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La Red suena a dinero: Softonic, Tuenti, Privalia, Buyvip... ¿Goirigolzarri?
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Rubén J. Lapetra

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La Red suena a dinero: Softonic, Tuenti, Privalia, Buyvip... ¿Goirigolzarri?

Queda lejos. Aquellos años felices para el mundillo tecnológico y, especialmente, para los inversores que cargaron las alforjas de dinero fresco cuando se pagaban millonadas por

Queda lejos. Aquellos años felices para el mundillo tecnológico y, especialmente, para los inversores que cargaron las alforjas de dinero fresco cuando se pagaban millonadas por proyectos en internet que no lo valían. De la fiebre puntocom se pasó posteriormente a la depresión y al ensordecimiento de cualquier discurso del gran cambio digital que se venía encima. En este 2010 se están sucediendo las operaciones tecnológicas en todo el mundo, pero también en España, dónde se habla con normalidad de números y negocios en internet como quien estudia las cifras de una fábrica o restaurante. Facturación, ebitda, potencial... El dinero español vuelve a reconciliarse con la tecnología, aunque el detonante haya sido la insoportable crisis financiera que arrastramos desde 2007.

Esta semana hemos asistido a dos operaciones corporativas en el mismo subsector, el del comercio electrónico o la venta por internet. Con la ronda de financiación de 70 millones de euros de varios fondos de inversión en Privalia o la venta de Buyvip al líder mundial del sector Amazon se han iluminado los focos, por fin, sobre los negocios digitales en España. El detonante de ambas transacciones ha sido el reciente aterrizaje online, a bombo y platillo, de la tienda en internet de Zara, la marca de moda del Grupo Inditex de Amancio Ortega. El desarrollo y desenlace ha sido distinto para las dos compañías.

Privalia, proyecto liderado por Juan Carlos Villanueva y Lucas Carné, ha renovado la confianza de sus accionistas, levantando 70 millones de euros los fondos especializados como Index Ventures o Highland Capital, así como también de la caja de ahorros La Caixa a través de uno de sus tentáculos de capital riesgo. Lo han hecho para crecer, comprar empresas y participar en el proceso de consolidación del comercio electrónico ante el avance no sólo de Zara, sino de otros grupos tradicionales como El Corte Inglés, el líder indiscutible en ventas online en España con una cifra de facturación que ya supera con holgura los 300 millones anuales. 

Al calor de uno y otro movimiento se ha cerrado de manera extraña otra operación. Buyvip ha sido vendida al líder mundial del sector Amazon por las dificultades que seguir ese camino de Privalia. Ni Debaeque o la familia cementera Molins han prolongado la aventura de Gustavo Garcíoa Brusilovski . Presuntamente han pagado otros 70 millones por ella y la cifra es presunta porque el grupo de Jeff Bezos no ha revelado los detalles financieros ya que continúa la due dilligence de la compañía.

En busca de nuevos líderes y emprendedores

Este el caldo de cultivo perfecto para que se multipliquen las inversiones en el sector y para que aparezcan figuras de peso procedentes del la industria tradicional. Una de las reapariciones más esperadas es la del ex consejero delegado de BBVA, José Ignacio Goirigolzarri, que volverá a los altares públicos en apenas dos semanas para presentar su aventura empresarial en el mundo de la distribución (¿online?). Será en el Congreso AECOC 2010, dónde compartirá discurso con los grandes espadas del sector como Tesco, El Corte Inglés o Inditex. Porque el consumo habla cada vez el idioma de la red. Sólo en España movilizó el año pasado cerca de 6.000 millones de euros, según datos de la CMT

Entre tanto, la mayor valoración de 2010 entre las tecnológicas españolas ha pasado prácticamente desapercibida. Fue la inversión en Softonic de la estadounidense Digital River, que en enero compró una participación del 10% por 17,5 millones de euros, valorando el 100% de la empresa en 175 millones. La web de descarga de software facturó 15 millones en 2009 y registró un beneficio de más de 7. Esta web fue fundada en 1997 por el emprendedor Tomás Diago y se ha convertido en uno de los casos de éxito más importantes de la red española. Probablemente es el proyecto empresarial que mejor ha sabido abrazar un modelo de pago sobre una web de descargas gratuitas con una audiencia planetaria de 60 millones de usuarios /mes únicos. 

Por último, y salvando las distancias ya que todavía no se dedica al comercio eléctrónico sino a la comunicación, deberá aparecer en este libro de operaciones la mayor red social española. Tuenti acabó en manos de Telefónica por una cifra multimillonaria no confirmada de 70 millones. No fue porque ganase dinero. Apenas lleva unos meses en 'breakeven' (equilibrio gastos e ingresos), sino porque su potencia de marca y acceso a los perfiles de millones de jóvenes españoles le convertían en una especie de amenaza emergente por sus planes para operar en telefonía móvil. Porque ahí, fuera de los PCs y en los dispositivos móviles, está el futuro inmediato de internet. Paradojas de la vida también lo estará en poco tiempo en un viejo aparato presente en todos los hogares y que algunos daban por muerto. Es la televisión y los fabricantes ya preparan su salto para acoger la Red... en 2011.  

Queda lejos. Aquellos años felices para el mundillo tecnológico y, especialmente, para los inversores que cargaron las alforjas de dinero fresco cuando se pagaban millonadas por proyectos en internet que no lo valían. De la fiebre puntocom se pasó posteriormente a la depresión y al ensordecimiento de cualquier discurso del gran cambio digital que se venía encima. En este 2010 se están sucediendo las operaciones tecnológicas en todo el mundo, pero también en España, dónde se habla con normalidad de números y negocios en internet como quien estudia las cifras de una fábrica o restaurante. Facturación, ebitda, potencial... El dinero español vuelve a reconciliarse con la tecnología, aunque el detonante haya sido la insoportable crisis financiera que arrastramos desde 2007.

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