Crear mercado donde no lo hay

“Lo consiguieron porque no sabían que era imposible”. Quizá sea una de las frases más hermosas para definir el afán de alcanzar nuevos retos, objetivos impensables. Dicen que la pronunció Jean Cocteau y desde entonces muchos soñadores la han hecho suya.

La última vez se la escuché a Sebastián Muriel, director general de Red.es. Fue en una respuesta a una afirmación suya que a mí me pareció una quimera: “Queremos cambiar la cultura de fuerte aversión al riesgo que tenemos en España”, dijo él. Yo le respondí: “Eso es imposible”. Y él me recordó que la frase de Cocteau es su frase de cabecera.

Muriel se refería a la inversión en proyectos innovadores por parte del capital privado. En España hay cada vez más proyectos interesantes, pero no hay ni mucho menos la cultura de otros países europeos ni, desde luego, de Estados Unidos, de apostar por negocios de alto riesgo, pero también de elevado potencial. Y menos en estas circunstancias de incertidumbre en las inversiones.

Para intentar cambiar las cosas a Muriel y su equipo se les ocurrió algo aparentemente sencillo, pero rompedor: más que subvencionar a los emprendedores, pensó que sería interesante dar préstamos a tipos y condiciones muy atractivas a los inversores en estos proyectos, de tal manera que para ellos el riesgo de la inversión fuera menor. Como las cosas de palacio, según cuáles sean, van muy despacio la propuesta todavía está atrapada por la burocracia, pero se le espera para la segunda mitad del año.

Cuando lo escuché, pensé en cómo se podría aplicar esto a los mercados. Y de repente me di cuenta que ya se ha aplicado. Es prácticamente lo mismo, aunque a una escala infinitamente menor, que ideó Tim Geithner, el secretario de estado norteamericano, nada más llegar al poder para intentar incentivar la inversión en los activos tóxicos que nadie quería.

Con el sólo anuncio de la medida la situación empezó a mejorar. De hecho, la proposición llegó cuando las bolsas empezaban a hacer suelo. Y eso que parece que no ha llegado realmente a implementarse por las dificultades técnicas y de organización de ese mercado de créditos que tenía.

Geithner consiguió lo que buscaba, pese a que todo el mundo lo puso en duda porque ninguna medida había funcionado aún: crear mercado bajando la aversión al riesgo de los inversores en esos momentos. Llegó a la psicología de los inversores, que más tarde apoyó con otra medida especial: la no necesidad de valorar determinados activos a precio de mercado. Geithner también parece haberlo conseguido porque no sabía que era imposible.

Nota: Hoy es un día muy especial para mí y para todos los que estamos en http://www.unience.com, la red social de inversores, porque realizamos el lanzamiento oficial tras ocho meses de fase de pruebas y muchos más de desarrollo de esta idea. Quién ha emprendido un proyecto alguna vez sabe lo que se siente un día así. Estaremos encantados de enviaros hoy una invitación a quienes deseéis conocerlo.Gracias.