Es noticia
Ya ha llegado la sangre a las calles
  1. Mercados
  2. Hedge Funds Inside
José Manuel Gómez-Borrero

Hedge Funds Inside

Por

Ya ha llegado la sangre a las calles

Con tantas cosas que han pasado últimamente me cuesta mucho elegir un sólo tema que comentar, sobre todo si he de ceñirme al ámbito de los

He de decir que el resultado de la cumbre del G20 de este fin de semana que amenazaba con “refundar el capitalismo” me ha sorprendido muy favorablemente. Confieso que no esperaba nada bueno de la banda de gobernantes que nos “lideran”, con un Bush en la puerta de salida, un Medvedev y su señorito Putin pescando a río revuelto, el “bluff” Merkel que no sabe por dónde le da el aire, Sarkoman y sus delirios napoleónicos, o ZP que iba de prestado para contarles a todos ellos que el capitalismo ha fracasado y que hay que redistribuir la riqueza con los pobres y buscar la paz y la alianza de las civilizaciones… Qué lástima, qué vergüenza… (a Berlusconi ni le califico porque me da alipori). Pero insisto, me sorprende favorablemente que no sólo no hayan sucumbido a la tentación del proteccionismo, el exceso de regulación y la sobreintervención pública en la economía sino que hayan puesto el acento en la necesidad no de regular más sino de supervisar mejor, al mismo tiempo que se comprometen a impulsar la ronda de Doha, a armonizar las norma contables, a crear sistemas regulados de contratación y organismos supranacionales de supervisión, a reforzar al FMI y al Banco Mundial, etc. Suena todo fenomenal, claro que, a corto plazo, lo que realmente nos interesa es que se apliquen en la adopción de medidas que nos saquen de la recesión y eviten la deflación, lo cual me lleva a los dos temas que quería comentar: La supervivencia de los hedge funds y las medidas anti-deflación/depresión. Así que ahí voy:

Lo que la cumbre ha dejado claro es que los hedge funds y otros pools of private capital ya se regulan ellos solitos muy bien, y que lo único que hay que hacer es exigirles mayor transparencia, algo que la industria ya había aceptado de todas formas. Aunque muchos de ellos utilizan deuda para incrementar sus retornos, conviene insistir en que, como explicaba Lex el otro día en el FT, cuando se mira su nivel de apalancamiento, la mayoría de los hedge funds parecen fondos de pensiones de un obispado comparados con los muy regulados bancos que cumplen con los requisitos del BIS. En todo caso, como recordaron Simons, Falcone, Griffin, Paulson y especialmente Soros en su comparecencia del jueves ante el Comité de Supervisión del Congreso, son los inversores los que les ponen en su sitio con gran rapidez expulsando del mercado a los que no cumplen sus objetivos o no saben controlar el riesgo. Así pues muchos de ellos van a desaparecer tras esta crisis y su carrera por vender los activos que podían explica en parte la masacre sufrida por los mercados en las últimas semanas, aunque no sólo eso, pues también los bancos, fondos tradicionales e incluso fondos de pensiones se han unido al aquelarre vendedor al grito de “maricón el último”. En todo caso, llegados a este punto, creo poder decir sin mucho margen de error que la mayor parte de los hedge funds han deshecho las posiciones que tenían que deshacer para atender reembolsos y que esta fuerza técnica tan negativa para los mercados está prácticamente agotada.

Lo cual va a dejar a la otra fuerza, la fundamental, como la encargada de guiar el destino de los mercados, y esos fundamentales siguen teniendo bastante mala pinta, porque aunque se ha evitado el riesgo de quiebra del sistema financiero mediante una intervención sin precedentes de los gobiernos y bancos centrales, los efectos de su colapso han añadido tintes siniestros a una recesión que ya había empezado a notarse en todo el mundo antes de que la caída de Lehman Brothers provocara la pérdida total de confianza en el sistema. Y es que aunque los reguladores han tomado medidas de emergencia bajando tipos de interés e inundando el mercado de liquidez, los bancos siguen sin prestar, las compañías no se pueden financiar y los consumidores no se atreven a gastar: Receta clara para que la recesión se combine con deflación dando lugar a una depresión que más vale que logremos evitar. ¿Cómo hacerlo? No resulta fácil, pero hay esperanza con la combinación de Obama y Bernanke.

