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La libra de carne más próxima al corazón
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José Manuel Gómez-Borrero

Hedge Funds Inside

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La libra de carne más próxima al corazón

Bueno, pues ya tenemos plan Paulson... Ha sido el parto de los montes, pero tras varias concesiones, el Congreso de EEUU ha dado luz verde a

Bueno, pues ya tenemos plan Paulson... Ha sido el parto de los montes, pero tras varias concesiones, el Congreso de EEUU ha dado luz verde a la aplicación de un chute de adrenalina sin precedentes a un enfermo que se nos iba... La mayor parte de los participantes del mercado ha mostrado ya su escepticismo respecto a los efectos a largo plazo de esta masiva intervención y a su capacidad para reflotar un sistema bancario cuya solvencia sigue siendo la gran incógnita.

Me temo que el final del proceso deje a la mitad de la banca nacionalizada y a la otra mitad convertida en utilities reguladas y con pedestres retornos, pero en cualquier caso, es indudable que el importante esfuerzo que va a hacer el Tesoro con el dinero de los contribuyentes americanos va a ser muy positivo para reducir la percepción del riesgo de contrapartida y aumentar la liquidez en el sistema financiero. Lo siguiente debería ser la articulación de algún mecanismo de intervención en el mercado interbancario para que funcione correctamente y posiblemente nuevas rebajas de tipos de interés.

Finalmente, cuando el sistema financiero vuelva a funcionar, habrá que tomar cartas en el problema subyacente que vía el mecanismo de transmisión de la titulización, la estructuración y el apalancamiento ha provocado el cáncer: La caída del valor de las viviendas.

Pero el problema de recurrir al legislador para detener el pánico generado por la precipitación de los acontecimientos desencadenados por dejar caer a Lehman Brothers es que éste, como el vengativo usurero Shylock, exigirá su "libra de carne más cercana al corazón" como pago del préstamo de los $700bn. En el "Mercader de Venecia" de Shakespeare hace que sea Portia, disfrazada de abogado, la que defienda a Antonio ante el Dux frente a la leonina demanda de Shylock. Pues hoy me toca hacer a mi de Portia para romper una lanza en favor de los Hedge Funds, elegidos por muchos, el último de ellos Sarkozy durante este fin de semana, como cabeza de turco al que hay que imporner restricciones y severa vigilancia.

Estoy firmemente convencido de que la imposición de una mayor regulación sobre los gestores de hedge funds es un error, es injusto y además no funciona, como ha demostrado la limitación de vender en descubierto acciones de instituciones financieras que han seguido cayendo tras el rebote inicial producido por el cierre de posiciones cortas, y que de paso ha cerrado la puerta a la posible recapitalización de los bancos vía la emisión de convertibles al impedir que los hedge funds participen en esas emisiones.

Digo que es un error porque los hedge funds controlan directamente dos billones de dólares ($2,000 millardos) de un capital invertible en activos de riesgo que hoy por hoy el mercado necesita como agua de Mayo, por lo que ponerles cortapisas parece poco inteligente. Además es injusto porque no son los no-regulados hedge funds los causantes del desaguisado en que nos encontramos, sino los bancos que, bajo la atenta mirada de los reguladores, se han metido ellos solitos en un lío de balances ilíquidos y sobreapalancados.

 Se está vilipendiando a los hedge funds por haber puesto a los bancos contra la pared al haber especulado poniéndose corto de sus acciones o de los bonos subprime en que éstos invertían, cuando en realidad habría que estarles agradecidos por haber parado la espiral de locura crediticia en que se habían metido los propios bancos con el aplauso de sus accionistas, de los reguladores y de los políticos. ¿Hasta dónde hubieran llegado si se les hubiera dejado? ¿Cuanto más apalancamiento hubieran estado dispuestos a asumir? ¿Cuánto más duro habría sido el ajuste de haberse inflado la burbuja del crédito durante un par de años más?

Bajo la supervisión de sus inversores y con el importante incentivo de que sus gestores tienen su propio dinero invertido en los fondos que gestionan, los hedge funds constituyen un elemento dinamizador del mercado que introduce eficiencia mediante la asignación de recursos de manera despolitizada, eso sí, no por amor al arte sino con el objetivo de generar importantes beneficios explotando las ineficiencias que crean otros participantes menos dinámicos. En un momento en que hay un enorme desequilibrio entre demanda y oferta de capital dispuesto a asumir riesgo, intervenir el mercado con $700bn del contribuyente en condiciones nada transparentes pero a la vez restringir $2,000bn privados que buscan un beneficio según las viejas reglas del mercado capitalista que tan buen resultado han dado en los dos últimos siglos sería un error, un grave error: Los hedge funds no son parte del problema sino de la solución.

Bueno, pues ya tenemos plan Paulson... Ha sido el parto de los montes, pero tras varias concesiones, el Congreso de EEUU ha dado luz verde a la aplicación de un chute de adrenalina sin precedentes a un enfermo que se nos iba... La mayor parte de los participantes del mercado ha mostrado ya su escepticismo respecto a los efectos a largo plazo de esta masiva intervención y a su capacidad para reflotar un sistema bancario cuya solvencia sigue siendo la gran incógnita.

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