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Powell no sabe lo que hace…o ¿sí?
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Rodrigo Rodríguez

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Powell no sabe lo que hace…o ¿sí?

Como diría mi padre: "Que el último duro se lo lleve otro"; 5% de potencial subida, contra 25% de caída, no es la relación riesgo/beneficio con la que yo me siento cómodo

Foto: El presidente de la Fed, Jerome Powell.
El presidente de la Fed, Jerome Powell.
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En una semana en la que Putin anunciaba que respondería a los tanques con algo más que con armas tradicionales, el Nasdaq confirmaba el mejor empiece del año de su historia, y todo ello con la volatilidad y el petróleo marcando niveles muy por debajo de los que había antes de la invasión de Ucrania.

El miércoles nos esperaba la decisión de la Fed y los resultados de Meta y el jueves y viernes prometían ser moviditos con Apple, Alphabet y Amazon publicando datos y con la difusión de los datos de empleo norteamericanos. Con el S&P muy próximo a 4.150, nivel que ha actuado como clara resistencia en los últimos movimientos alcistas del mayor índice americano, el sentido común invitaba a ser cauto…

Foto: Logo de Meta. (Reuters/ Yves Herman)

Con anterioridad, Powel había dejado claro que le preocupaba que las condiciones financieras fueran tan favorables y que el nivel de la renta variable tiene gran influencia en ellas. El riesgo, por tanto, podría venir de un comentario agresivo (respecto a tipos de interés) por parte del Gobernador de la Fed que acabase con la reciente subida bursátil sin ningún tipo de contemplaciones.

Sin embargo, Powel fue cauto y negó futuros recortes (aunque expresó que ojalá se equivoque y que si la inflación cae más de lo esperado se verá obligado a bajar los tipos), pero sobre todo indicó que el nivel de tipos era ya casi el apropiado y que no le preocupaba la mejora de las condiciones financieras. Aún más importante, a mi entender, fue el comentario en el que expuso que no creía que fuera necesario un debilitamiento del mercado laboral para que la inflación volviera a niveles aceptables para la Fed. Más de uno nos quedamos de piedra, y no escuché uno, sino varios comentarios del tipo: "Powel es un payaso, ha perdido la cabeza, lo pagará caro, ha sido su peor comparecencia pública, sigue traumatizado por diciembre 2018....".

"Expuso que no creía que fuera necesario un debilitamiento del mercado laboral para que la inflación volviera a niveles aceptables"

Los buenos resultados de Meta no hacían más que extender el rally, especialmente en las tecnológicas y en aquellas compañías altamente endeudadas. La luz al final del túnel empezaba a aparecer, o al menos no nos encontrábamos en oscuridad total, y los resultados además no eran tan malos como las estimaciones. Además, aunque el viernes los de Amazon, Alphabet y Apple no fueron tan espectaculares como los de Meta, el mercado solo perdió una pequeña parte de la subida del día anterior.

Esto me lleva al momento clave de la semana y que da pie al título de este artículo: El número de contrataciones salía en 517.000, muy por encima de los 190.000 previstos por el mercado, e incluso de los 390.000 que predecía Goldman Sachs, y el desempleo se iba a mínimos históricos, con los costes laborales solo ligeramente por encima de expectativas. La economía no estaba en recesión, ni siquiera en desaceleración, estaba como una moto.

Foto: Placa de la calle Wall Street junto a la Bolsa de Nueva York. (Reuters/Andrew Kelly)

Y mi pregunta es: si Powel no llega a cambiar su discurso, como hizo esta semana, restándole anticipadamente importancia a la fortaleza de estos números, ¿cuánto se hubiera caído el mercado? Pues bien, el bono a 10 años americano subió 20 puntos básicos el viernes. En situaciones similares, la renta variable cayó más de un 3%, pero el viernes caía solo un 1%. Un dato de empleo como ese podría haber generado una gran bola de nieve, por la incertidumbre respecto a la respuesta de la Fed, e igual Powell sabía lo que hacía, tenía conocimiento de que el número podía venir muy fuerte y no quería descarrilar el mercado.

Recordemos que, si bien estamos en año preelectoral, Biden tendrá muy pocas posibilidades de aplicar una política fiscal expansiva y, obviamente, unos tipos en máximos y un mercado en mínimos o en caída, claramente no ayudarían a su reelección. Obviamente, la Fed es, supuestamente, independiente, pero,a mi entender, nadie llega a Gobernador de la Reserva Federal siendo un incompetente, e igual Powel tenía muy claras las consecuencias de sus palabras y, por un lado, generó un rally preventivo para amortiguar una probable caída generada por el número de empleo, además de, simultáneamente, restar importancia a dicho dato en sí.

Dicho todo esto, opino que la calidad del rally ha sido baja, con un movimiento al alza de todas las áreas que más dudas crean: tecnológicas altamente endeudadas, crypto, SPACs, meme stocks, NFTs... con lo que andaría con cuidado.

La economía y el mercado laboral funcionan y la inflación ha retrocedido lo suficiente como para que la Fed ya casi haya concluido su ciclo

Como escribía la semana pasada, parece que se ha descontado un escenario Goldilocks. La economía y el mercado laboral funcionan adecuadamente y la inflación ha retrocedido lo suficiente como para que la Fed ya casi haya concluido su ciclo de subidas, habiendo conseguido evitar la recesión. Paradójicamente, ahora mismo da la sensación de que la mayor sorpresa para los mercados este año sería que la Fed tuviera que endurecer los tipos más de lo que ahora prevé y el mercado espera. En ese caso podrían venir curvas y serían de las gordas.

Les dejo con un comentario de Goldman Sachs referente al posicionamiento: "El cierre de cortos ha sido evidente esta semana. El número de puts (opciones de venta) compradas frente al número de calles (opciones de compra) cayó hasta los mínimos del 22 de abril, lo que apunta hacia un renovado optimismo. Por otro lado, el ratio RSI (Relative Strength Index) tocaba niveles cercanos a 60, lo que también indica un elevado sentimiento de optimismo, hasta podríamos decir que extremo. Esto, además, coincidió con una reducción récord en los libros de nuestros clientes de Prime Bróker tanto de posiciones cortas, como de ventas largas combinadas".

Foto: cotizacion-nasdaq-trabajo Opinión

Así mismo, en estos niveles de mercado, los fondos de tendencia, también conocidos como CTAS, tendrán un comportamiento sesgado a la baja y, durante el próximo mes, en caso de comenzar un nuevo movimiento de caída, estos fondos estarían preparados a vender hasta 200.000 millones de dólares, mientras que el mismo movimiento al alza solo generaría una compra de 40.000 millones. Cinco a uno.

Harnett, de Bank of America, también ha cambiado su tono y, después de defender desde noviembre una posible subida del S&P hasta 4200, más por posicionamiento que por fundamentos, el viernes abogaba por una importante reducción de posiciones, una vez que su índice de optimismo superaba niveles de 4.

Como diría mi padre: "Que el último duro se lo lleve otro"; 5% de potencial subida, contra 25% de caída, no es la relación riesgo/beneficio con la que yo me siento cómodo.

En una semana en la que Putin anunciaba que respondería a los tanques con algo más que con armas tradicionales, el Nasdaq confirmaba el mejor empiece del año de su historia, y todo ello con la volatilidad y el petróleo marcando niveles muy por debajo de los que había antes de la invasión de Ucrania.

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