Es noticia
Nada cura los bajos precios como los bajos precios...
  1. Mercados
  2. Hedge Funds Inside
José Manuel Gómez-Borrero

Hedge Funds Inside

Por

Nada cura los bajos precios como los bajos precios...

En los últimos días ha estado muy de moda el oro como alternativa de inversión ya que se comporta muy bien como cobertura tanto en un

En los últimos días ha estado muy de moda el oro como alternativa de inversión ya que se comporta muy bien como cobertura tanto en un escenario inflacionario como deflacionario. Ya escribí al respecto hace unas semanas, así que no me voy a repetir. Sólo me gustaría añadir que, a pesar del riesgo de que en un momento dado todos los inversores y especuladores salgan en estampida, veo MENOS probable que en los próximos meses el oro vuelva a caer hacia los $700 (lo cual indicaría que las intervenciones fiscales y monetarias han logrado su objetivo de conseguir una reactivación económica sin inflación) a que siga subiendo hacia los $1300...
 
Pero de lo que quería hablar hoy es de otras materias primas. Todos conocemos los argumentos alcistas que se manejaban el verano pasado: Un crecimiento estructural de la demanda gracias al incremento de la población global y al crecimiento de la intensidad de su consumo per cápita en los países emergentes, y una oferta cuyo crecimiento está generalmente muy restringido. Sin embargo, es evidente que el precio de las materias primas es muy volátil y muy dependiente de la demanda marginal, que como todos sabemos se ha colapsado de un tiempo a esta parte... De ahí que tras la burbuja especulativa que llevó a casi todas ellas a cotizar a máximos históricos el año pasado, ahora estén por debajo del coste marginal de producción. Aunque los próximos meses van a seguir dominados por la volatilidad y el temor al colapso económico, es evidente que esta situación no puede durar mucho, pues los productores menos competitivos reducirán capacidad. De hecho, cuanto más tiempo se mantengan los precios a estos niveles tan deprimidos, más alcista se presenta el panorama a medio plazo.
 
Desde el punto de vista macroeconómico es indiscutible que estamos en medio de la peor contracción de crédito global desde la depresión de los 30. Sin embargo, también es indiscutible que las economías desarrolladas están recibiendo una terapia de shock sin precedentes que lo que pretende es precisamente estimular la demanda y crear inflación. En el peor de los casos la demanda no irá a ninguna parte durante una buena temporada, pero el riesgo está más en que las autoridades monetarias se pasen imprimiendo dinero a que se queden cortas, por lo que es probable que sus monedas se acaben devaluando. Las materias primas son activos reales que no pueden devaluarse...
 
Pero lo que realmente condiciona el precio de las materias primas es la oferta y la demanda. La brutal contracción de la demanda final se ha visto exacerbada por la desaparición de las compras de inversores y especuladores (que de hecho se han convertido en vendedores al liquidar sus posiciones) y por la reducción agresiva de inventarios por parte de consumidores e intermediarios. Por el lado de la oferta el ajuste es más lento, pero será inexorable. De entrada, los productores financieramente menos saneados están teniendo problemas para conseguir financiación de su fondo de maniobra, pero es que además nadie consigue la financiación a largo plazo necesaria para desarrollar los grandes proyectos de expansión de capacidad. Así que es cuestión de tiempo, y cuanto más se tarde, mayor será el estrangulamiento en el siguiente ciclo: En este sector, “nada cura los bajos precios como los bajos precios...”
 
En cuanto a las perspectivas para los diferentes grupos de materias primas, todas ellas condicionadas por lo ya comentado, resumo telegráficamente sus características idiosincrásicas:

Petróleo: Es el más complicado de prever dado que el comportamiento del cartel de la OPEP marca el precio marginal, pero está claro que tras el brutal incremento del gasto de estos países en los últimos años (Arabia Saudí, Venezuela, etc.), el precio del barril para equilibrar sus presupuestos es muy, pero que muy superior al que necesitaban en 2000, por lo que es de esperar mayor disciplina en el recorte de producción. Por otro lado, muchos yacimientos en aguas profundas no son rentables en el actual escenario de precios...

