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La inflación en la Eurozona cae al 0,5%: ¿qué significa eso para mi bolsillo?
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Kate Lander

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La inflación en la Eurozona cae al 0,5%: ¿qué significa eso para mi bolsillo?

Los hogares son conscientes de los efectos negativos de la inflación sobre su poder adquisitivo. Pero, ¿saben que la causa y por qué les afecta?

Recientemente, en la web de la BBC apareció: "El índice de precios al consumo (IPC) a mayo de 2014 cayó a una tasa anual del 0,5%, desde el 0,7% registrado en abril, según la agencia europea de estadística Eurostat, muy por debajo del objetivo del 2% del Banco Central Europeo (BCE). La bajada significa que el BCE tomará medidas para fomentar el crecimiento y mitigar el riesgo deflacionario.” Efectivamente, el BCE acaba de tomar un conjunto de medidas en esa dirección. Pero no queremos hablar aquí de deflación (que lo haremos), sino de inflación y lo que representa, porque aun siendo en la actualidad baja, no deja de ser un elemento de la economia fundamental que conviene conocer.

La mayoría de las economías domésticas (hogares) son conscientes de los efectos negativos de la inflación sobre su poder adquisitivo, pero ¿saben realmente qué es lo que la causa y cómo puede afectar a sus inversiones financieras, para bien o para mal?

El Programa del Certificado de Inversiones Claritas® de CFA Institute tiene la misión de aclarar y desmitificar el lenguaje de la industria de la inversión, haciendo que las noticias financieras sean accesibles para todos. Por lo tanto, utilizando material del plan de estudios Claritas, podemos explicar el papel de la inflación en la economía y las implicaciones para las inversiones.

La inflación, que se define como un aumento general de los precios de bienes y servicios, es esencialmente una cuestión de oferta frente a demanda. Entre los economistas, hay dos escuelas de pensamiento que tratan de explicar las fuerzas que conducen a la inflación: la visión monetarista y la de los recursos disponibles.

Según la visión monetarista, si la oferta de dinero en la economía es grande, hay más fondos disponibles para obtener una misma cantidad de bienes que no ha aumentado, haciendo subir los precios, y creando inflación. Los monetaristas creen que un banco central (por ejemplo, el Banco Central Europeo o el Consejo de la Reserva Federal de Estados Unidos puede influir directamente en la inflación aumentando o disminuyendo la oferta de dinero en la economía para aumentar o reducir la inflación. Pero la visión monetarista de que existe una relación entre la inflación y la cantidad de dinero en circulación no puede explicar todos los episodios inflacionarios de la historia. No explica, por ejemplo, la inflación derivada de factores externos, como por ejemplo una importante y prolongada subida del precio del petróleo.

Ahora, echemos un vistazo al punto de vista de los recursos disponibles. Esta escuela de economía sostiene que la inflación se impulsa por los costes de producción. Se centra en la disponibilidad y utilización de recursos (también conocidos como factores de producción) y sugiere que la escasez de recursos, el capital, y la mano de obra, lleva a un aumento de los costes de producción. Este incremento de costes es transferido en última instancia a los consumidores en forma de precios más altos, o inflación.

Para resumir los diferentes puntos de vista, la visión monetarista consiste en que la oferta de dinero determina la demanda de productos y por lo tanto los precios y la inflación, mientras que la teoría de los recursos disponibles dice que la disponibilidad de factor capital y factor trabajo dictan los precios y la inflación. En realidad, ambos conceptos son relevantes, por lo que tanto la oferta de dinero y las intervenciones de los bancos centrales, como la oferta y la demanda de factores productivos, deberían ser observados con el fin de poder anticipar los cambios en la tasa de inflación. Relacionando estos conceptos con lo publicado en la web de la BBC, los monetaristas podrían argumentar que la caída de la tasa europea de inflación se debió a una reducción en la oferta de dinero, mientras que los defensores de la teoría de los recursos disponibles podrían argumentar que la causa fue una caída en la utilización y/o el coste de los factores productivos.

