Las lecciones de la crisis financiera que aún no han sido aprendidas

Recientemente, el Financial Times publicó un artículo en donde señalaba que la Reserva Federal de Nueva York había intensificado la presión sobre los mayores bancos para que mejorasen su cultura corporativa y ética, después de la investigación sobre las denuncias de manipulación en las referencias de los tipos de interés, de la que concluyeron que los empleados de los bancos involucrados en las actividades no han aprendido las lecciones de la crisis financiera.

Desde finales de 2008, la industria de servicios financieros global ha sido sacudida por una serie de escándalos que han erosionado la confianza del público y de los inversores en la industria de la inversión.La confianza es un elemento esencial para el funcionamiento de esta industria, así como para un sector más amplio que abarcaría toda la actividad de servicios financieros;sin ella, las personas tendrán menos probabilidades de prestar o invertir sus recursos, esto es, su capital financiero, lo cual conduce a un menor crecimiento económico a nivel mundial. La noticia publicada por el Financial Times deja claro que, si bien hubo un avance en la ética y en la cultura corporativa desde el 2008, todavía hay trabajo que hacer si se quiere recuperar y mantener la confianza.

El Programa del Certificado de Inversiones Claritas® de CFA Institute tiene la misión de aclarar y desmitificar el lenguaje de la industria de la inversión, haciendo que las noticias financieras sean accesibles para todos. Así que vamos a utilizar algunos de los materiales de Claritas para entender los principios éticos y estándares profesionales y su función como mecanismos para establecer la confianza en los mercados financieros y la industria de la inversión.

Si nos fijamos en cualquier mercado financiero, observamos que está construido sobre una estructura de leyes y regulaciones que permiten garantizar, tanto a las personas como a las empresas que operan en la industria financiera, el poder cumplir con sus obligaciones. Sin embargo, las leyes y las regulaciones no son siempre suficientespor sí solaspara proteger tanto al inversor como a la industria financiera, ya que, o bien no cubren toda la actividad financiera, o bien son a veces vagas o ambiguas. Las leyes y las regulaciones son frecuentemente lentas adaptándose a las innovaciones de los mercados financieros.

Por ello, los mercados también necesitan de códigos éticos y estándares profesionales de referencia. Estos están establecidos por organizaciones como CFA Institute y tienen como objeto guiar el comportamiento de aquellos que trabajan en la industria y ayudarles a adaptarse a la constante evolución del sector de servicios financieros.

Los principios profesionales y los fundamentos éticos aplicables a los de la industria de la inversión incluyen los siguientes:

-Los intereses del cliente tienen la prioridad. Aquellos que trabajan en la industria tienen generalmente la obligación de dar prioridad a los intereses de sus clientes, por delante de los suyos propios o de los de su empleador. No obstante, ante algunas circunstancias la obligación de mantener la integridad de los mercados de capitales tiene la primacía. Por ejemplo, operar con información privilegiada por cuenta de clientes puede darles un beneficio financiero, pero perjudicaría a todos los inversores en última instancia al erosionar la confianza en los mercados financieros.

-Actúa con diligencia, con un cuidado razonable y con un criterio prudente. Aquellosque trabajan en la industria financiera deben esforzarse en trabajar empleando la mejor de sus habilidades, el conocimiento, la destreza, el criterio, la discreción y la experiencia que emplearían como si de sus propias inversiones se tratara.

-Actúa con independencia y objetividad. Los profesionales de la industria financiera deben desempeñar sus responsabilidades de un modo atento y objetivo, a salvo de cualquier impedimento o sesgo –tal como aceptar obsequios o de entrar en relaciones que puedan influir en su criterio-.

-Evita o divulga los conflictos de interés. Los conflictos de interés entre el cliente y el empleado o su empleador deben evitarse o divulgarse, de modo que todos los interesados relevantes sean conscientes de cualquier conflicto y los potenciales efectos que puedan tener sobre los intereses de los clientes.

-Divulga la información relevante de un modo honesto y completo. La transparencia y la buena comunicación son elementos claves en la construcción de la confianza de los inversores y les ayudan a tomar decisiones inteligentes e informadas. Aquellos que trabajan en los mercados financieros que hacen declaraciones falsas o engañosas no solo perjudican a los inversores, sino que también socavan la confianza de los inversores y amenazan la integridad de los mercados financieros.

-Realiza transacciones equitativas. Todos los clientes han de ser tratados equitativamente con independencia de que unos tengan más activos, paguen un mayor importe de comisiones o tengan una relación más cercana con el asesor financiero. La única vía para mantener la confianza del público inversor es por medio de un trato equitativo hacia todas las personas con un interés relevante.

-Protege la información confidencial. Los inversores esperan privacidad, discreción y confidencialidad por parte de la industria de inversión. La información confidencial de clientes, empleadores, contrapartidas y otras personas con un interés relevante debe ser protegida diligentemente.

Esto puede parecer una desalentadora lista a tener en cuenta mientras realizas tus tareas diarias. Sin embargo, su esencia se puede capturar con dos sencillas preguntas:

1. ¿Te gustaría estar en la posición del receptor de tu actuación? Si la respuesta es no, no lo hagas.

2. ¿Se vería manchada tu reputación si tus acciones fueran publicadas por la prensa? Si la respuesta es sí, no lo hagas.

Actuando de una manera ética y con altos estándares profesionales, tú puedes ayudar a la industria financiera a recuperar la confianza de los inversores. La recuperación de esta confianza ayudará a crear una cultura de ahorro a largo plazo con los amplios beneficios que ello producirá a la economía.

Articulo original realizado porKate Lander, Directora de Educación de CFA Institute, EE.UU.
Adaptación del articulo al castellano porEnrique Marazuela, CFA, Director de Advocacy en CFA Society Spain.