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Un profundo conocimiento de Japón, con Schroder
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Un profundo conocimiento de Japón, con Schroder

Entre los fondos de la categoría VDOS de Renta Variable Internacional Japón, destaca el comportamiento de SCHRODER ISF JAPANESE EQUITY por su sostenido posicionamiento por rentabilidad

Entre los fondos de la categoría VDOS de Renta Variable Internacional Japón, destaca el comportamiento de SCHRODER ISF JAPANESE EQUITY por su sostenido posicionamiento por rentabilidad en el primer quintil, en los cuatro últimos periodos anuales.

Invierte en grandes y medianas empresas, siguiendo un estilo de inversión mezcla de growth y value. Selecciona valores en áreas ineficientes del mercado, detectables a través de un análisis exhaustivo de compañías. Por un lado busca compañías con PER bajo, que vayan a generar valor en los próximos 1 a 3 años. Por otro lado, identifica compañías globales que vayan a crecer por encima de la media, a largo plazo.

Es un fondo con severos controles de riesgo, con una cartera integrada por unos 70 valores, que establece un límite por valor de un 6 por ciento. No admite más de un 4 por ciento de sobreponderación o infraponderación tanto por sector como por valor, respecto a su índice de referencia, TOPIX TR, lo que demuestra que es un fondo que hace apuestas por valor. Tiene una tracking error bajo pero un active share de más del 75 por ciento (diferencia de porcentaje de un valor en el fondo con respecto a su índice; por ejemplo si Honda pesa un 2 por ciento en el índice y el fondo tiene en cartera un 5 por ciento, el active share sería de un 3 por ciento).

Schroders fue una de las primeras gestoras internacionales en establecerse en Japón, por lo que cuenta con una gran variedad de productos tanto en renta fija como en renta variable. El equipo de gestión de renta variable japonesa lo componen 7 gestores con una experiencia media de 19 años, gestionando alrededor de 3.000 millones de euros. El responsable del equipo y gestor del SCHRODER ISF JAPANESE EQUITY es Shogo Maeda, con 28 años de trayectoria profesional en diferentes instituciones financieras, líderes a nivel mundial. El equipo de análisis consta de 11 analistas,  de los cuales 3 son especialistas en pequeña y mediana empresa. Todos ellos son nativos japoneses con una experiencia media de unos 15 años.

El gran nivel de contactos de Schroders en Japón les permite conocer más de 3.000 compañías, analizándose anualmente alrededor de 500 como posibilidades de inversión. Se parte de un análisis de fundamentales: potencial de crecimiento, niveles de apalancamiento y estado del sector, entre otras variables. En función de los resultados se califican del 1 al 4, siendo 1 y 2 compra, y 3 y 4 venta; no hay por tanto rating de mantener. Asimismo, se mantienen reuniones semanales entre analistas y gestores sobre los valores que obtienen calificación 1 y 2 para incluir en cartera. Los analistas son remunerados directamente por las ideas que se incluyen en cartera y cumplen las expectativas. Tras las reuniones con analistas, los gestores de renta variable japonesa se reúnen para analizar las diferentes carteras y decidir qué ideas son potenciales títulos a incluir, con la condición específica de que nunca se invierte en ningún valor sin conocer el equipo de gestión de la compañía. Para ello, será el propio gestor del fondo quien se reunirá con el equipo directivo de la compañía y lo analizará, en base a estructura, capacidad, reacciones en épocas bajistas o importancia que otorgan al inversor.

Se llega así a una cartera, cuyas cinco mayores posiciones por sector corresponden a Equipamiento de transporte  (13%) Electrodomésticos (10,80%) Banca (10,30%) Comercio al por mayor (8,20%) e Información y Comunicación (7,90%). De manera individual, las cinco mayores ponderaciones por valor son para Sumitomo Mitsui Financial  (4%) Honda Motor (3,80%) Mitsui & Co (3,70%) Itochu ( 2,90%) y Nippon Telegraph and Telephone (2,80%).

Además de su exitosa historia por rentabilidades, por volatilidad el fondo registra un dato de 18,89 por ciento en los últimos tres años, que se reduce hasta el 16,78 por ciento en el último año. Un resultado bastante controlado que posiciona a SCHRODER ISF JAPANESE EQUITY entre los mejores, en el quintil cinco por volatilidad. Respecto al índice de su categoría, el tracking error del fondo es, en su clase A ACC, de 6,66 por ciento a un año, con un alfa, en el mismo periodo, de 3,78 por ciento. La inversión en este fondo requiere una aportación mínima de 1.000 euros, gravando a sus partícipes con una comisión fija de 1,25 por ciento y de depósito de 0,525. Cuenta también con la clase institucional C ACC, que requiere una aportación mínima de 500.000 euros.

El equipo gestor estima que, tras el terremoto, existen numerosas oportunidades en compañías que están infravaloradas pero cuyo modelo de negocio es sólido. Pese a las grandes rentabilidades registradas en este comienzo de año, todavía ven valoraciones atractivas en muchas compañías japonesas cuyo volumen de ingresos debería crecer. Esperan que las multinacionales japonesas más competitivas, en sectores como automoción o electrónica, vayan a dar buenas rentabilidades durante 2012.

Es cierto que las condiciones macroeconómicas globales amenazan el crecimiento y que el Yen está aún fuerte. Pero su pronóstico es que la divisa se depreciará gracias a la intervención gubernamental, favoreciendo las exportaciones. También ven crecimiento en los países emergentes pese a la creciente inflación en algunos de ellos, por lo que mantienen títulos de empresas con exposición a China con una visión muy largoplacista.

mercado japonés es sólido en el medio plazo. Aunque todavía hay riesgos de caídas y altas volatilidades, es también una etapa de oportunidad para encontrar los títulos ganadores en esta fase de recuperación.

Entre los fondos de la categoría VDOS de Renta Variable Internacional Japón, destaca el comportamiento de SCHRODER ISF JAPANESE EQUITY por su sostenido posicionamiento por rentabilidad en el primer quintil, en los cuatro últimos periodos anuales.