Agrícolas: Su demanda es mucho menos elástica y por lo tanto menos sensible al ciclo económico, y la crisis financiera ha reducido la capacidad de los agricultores para financiar la compra de fertilizantes, por lo que la producción probablemente se contraerá más de lo previsto. Los inventarios de cereales y de café están en mínimos.

Metales básicos: Es un grupo muy sensible al ciclo económico que además ha atraído muchísimo capital e inversión en nueva capacidad durante los años de vino y rosas, aunque mucha de esta nueva producción marginal es de menor calidad y elevado coste de extracción. Con los precios actuales muy por debajo del coste marginal de producción (en el caso del zinc y el aluminio a niveles no vistos ni en 2001), sin perspectivas de reactivación de demanda en el futuro cercano y con los balances de muchos productores en condiciones deplorables, la reducción voluntaria o forzosa de capacidad es inexorable.

* José Manuel Gómez-Borrero, director de Gestión Alternativa de N+1

En los últimos días ha estado muy de moda el oro como alternativa de inversión ya que se comporta muy bien como cobertura tanto en un escenario inflacionario como deflacionario. Ya escribí al respecto hace unas semanas, así que no me voy a repetir. Sólo me gustaría añadir que, a pesar del riesgo de que en un momento dado todos los inversores y especuladores salgan en estampida, veo MENOS probable que en los próximos meses el oro vuelva a caer hacia los $700 (lo cual indicaría que las intervenciones fiscales y monetarias han logrado su objetivo de conseguir una reactivación económica sin inflación) a que siga subiendo hacia los $1300...
 
Pero de lo que quería hablar hoy es de otras materias primas. Todos conocemos los argumentos alcistas que se manejaban el verano pasado: Un crecimiento estructural de la demanda gracias al incremento de la población global y al crecimiento de la intensidad de su consumo per cápita en los países emergentes, y una oferta cuyo crecimiento está generalmente muy restringido. Sin embargo, es evidente que el precio de las materias primas es muy volátil y muy dependiente de la demanda marginal, que como todos sabemos se ha colapsado de un tiempo a esta parte... De ahí que tras la burbuja especulativa que llevó a casi todas ellas a cotizar a máximos históricos el año pasado, ahora estén por debajo del coste marginal de producción. Aunque los próximos meses van a seguir dominados por la volatilidad y el temor al colapso económico, es evidente que esta situación no puede durar mucho, pues los productores menos competitivos reducirán capacidad. De hecho, cuanto más tiempo se mantengan los precios a estos niveles tan deprimidos, más alcista se presenta el panorama a medio plazo.
 
Desde el punto de vista macroeconómico es indiscutible que estamos en medio de la peor contracción de crédito global desde la depresión de los 30. Sin embargo, también es indiscutible que las economías desarrolladas están recibiendo una terapia de shock sin precedentes que lo que pretende es precisamente estimular la demanda y crear inflación. En el peor de los casos la demanda no irá a ninguna parte durante una buena temporada, pero el riesgo está más en que las autoridades monetarias se pasen imprimiendo dinero a que se queden cortas, por lo que es probable que sus monedas se acaben devaluando. Las materias primas son activos reales que no pueden devaluarse...
 
Pero lo que realmente condiciona el precio de las materias primas es la oferta y la demanda. La brutal contracción de la demanda final se ha visto exacerbada por la desaparición de las compras de inversores y especuladores (que de hecho se han convertido en vendedores al liquidar sus posiciones) y por la reducción agresiva de inventarios por parte de consumidores e intermediarios. Por el lado de la oferta el ajuste es más lento, pero será inexorable. De entrada, los productores financieramente menos saneados están teniendo problemas para conseguir financiación de su fondo de maniobra, pero es que además nadie consigue la financiación a largo plazo necesaria para desarrollar los grandes proyectos de expansión de capacidad. Así que es cuestión de tiempo, y cuanto más se tarde, mayor será el estrangulamiento en el siguiente ciclo: En este sector, “nada cura los bajos precios como los bajos precios...”
 
En cuanto a las perspectivas para los diferentes grupos de materias primas, todas ellas condicionadas por lo ya comentado, resumo telegráficamente sus características idiosincrásicas:

Materias primas Petróleo