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Europa debe responder unida y con represalias inteligentes a los aranceles unilaterales de Trump
Trump intensifica su estrategia arancelaria, desafiando a Europa con tarifas del 30% y provocando un dilema sobre cómo responder al "abusón" sin desencadenar una guerra comercial
Después del éxito con Irán y la aprobación de la reforma fiscal americana, Trump ha decidido que puede con todo y lo más importante con todos y ha decidido dar un nuevo giro de tuerca en sus negociaciones sobre las tarifas a aplicar.
Se acabaron las "tonterías", aquel que no acepte sus condiciones, recibe una carta con la decisión unilateral del presidente americano de la tarifa a aplicar, que como ha quedado evidente con el reciente caso de Brasil (tarifa recomendada del 50%) poco tiene que ver con la situación de déficit o superávit comercial de ningún país con los Estados Unidos. Es una decisión unilateral de Trump.
Por ahora le ha salido bien, y el mercado asume que nunca la sangre llegará al río. Se asume que Trump conseguirá que los políticos acomplejados, de las distintas contrapartidas comerciales acepten niveles que si bien absurdos, no "rompen nada"; La técnica es fácil: te amenazo con un número estúpidamente alto a implementar en días, luego te extiendo el plazo de implementación para que negocies y me ofrezcas algo más razonable, pero aún muy superior a lo que pagabas antes que yo decidiera cambiar las normas del juego, y yo obviamente acepto y encima te hago sentir que te hago un favor.
¡Hasta ahora nadie ha plantado cara al "abusón" y eso es lo que puede o debe, cambiar! Cuando yo era pequeño, llegué un día llorando a casa porque se había reído de mí o me había pegado un "abusón". Mi padre mi dijo "la próxima vez le haces cara, y si hace falta le das un guantazo, igual ese día él te devuelve tres, pero nunca más te molestará". Eso hice y encima tuve suerte de no llevarme los dos guantazos.
Pues bien, creo que eso es lo que deberían empezar a hacer alguno de los países a los que Trump está injustamente castigando. Lula lo está haciendo por motivos políticos no económicos.
El sábado Trump anunció unos aranceles de 30% para todos los productos europeos, con algunos sectores pudiendo sufrir aranceles mayores.
Inmediatamente, la presidenta, Úrsula von der Leyen, cayó en la trampa y declaró que se debe llegar a una solución negociada antes de entrar en una guerra comercial y paralizó cualquier tipo de represalias. Al mismo tiempo, dos ministros alemanes dan por cierto que antes del 1 de agosto se llegara a un acuerdo. Música para los oídos del "Abusón".
Europa tiene que actuar como el gran espacio económico que representa, el gran líder que es.
Como Oliver Blanchard expone en su último artículo de opinión, la estrategia correcta consiste en una represalia inteligente, una represalia producto a producto, analizando donde se hace más daño a los Estados Unidos, tanto políticamente como económicamente y menos a Europa.
Opinión La clave es atacar los cimientos del sistema americano, atacar donde son más débiles y es en la estructura en sí de las cámaras de Representantes americanas.
En Estados Unidos los distintos "lobbies" colocan a sus candidatos en ambas cámaras, y es más, muchos de estos senadores o congresistas tienen intereses personales en ciertas de esas empresas y sectores. La clave es identificar quien de ellos es más necesario para las futuras propuestas políticas de Trump y aplicar las tarifas más duras a esos sectores. Cuando estos políticos vean sus intereses dañados plantarán cara al presidente americano.
Como bien dice Blanchard, en el corto plazo puede tener graves consecuencias económicas y geopolíticas, pero les aseguro que cuando Trump vea que no tiene "licencia para matar" igual se lo piensa dos veces y se va a molestar a otro,
La cuestión es qué pasaría si por una vez Europa actúa unida, entendiendo esa unión como nuestra fuerza y no preocupándonos solo por la industria alemana, ¡el vino francés o el aceite italiano, sino por Europa!
Si Europa lo hace igual, el resto de los países también se opone y acabamos con la "estrategia del Abusón"
Desde las elecciones del año pasado, el S&P 500 se ha movido en gran medida en sintonía con el índice de incertidumbre de la política comercial estadounidense. Sin embargo, la semana pasada mostró señales de creciente complacencia, con el S&P 500 alcanzando máximos históricos, a pesar de que la incertidumbre sobre la política comercial alcanzó máximos de 2 millones.
¿Qué pasaría si…?
Después del éxito con Irán y la aprobación de la reforma fiscal americana, Trump ha decidido que puede con todo y lo más importante con todos y ha decidido dar un nuevo giro de tuerca en sus negociaciones sobre las tarifas a aplicar.