¿Qué pasa con la medición de la inflación? ¿Cómo podemos cuantificar la velocidad a la que los precios están subiendo o bajando? El método más común es medir la variación porcentual de un índice de precios de periodo a periodo de tiempo. Por ejemplo, un índice de precios al consumo (IPC) se construye mediante la determinación del peso (o importancia relativa) de cada bien y servicio en el gasto de un hogar típico (referido como una cesta de bienes) tomando como base un año concreto, y entonces medir en cada periodo la variación del precio de toda la cesta de bienes y servicios en referencia con el año tomado como base.

Hay variaciones en esa cesta de bienes que pueden dar lugar a la presentación de diferentes medidas de inflación. Por ejemplo, los responsables de la política económica se refieren principalmente a la inflación subyacente, que excluye los efectos de la volatilidad temporal en los precios de los productos básicos, como son los alimentos y la energía. Así pues, la tasa de inflación más relevante para los hogares y los productores, el IPC, puede diferir de la tasa de inflación subyacente.

La inflación no sólo afecta al gasto de los hogares; afecta a muchas otras áreas de la economía, incluidas las inversiones financieras. Considere usted los bonos u otras inversiones, que pagan como retribución una cantidad fija en efectivo. Si una inversión ofrece el mismo flujo de caja cada año y los precios están aumentando, entonces esa cantidad de efectivo valdrá menos cada año en términos de poder adquisitivo. Esta disminución puede ser un verdadero problema, por ejemplo para colectivos como los pensionistas, que pueden haber adquirido un producto de inversión para la jubilación que les ofrezca un rendimiento fijo. Si los precios suben, ese rendimiento fijo les permite adquirir cada vez menos bienes a medida que pasa el tiempo y su nivel de vida se resiente.

El impacto de la inflación sobre las acciones como inversión financiera es más difícil de analizar. En algunos entornos económicos, las acciones ofrecen cierta protección contra la inflación. Por ejemplo, las empresas pueden ser capaces de aumentar los precios de venta de sus bienes o servicios en la medida en que experimentan incrementos en sus costes productivos, con lo que ni sus beneficios ni el precio de sus acciones se verá afectado negativamente. Sin embargo, para algunas empresas, elevar los precios de venta puede dar lugar a una caída en el volumen de esas ventas. Si quieren detener esa caída, se ven obligados a mantener los precios a sus niveles actuales, por lo que sus ganancias (y el precio de la acción) disminuye.

Podemos ver que detrás de una noticia de la BBC que nos proporciona un dato aparentemente sencillo, se encuentra una historia que no nos cuentan. Uno de los objetivos del programa Claritas es dotar a los que estudian este programa de la capacidad de dar sentido a las noticias económicas que escuchan y leen. De manera que, cuando se enteran de que la tasa de precios al consumo europeaha caído, sean capaces de entender por qué ha disminuido, cómo se ha medido el retroceso, y la relevancia de dicha caída para los consumidores y sus inversiones.ç

(*) Adaptación realizada por Ana Hernández, CFA, miembro del Consejo de CFA Society Spain

Recientemente, en la web de la BBC apareció: "El índice de precios al consumo (IPC) a mayo de 2014 cayó a una tasa anual del 0,5%, desde el 0,7% registrado en abril, según la agencia europea de estadística Eurostat, muy por debajo del objetivo del 2% del Banco Central Europeo (BCE). La bajada significa que el BCE tomará medidas para fomentar el crecimiento y mitigar el riesgo deflacionario.” Efectivamente, el BCE acaba de tomar un conjunto de medidas en esa dirección. Pero no queremos hablar aquí de deflación (que lo haremos), sino de inflación y lo que representa, porque aun siendo en la actualidad baja, no deja de ser un elemento de la economia fundamental que conviene conocer.

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