Es noticia
Mitos y errores en la crisis de Irak
  1. Mercados
  2. Lleno de Energía
Daniel Lacalle

Lleno de Energía

Por
Daniel Lacalle

Mitos y errores en la crisis de Irak

El petróleo por sí mismo no crea crisis. Son el exceso de crédito y la masa monetaria que dispara los precios de las materias primas los que las generan

“There is no military solution for Iraq” Barack Obama

“Rarely has a US president been so wrong about so much at the expense of so many” Dick Cheney

Hacer las cosas mal es peligroso. Empeorarlas es letal. En el caso de Irak, Estados Unidos, tras gastar un billón de dólares en eliminar el régimen de Saddam Hussein, ha dejado un problema de seguridad global que puede ser mayor a lo imaginado cuando decidió retirarse. No es sólo el petróleo. Cualquiera que conociese el Bagdad de Saddam Hussein entiende que el régimen era un peligro global. De igual manera, es esencial entender que el peligro no era sólo el personaje, sino las múltiples facciones enfrentadas que ya existían antes de la dictadura Baath, durante la misma y hoy se desarrollan. Abandonar Irak puede convertirse en una decisión que Obama lamentará durante mucho tiempo.

¿Por qué abandonó Estados Unidos Irak?

¿Por amor y paz? No. Porque en 2016 será independiente energéticamente –incluyendo suministro de Canadá-. La necesidad de defender sus intereses en la zona es, hoy, infinitamente menor.

Estados Unidos es ya independiente en producción de gas y produce 11,3 millones de barriles al día de petróleo gracias a la revolución del fracking, convirtiéndose en el mayor productor por encima de Arabia Saudí y superando el máximo alcanzado en los años 70.

Sin embargo, retirar las tropas dejando detrás un polvorín de facciones enfrentadas termina volviéndose contra los propios Estados Unidos y la OCDE, al generarse enormes riesgos de multiplicar las amenazas terroristas. No es un problema energético. Es un problema cultural. Y es una locura pensar que todo va a ir fenomenal dejando a su libre albedrio a países diezmados por enfrentamientos tribales con ambiciones invasoras, como hemos visto en Libia o Egipto. Les recomiendo leer “The Clash of Civilizations” de Samuel Huntington y “The Lesser Evil” de Michael Ignatieff. No queremos entender la cultura y costumbres de esos países, que distan mucho de nuestra idea de democracia. Aceptar el mal menor de mantener una presencia militar es mucho más lógico que cerrar los ojos y esperar que el mundo se mueva de acuerdo a nuestros deseos.

¿Afecta la crisis de Irak a sus exportaciones de petróleo?

La OCDE confiaba, demasiado, en el inestable gobierno de Al-Maliki. Las tropas norteamericanas fueron desapareciendo y la industria se recuperaba. Parecía que todo iba por el buen camino, sin embargo el riesgo no había desaparecido, de hecho aumentaba con la equivocada decisión estratégica de Estados Unidos de sacar las tropas del país sin dejar un contingente de seguridad.

Y se equivocaron. De nuevo. Esta semana volvía a dispararse el riesgo iraquí ante los ataques terroristas en la parte norte por parte de ISIS (Islamic State Of Iraq and Syria), un grupo yihadista que incluso tiene un informe anual de sus logros sangrientos, como si fuese una empresa de objeto social macabro publicando su memoria anual. Véanlo aquí (http://azelin.files.wordpress.com/2014/04/al-binc481-magazine-1.pdf ) cortesía del Financial times.

Cuando yo viajaba a Irak me decían: “Bagdad es una ciudad cubierta de oro, pero en el sur es donde está el verdadero oro” (petróleo).

El mapa, cortesía de IHS Energy (press@ihs.com), muestra la situación de los campos y refinerías del país.

Los terroristas han tomado Mosul, la segunda ciudad en importancia de Irak, Tikrit, Tal Afar,Dhiluiya y Yathrib. Sin embargo, no han tomado ninguno de los grandes pozos del norte del país, en especial el gigante Kirkuk, en la región de Kurdistán, al que mis conocidos de la zona llaman “el pasaporte de la independencia kurda”, y que hoy produce 260.000 barriles al día. Los terroristas de ISIS no tienen capacidad de ataque a la parte kurda.

La mayoría de la producción de Irak, el 80%, se exporta y más del 77% viene de los pozos del sur del país, donde los terroristas de ISIS no pueden medirse con las fuerzas locales ni los contingentes de seguridad privados, que llegan desde Kuwait City al sur y en muchas ocasiones ni pasan por Bagdad. No ha habido ningún impacto a día de hoy en las exportaciones, que se hacen en su gran mayoría a través de buques desde el sur.

¿Es una crisis por recuperar el control de las manos de las multinacionales?

Al contrario de lo que se ha comentado en la prensa, el petróleo en Irak no pertenece a empresas internacionales, ni mucho menos americanas. Todos los grandes pozos son propiedad del Estado donde las empresas internacionales, norteamericanas, rusas, italianas, chinas o británicas, trabajan con contratos de servicio técnico, y se les remunera por mantener o aumentar la producción. Es decir, el Estado, sea quien sea, se beneficia de su experiencia en mejorar la productividad, y por tanto no tiene interés en que estas empresas se vayan. Este tipo de contrato es el que ha llevado a que la producción de Irak haya recuperado máximos históricos en tan poco tiempo.

