Biotecnología en Fondos

Tras los últimos dos años, las OPVs de compañías del sector biotecnológico han recobrado vitalidad durante 2010. Un total de catorce compañías de este sector han lanzado Oferta Pública Inicial en Estados Unidos durante el presente año, un avance importante con respecto a las cuatro presentadas durante 2008 y 2009.

La rentabilidad de la categoría de fondos de inversión sectorial VDOS de Biotecnología muestra en el año una positiva evolución de 12,73 por ciento, con ejemplos notables que superan esa referencia.

Entre ellos, la clase C del fondo DEXIA EQUITIES L BIOTECHNOLOGY se revaloriza en el año un 30,50 por ciento, según VDOS. Para obtener este resultado, el fondo invierte al menos dos tercios de su patrimonio neto en sociedades de este sector. Adicionalmente, el compartimento podrá complementar su cartera con valores asimilables a acciones (obligaciones convertibles o certificados de inversión) liquidez o instrumentos monetarios con vencimiento residual inferior a 12 meses. Tomando como referencia el índice AMEX Biotechnology, el fondo se posiciona en el primer quintil por rentabilidad tanto a 3 meses como a uno, tres y cinco años, con una volatilidad en el último año de 22,32 por ciento. Para invertir en este fondo se requiere una aportación mínima de una participación, siendo su valor liquidativo de 124,75 euros, según los últimos datos de VDOS. Sus partícipes soportan una comisión fija de 1,50 por ciento y de depósito de 0,02 por ciento, además de hasta un 3,50 por ciento de comisión de suscripción.

Un 20,16 por ciento de rentabilidad acumula en el año la clase P ACC del fondo UBS (LUX) EQUITY FUND – BIOTECH, según VDOS. Con el índice MSCI US Investable Market Biotechnology 10/40 como referente, el fondo invierte en empresas de todo el mundo dedicadas a la investigación, desarrollo, fabricación o distribución de productos en el sector biotecnológico. Para su selección, UBS sigue criterios como orientación estratégica, posición dominante en el mercado, solvencia del equipo directivo, sólida base científica, potencial de crecimiento y capacidad de incrementar el valor para el accionista. Combinando diferentes áreas terapéuticas, niveles de capitalización bursátil, fases de desarrollo y nacionalidad persigue un índice de diversificación capaz de ofrecer al inversor un perfil rentabilidad/riesgo óptimo. Por rentabilidad, el fondo se sitúa en el primer quintil tanto durante el último mes, como en los últimos uno, tres y cinco años, siendo su volatilidad en el último año de 16,19 por ciento. Requiere una aportación minima de una participación, con un último dato de valor liquidativo de 138,08 euros, según VDOS. Aplica una comisión fija de 2,04 por ciento y de suscripción de hasta un 6 por ciento, además de hasta un 2 por ciento en concepto de comisión de reembolso.

La clase A (ACC) del fondo FRANKLIN BIOTECHNOLOGY DISCOVERY FUND acumula en el año un 19,44 por ciento, según VDOS. Referenciado al índice tecnológico estadounidense NASDAQ Biotech, el fondo invierte en valores de renta variable de empresas de biotecnología y de investigación y desarrollo, adjudicando una parte sustancial de sus activos a compañías de pequeña capitalización, con capitalización bursátil inferior a 2.000 millones de dólares. Su historia de rentabilidades lo posiciona en el primer quintil en los plazos a uno y tres años, con una volatilidad en el último año de 13,43 por ciento. La inversión en este fondo requiere una aportación mínima de 5.000 dólares (aproximadamente 3.774 euros) aplicando una comisión fija de 1 por ciento y de depósito de entre 0,01 y 0,14 por ciento, además de hasta un 6,50 por ciento de comisión de suscripción y un 1 por ciento de comisión de reembolso por permanencias inferiores a 18 meses.

Las Ofertas Públicas de biotecnología han supuesto 1.000 millones de dólares durante 2010 en Estados Unidos , lejos aún del máximo de 6.500 millones de dólares alcanzado durante el boom tecnológico del año 2000, aunque su número continúa aumentando.

El sector presenta gran potencial de desarrollo futuro debido, en gran parte, a la evolución demográfica mundial. Por una parte, el aumento de la longevidad en el mundo desarrollado ha creado una necesidad creciente de medicamentos y tratamientos que alivien las dolencias típicas de esta edad. Pero también el fuerte incremento de la clase media en los países emergentes ha generado una demanda de individuos que buscan mejorar sus condiciones de vida.

Uno de los inversores más dedicados en este sector es Paul Allen, cofundador de Microsoft, quien a través de su fundación Paul G. Allen Family Foundation ha puesto en marcha un programa de becas de investigación de tres años, distribuidas en siete equipos de investigación en Estados Unidos, por un valor de 9,4 millones de dólares.