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Rodrigo Rodríguez

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Sin confianza no hay paraíso

Recuerden, ningún banco en el mundo puede sobrevivir a la pérdida de confianza de sus depositarios

Foto: Sedes de UBS y Credit Suisse en Zurich. (EFE/Michael Buholzer)
Sedes de UBS y Credit Suisse en Zurich. (EFE/Michael Buholzer)
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Es triste ver cómo Credit Suisse, donde trabajé durante 5 años, desde 2008 hasta 2013, el banco que junto JP Morgan era el claro triunfador de la gran crisis financiera, acaba en ruinas, subastado y, probablemente, absorbido por su archirrival, UBS, ese que en 2009 le rogaba le librara de todas sus miserias. Desde entonces creo que Credit Suisse ha sido capaz de estar en todos y cada unos de los escándalos financieros de la última década.

En su día competíamos por ser los mejores, desde que me fui, todas mis fuentes apuntaban a varios motivos por la caótica situación: una cultura corporativa inexistente, un equipo directivo cambiante y una estrategia imposible de entender, pues cada tres meses era distinta de la anterior, todo esto ha puesto de rodillas al antiguo gigante suizo. Pero el mayor problema es que de paso ha puesto de rodillas a todo el sistema financiero europeo y probablemente mundial.

Foto: Sede de UBS en Zúrich (Suiza). (Reuters/Arnd Wiegmann)

La semana pasada analizábamos las caídas de SVB y Silvergate y poníamos de manifiesto la necesidad de una compra por parte de uno de los 4 grandes y de la confirmación inmediata de la garantía de los depósitos por parte de la Reserva Federal. El riesgo era que los bancos regionales americanos empezaran a caer como fichas de dominó porque el mercado asumiera que había algo más grave que lo que saltaba a la vista.

Desgraciadamente, la Fed dio una solución, pero los grandes se mantenían al margen. Ayudarían, pero de compras nada de nada... ¿Resultado? Los bancos regionales americanos caían un 30% el lunes, Credit Suisse un 20% y los bancos europeos se dejaban más de un 5% en su primera sesión semanal. A partir de aquí, todas las medidas anunciadas han sido insuficientes aunque, gracias a Dios, llegamos al viernes sin un crash bursátil cuya sombra se proyecta sobre unos mercados que piden a gritos una solución expeditiva que neutralice el riesgo de catástrofe.

El jueves, el BCE anunció que no preveía contagio al resto del sistema y el Banco Central de Suiza daba una línea de miles de millones a Credit Suisse. La alegría le duró al sistema financiero europeo aproximadamente dos horas y el sector terminaba cayendo más de un 3% en el día y algunos valores un 17% en la semana. Mientras los 2 y 10 años americanos se movían 20 puntos arriba o abajo todos los días, dejando "el mundo hedge fund lleno de cadáveres".

Foto: Sede de BlackRock en Nueva York. (Reuters/Carlo Allegri)

Los más críticos me dirán que eso no es nada, que los tipos habían subido mucho, que no porque hayan bajado hay que hacer nada. Si bien todos esos argumentos son válidos, el problema no es que hayan bajado los tipos, sino cómo y por qué lo han hecho: hay una crisis de confianza y sin confianza no hay paraíso, parafraseando la conocida telenovela.

No se lo tomen a risa, para muestra un botón: ya saben, por previas situaciones, que una de mis especialidades son los dividendos. Es una operación relativamente sencilla en la que compras o vendes un contrato de futuros sobre el dividendo que crees que una compañía va a pagar en un periodo determinado. Esta semana, el divídendo del índice bancario a junio del 2023 (dbem3) trataba 4.70 frente a 5.18 la semana pasada; algo más de un 10% de caída. Si bien esto no debería ser algo llamativo, sí lo es el hecho de que todos los dividendos hasta junio ya han sido anunciados y suman 5.18… En resumen, la gente está vendiendo dividendos ya anunciados, aunque no pagados, el día después de que el Banco Central Europeo diga que no hay ningún riesgo de contagio en los bancos europeos.

La única manera de que estos dividendos no se paguen es que el BCE les prohíba a los bancos hacerlo y, ¿cómo creen que quedaría su credibilidad después de sus comentarios esta semana? La otra posibilidad, que no es del todo remota, es una gran crisis financiera, pero los bancos cortarían dividendos futuros, no dividendos ya anunciados. Comprar estos dividendos, insisto, ya anunciados, proporciona una rentabilidad del 10% en 3 meses (hasta el 16 junio), es decir, más del 40% anualizado. ¡Una locura!

Hace solo segundos cuando estaba a punto de mandar este artículo, me han confirmado que UBS se quedara con Credit Suisse

Pero aún hay más. Este instrumento normalmente trata 250/500 contratos al día. El viernes se operaron unos 15.000. Si no creen que el mundo "va a terminar mañana", compren algún DBEM3 (Dividendos de Bancos Europeos con vencimiento en junio 2023), les pagará las vacaciones.

Hoy lo vamos a hacer, como dicen los ingleses, sweet and short, puesto que la verdad es que estoy agotado de la semana y si no se anuncia una operación corporativa en Credit Suisse y en First Republican Bank, la que viene no va a ser mucho mejor, me temo.

Hace solo segundos, cuando estaba a punto de mandar este artículo, me han confirmado que UBS se quedará con Credit Suisse. Los libros de uno de los traders de renta fija que conozco han sido puestos en el Virtual Data Room, o término utilizado entre los especialistas para confirmar que la subasta ha terminado, y las posiciones están siendo absorbidas y analizadas una a una.

Ningún banco puede sobrevivir a la pérdida de confianza de sus depositarios y si todos queremos nuestros depósitos de vuelta a la vez...

Al parecer se puede producir un spin off de la banca suiza, mientras que UBS tomas las partes del negocio que de verdad quiera, múltiples concesiones por parte del regulador que quiere asegurarse que el lunes a la apertura no hay cables sueltos, esperamos que los americanos sigan el mismo camino.

Recuerden, ningún banco en el mundo puede sobrevivir a la pérdida de confianza de sus depositarios y si todos queremos nuestros depósitos de vuelta a la vez... Sin Confianza no hay paraíso.

Es triste ver cómo Credit Suisse, donde trabajé durante 5 años, desde 2008 hasta 2013, el banco que junto JP Morgan era el claro triunfador de la gran crisis financiera, acaba en ruinas, subastado y, probablemente, absorbido por su archirrival, UBS, ese que en 2009 le rogaba le librara de todas sus miserias. Desde entonces creo que Credit Suisse ha sido capaz de estar en todos y cada unos de los escándalos financieros de la última década.

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