¿Es todo culpa de Bush o de Obama o de Saddam?

Las luchas y ataques entre sunníes y chiitas no son una novedad culpa de Bush o de Obama. En la época de Saddam Hussein ya era una auténtica locura organizar la seguridad para viajar de Bagdad a la frontera con Kurdistán. De hecho, el acceso estaba vetado incluso para muchos posibles contratistas por los constantes ataques.

George W. Bush cometió un enorme error al pensar, como le comentaba Wolfowitz, que al tomar el país iban a ser recibidos como héroes. En el momento en el que la represión del régimen cesó, las distintas facciones empezaron a luchar enconadamente. Un gobierno débil de intereses cruzados sólo redujo la impresión de riesgo. El mismo error que ha cometido la OCDE en Libia y Egipto.

La administración de Obama cometió un enorme error al reducir hasta tres veces la cifra de tropas de contingencia que iban a apoyar al débil gobierno de Al-Maliki. Al reducir la cifra prometida de 50.000 soldados a 25.000 y luego a 3.000, convirtió la ayuda en testimonial, y por lo tanto, rechazada por el gobierno local.

La desvinculación del resto de países de la OTAN del problema de Oriente Medio es parte del desastre. Mientras silbamos pensando que en Irak, Libia o Egipto iban a abrazar el modelo socialdemócrata, hoy, un Al-Assad crecido por la falta de acción de la OCDE en Siria se ha convertido en la plataforma de lanzamiento de un ISIS fortalecido. Así, aumenta el riesgo de que la zona bajo control de ISIS se convierta en un enorme campo de entrenamiento de terroristas internacionales.

Las propuestas de dividir Irak en tres (Kurdistán, un norte sunní y un sur chiita) reforzarían ese riesgo de otro enorme centro de entrenamiento de yihadistas global.

¿Es la crisis por la escasez de petróleo?

Los sunníes y los chiitas llevan peleándose décadas. El problema es más que petróleo… Porque en el mercado de crudo no hay grandes riesgos.

El pasado 11 de junio se reunía en Viena la OPEP. Los análisis independientes (BP Statistical Review) confirmaban que hay petróleo de sobra. Las reservas globales probadas de petróleo han aumentado hasta 1.687,9 miles de millones de barriles en 2013, suficiente para cubrir 53,3 años de producción global.

Los mensajes de los principales exportadores de petróleo se centraban en algunos aspectos que creo que son extremadamente importantes a la hora de evaluar el riesgo geopolítico y no exagerarlo:

  • El mercado está adecuadamente suministrado, y los inventarios almacenados de la OCDE en términos de demanda cubierta a niveles “muy confortables” (2.548 millones de barriles, 55 días, nivel similar a los 55-60 días de media desde hace años).
  • La capacidad excedentaria, es decir, lo que la OPEP puede producir por encima de la cuota establecida de 30 millones de barriles al día, se sitúa en 3,5 millones de barriles al día.
  • Irak ha alcanzado una producción de 3,3 millones de barriles al día, llegando a máximos históricos.

¿Va a llevar Irak el petróleo a 200 dólares por barril?

No es probable. La capacidad excedentaria de la OPEP es equivalente al 100% de la producción de Irak. Con Estados Unidos produciendo a máximos y la producción no-OPEP creciendo en 1,2 millones de barriles al día en 2014, el mercado seguiría adecuadamente suministrado incluso si Irak deja de exportar.

Libia, por ejemplo, ha bajado sus exportaciones a casi cero desde un millón de barriles al día tras la caída de Gadafi y el petróleo no se ha movido agresivamente. El análisis no es “el petróleo ha subido a 114 dólares por barril”, sino “incluso con las crisis de Libia, de Ucrania y de Irak el petróleo solamente ha subido a 114 por barril…” Y además está en backwardation (el precio a futuro es mucho más bajo que el actual).

¿Va a crear una crisis económica el precio del petróleo?

El petróleo no crea crisis. El exceso de crédito y masa monetaria que dispara los precios de las materias primas muy por encima de los fundamentales son los que lo genera. El precio del petróleo es una consecuencia, no una causa. En cualquier caso, la factura petrolera de la OCDE no llega al 5,5% del PIB, muy lejos de los niveles que se suponen de “crisis”. El exceso de suministro también ayuda a mitigarlo.

El mundo lleva funcionando con crisis de este tipo en países productores desde hace décadas. Y el mercado siempre se adapta. Pero vincular el problema árabe sólo al petróleo es un grave error, por parte de todos los gobiernos.

Al final, como decía Ignatieff, nunca existe una solución ideal. Pensar que Estados Unidos va a terminar con un problema de siglos desde el dominio militar es optimista. Creer que Estados Unidos va a poder desvincularse de la seguridad en Oriente Medio y retirarse sin terribles consecuencias para su propio país es suicida.

“There is no military solution for Iraq” Barack Obama

Petróleo Irak George W. Bush Industria Fracking PIB Barack Obama Refinerías Productividad Materias primas Noticias de Oriente Medio Saddam Hussein Exportaciones OPEP Libia