:format(png)/f.elconfidencial.com%2Fjournalist%2Fc34%2Ff1d%2Fcd9%2Fc34f1dcd9a1b978c6d056180eb4800e8.png)
En Primera Línea
Por
Ni con una guerra…
Las tensiones geopolíticas en Medio Oriente y Europa no han impactado significativamente los mercados financieros, mientras que la inversión en tecnología e inteligencia artificial sigue impulsando el crecimiento económico global
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F753%2Fd34%2F00a%2F753d3400a0de37da6cef2b21acd9cc23.jpg)
Si yo les hubiera dicho que Israel iba a bombardear las instalaciones nucleares de Irán, y que estos a su vez iban a intentar bombardear Jerusalén, que esta vez no se trataba de ataques aislados sino de algo que potencialmente puede terminar en una guerra a toda escala en la región más inestable en términos geopolíticos, dudo que muchos hubieran acertado que el mayor índice americano el S&P solo cayera un 1,1%, que el índice israelí cerrase en positivo el domingo, el saudí solo ligeramente a la baja, que el oro subiera solo un 1% o que el petróleo a pesar de una subida del 7%, estuviese solo ligeramente arriba en el año y un 7% por debajo del máximo marcado durante el día el pasado viernes.
Ni siquiera los bonos parecían descontar un deterioro de la situación, y desde Europa, hasta Asia, pasando por Estados Unidos, se veían ventas que marcaban los tipos implícitos mucho más arriba y, por tanto, un mayor apetito por el riesgo.
Si el precio del petróleo se dispara, las favorables cifras de inflación que hemos visto en Estados Unidos esta semana serían papel mojado y, junto con el efecto aún no observado de las tarifas, Trump podría irse despidiendo de los recortes de tipos que tan desesperadamente necesita.
El argumento exhibido por aquellos que defienden que no hay motivo para preocuparse en el siguiente: "Arabia Saudí tiene suficiente capacidad disponible para mantener la situación bajo control, e Irán no tiene muchas alternativas. Si atacan activos estadounidenses, corren el riesgo de involucrar a Estados Unidos directamente en el conflicto. Si intentan bloquear el Estrecho de Ormuz, irritarían a China, que es su mayor cliente petrolero. Cualquiera de las dos medidas beneficiaría la posición de Israel, no la de Irán. A menos que Estados Unidos intervenga, no se avecina una verdadera crisis petrolera. Incluso con el ataque a la refinería iraní de Tabriz, el suministro parece estable. La OPEP puede compensar fácilmente cualquier pequeña pérdida, tal como lo hizo durante las interrupciones entre Rusia y Ucrania".
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Feff%2F597%2F2d8%2Feff5972d80881562985cea70a0fd77ab.jpg)
Parece, por lo tanto, que la situación geopolítica no importa, pero, antes de cerrar este tema, déjenme que mencione una conversación con un amigo americano, un analista político con más de 40 años de experiencia que me preguntaba el jueves si creía que una guerra en Europa era posible. En principio pensé que había perdido la cabeza, pero me comentó que en Alemania están convencidos, y que la gente está habilitando los antiguos búnkeres de la Segunda Guerra Mundial.
Quiero pensar que es una estrategia del gobierno alemán para justificar el nuevo gasto en Defensa e infraestructuras, pero si tiene algo de cierto, les aseguro que el mercado no le otorga ahora mismo ni un 1% de posibilidad.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F187%2F97a%2Fcfe%2F18797acfea4b5eb288783c3c9db8b563.jpg)
Una vez descartado el riesgo geopolítico como un factor que pueda hacer corregir este mercado, debemos mirar el tema tarifas. La verdad es que el fin de semana de negociaciones fue "más de lo mismo". Estados Unidos, desesperado por anunciar un acuerdo, y los chinos, dándoles largas. Imagino que todo el mundo asume que al final tal acuerdo se cerrará, pero mientras tanto, las tarifas chinas están por encima del 34% y las recíprocas americanas en China por encima del 10%, cuando antes de los anuncios de Trump ambas estaban por debajo del 5%. Si a eso unimos que seguimos sin ningún acuerdo, y que ya hemos superado la mitad del tiempo de prórroga, la falta de reacción del mercado parece hacernos pensar que tampoco el mercado corregirá por un tema de tarifas.
Entonces ¿qué nos queda? Pues simplemente lo que nos lleva marcando los últimos 18 meses, la tecnología y la inteligencia artificial.
El impulso de la IA se mantiene firme y continúa impulsando el liderazgo del mercado de valores. Una de las conclusiones más importantes que podemos sacar de la reciente publicación de resultados es el firme compromiso de inversión de capital por parte de los hiperescaladores: las previsiones de inversión de capital se han revisado al alza un 16 % desde principios de año, lo que subraya el desarrollo de infraestructura de IA a largo plazo. Este aumento de la inversión se está traduciendo en resultados tangibles. El Mag 7, que sigue siendo el principal indicador de IA, registró un crecimiento de las ganancias del 28 % en el primer trimestre, muy por encima del 16 % previsto al inicio del trimestre.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F2ca%2F370%2F335%2F2ca3703359a77b045d68380dc1bf5e1c.jpg)
En cuanto a la oferta, también se observan indicios de una aceleración del impulso:
- Las exportaciones de semiconductores de Corea del Sur aumentaron un 22 % interanual en los primeros 10 días de junio, lo que refleja una sólida demanda mundial.
- Los seis principales fabricantes de servidores de IA de Taiwán están experimentando un crecimiento de los ingresos de casi el 40 % interanual en 2025, una fuerte aceleración desde tan solo el 10 % del año pasado, gracias a la creciente demanda de los sistemas Blackwell de Nvidia.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F5bd%2F52d%2F4ec%2F5bd52d4ecc9a7ace0faae6334773da50.jpg)
En resumen, tanto las señales ascendentes como descendentes siguen apuntando a una demanda sólida y creciente de IA y debido al peso de estas empresas en los índices, es difícil que el mercado corrija, a no ser que psicológicamente "cambiemos el chip".
Por lo tanto, parece que lo sabio es mantenerse invertido, pero a estos niveles de volatilidad y con tantas incertidumbres, sin duda la volatilidad no está baja, ¡está simplemente barata! (el movimiento en los metales preciados al menos parece apuntar en esa dirección).
Si yo les hubiera dicho que Israel iba a bombardear las instalaciones nucleares de Irán, y que estos a su vez iban a intentar bombardear Jerusalén, que esta vez no se trataba de ataques aislados sino de algo que potencialmente puede terminar en una guerra a toda escala en la región más inestable en términos geopolíticos, dudo que muchos hubieran acertado que el mayor índice americano el S&P solo cayera un 1,1%, que el índice israelí cerrase en positivo el domingo, el saudí solo ligeramente a la baja, que el oro subiera solo un 1% o que el petróleo a pesar de una subida del 7%, estuviese solo ligeramente arriba en el año y un 7% por debajo del máximo marcado durante el día el pasado viernes.