. Para muchos aquel fue un acontecimiento desagradable y una sorpresa.

La Bolsa de París no se vio en absoluto afectada, a pesar de ser un acontecimiento susceptible de influenciar el futuro, y siguió su alegre alza. En vano repetía ante mis colegas bolsistas en París el disparate que representaba el alza: en un país vecino y tradicionalmente enemigo de Francia había alcanzado el poder un partido que amenazaba la paz. '¿Quénos importa a nosotros lo que ocurre en Alemania? Aquí estamos en Francia', me objetaron mis colegas. Me sentí anonadado por aquella tonta reacción y les explique una película de Buster Keaton en la que tocaba el piano en una casa en llamas. Tocaba tan concentrado que no se dio cuenta hasta que terminó la canción y vio su casa completamente destruida. Así os irá cuando os deis cuenta de que la casa se quema. ¿Quéocurrió?

Poco a poco más inversores se fueron dando cuenta de que la ascensión al poder de Hitler no era una broma. Perdieron el placer de especular más al alza. Se produjo entonces una fuerte caída en el mercado, lo que me permitió embolsarme grandes beneficios. Un inversor en bolsa debe siempre mirar a la lejanía, y no tan solo donde le alcanza la punta de la nariz.”

Estos fragmentos corresponden allibro de André Kostolany Estrategia bursátil, traducido del alemán al castellano por EditorialPlaneta en 1987 (descatalogado durante años).

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Por último, encuentro muy interesantes unosconsejos sobre actitud mental y psicología ante la inversión en mercados financieros:

Tras sus éxitos, por espectaculares que hayan sido, un inversor en bolsatiene que comportarse modestamente y en ningún caso experimentar orgullo, pues incluso el más tonto puede lograr éxitos en bolsa. Tanto más cuanto quemuchos tontos forman la tendencia y el tonto no es más que la molécula de la multitud. Hay sólo dos posibilidades: un activo puede subir o bajar. Con matices como es natural, y diferente intensidad. Cuando de las dos posibilidades se opta por la buena, todavía no es motivo para presumir de ello. Puede ser un golpe de suerte como cualquier juego de azar. Cuando se tienen luego buenas ideas hay que tener también esperanzas, pero siempre se precisa, asimismo, cierto escepticismo, puesto que son muchos los imponderables que podrían hacer borrón y cuenta nueva.”

En el prólogo del primer libro, el autor menciona cómo se dice dineroen varios idiomas y culturas: "Sólo el idioma alemán llama al ganar dinero ‘verdienen’, que podría traducirse como ‘merecerlo, conseguirlo con el propio esfuerzo’. Los franceses (y los españoles) lo ‘ganan’, los ingleses lo ‘cosechan’ (earn), los norteamericanos lo ‘hacen’ (make money) y los pobres húngaros lo ‘buscan’. El ganar dinero mereciéndolo (verdienen) puede incluso convertirse en un placer cuando se recibe a cambio de una actividad que se realiza con agrado y divierte".

Aquí podéis encontrar una interesantehistoria del comportamiento de las bolsaseuropeas en las sucesivas invasiones de Hitler a diversos países del Viejo Continente.

Se puede ganar o se puede perder, pero lo que nunca se puede es recuperar lo perdido”. André Kostolany.

París