No creo que Obama tenga la piedra filosofal, pero además de ganas de incrementar el gasto público parece tener la capacidad de ilusionar al americano de a pié y eso va a resultar fundamental para reconstruir la rota confianza. Además está dispuesto a apoyar a un Bernanke que tenemos las suerte de que esté a la cabeza de la Reserva Federal siendo el mayor experto en la Depresión de los años 30 habiendo concluido su tesis doctoral asegurando que la deflación hoy sería imposible porque en caso de no funcionar todo lo demás, se solucionaría el problema lanzando dólares desde helicópteros… Lo anterior a esa solución tan drástica en la hoja de ruta de Bernanke ya ha empezado a aplicarse: Fuertes recortes de tipos de interés e intervención para asegurar la estabilidad financiera de la economía.

Pero incluso si los tipos de interés llegan a cero, Bernanke niega que la autoridad monetaria se encuentre sin armas para luchar contra la deflación pues en un sistema donde el dinero es papel, el gobierno tiene un sencillo sistema para crear gasto e inflación vía la impresión de billetes que reduzcan su valor en términos relativos a los bienes y servicios. La metáfora de los helicópteros se aplicaría en realidad mediante la compra de un amplio menú de activos por parte de la Reserva Federal, incluyendo cantidades ilimitadas de deuda pública que se emitiera para financiar recortes de impuestos y gasto público… La receta resulta de lo menos ortodoxo, y de tener que aplicarse, sin duda generará importantes desequilibrios y problemas de inflación y deuda pública a largo plazo, una combinación absurdamente peligrosa en una era inflacionaria como la que siempre hemos vivido la mayoría de nosotros pero que sería imprescindible si nos precipitáramos al abismo de la deflación: No está el patio para andarse con remilgos, y ya solucionaríamos los lodos que traerían estos polvos…

Conclusión: Los mercados deberían haber dejado atrás la mayor parte de su dislocación técnica y ya descuentan un escenario macroeconómico horrible para 2009 con las bolsas bajo mínimos y los diferenciales de crédito en máximos. Así pues, los previsiblemente horribles datos económicos que veremos en los próximos meses no deberían tener un gran impacto en los precios salvo que gobiernos y bancos centrales muestren dudas sobre el camino a tomar para evitar la deflación. Afortunadamente Bernanke tiene un plan de ataque coherente y la reunión del G20 parece haber concluido que ya hemos visto suficiente sangre en las calles como para actuar.

He de decir que el resultado de la cumbre del G20 de este fin de semana que amenazaba con “refundar el capitalismo” me ha sorprendido muy favorablemente. Confieso que no esperaba nada bueno de la banda de gobernantes que nos “lideran”, con un Bush en la puerta de salida, un Medvedev y su señorito Putin pescando a río revuelto, el “bluff” Merkel que no sabe por dónde le da el aire, Sarkoman y sus delirios napoleónicos, o ZP que iba de prestado para contarles a todos ellos que el capitalismo ha fracasado y que hay que redistribuir la riqueza con los pobres y buscar la paz y la alianza de las civilizaciones… Qué lástima, qué vergüenza… (a Berlusconi ni le califico porque me da alipori). Pero insisto, me sorprende favorablemente que no sólo no hayan sucumbido a la tentación del proteccionismo, el exceso de regulación y la sobreintervención pública en la economía sino que hayan puesto el acento en la necesidad no de regular más sino de supervisar mejor, al mismo tiempo que se comprometen a impulsar la ronda de Doha, a armonizar las norma contables, a crear sistemas regulados de contratación y organismos supranacionales de supervisión, a reforzar al FMI y al Banco Mundial, etc. Suena todo fenomenal, claro que, a corto plazo, lo que realmente nos interesa es que se apliquen en la adopción de medidas que nos saquen de la recesión y eviten la deflación, lo cual me lleva a los dos temas que quería comentar: La supervivencia de los hedge funds y las medidas anti-deflación/depresión. Así que ahí voy: