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¡Al loro! Que no estamos tan mal, ¡hombre!
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Vicente Varó

No Brain, No Gain

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¡Al loro! Que no estamos tan mal, ¡hombre!

No, no tengo las manías persecutorias de Joan Laporta ni pienso que haya nadie que nos quiera embaucar, ni que nos quieran engañar, ni a ustedes

No, no tengo las manías persecutorias de Joan Laporta ni pienso que haya nadie que nos quiera embaucar, ni que nos quieran engañar, ni a ustedes ni a mí. Pero me tomo la licencia de coger prestada esta polémica exclamación del presidente del Barça para referirme a la situación macro, microeconómica y financiera mundial. Enseguida verán por qué.

Cuando Laporta pronunció aquellas palabras el equipo estaba en crisis por la indisciplina de sus grandes estrellas, Deco y Ronaldinho, la permisividad del entrenador Frank Rijkaard y los líos alrededor de la junta directiva. Pero Laporta tenía razón: el Barça estaba en semifinales de la Champions League, lo cual no estaba tan mal, ¡hombre!.

La economía mundial (NO la española, eso es otro cantar) se encuentra ahora como el Barça entonces. Efectivamente, aún está inmersa en una grave crisis; las estrellas, en este caso los grandes bancos, han tenido graves problemas de disciplina (en el control de riesgos), el mister (los bancos centrales) ha sido excesivamente permisivo y la junta directiva (grandes líderes políticos, como Bush) estaban más pendientes de otros asuntos. Sin embargo, como el Barça entonces, podemos decir que no estamos tan mal.

Y cada vez con más argumentos, además del poder predictivo de las bolsas y su fuerte recuperación. Algunos de mi cosecha y otros inspirados por este post que Rafael Pampillón escribió la semana pasada en el blog de Unience:

1. El sistema sigue en pie. Sí, claro, hoy lo damos todos por supuesto, pero hace unos meses se hablaba de guardar el dinero debajo del colchón.

2. Algunos países occidentales han vuelto al crecimiento en sus economías en los últimos trimestres, como Alemania o Francia.

3. Los grandes países emergentes están mostrando una fortaleza inesperada e incluso tirando de los desarrollados.

4. El mercado de la vivienda americano ha estabilizado su caída.

5. Ya no sólo mejoran los beneficios por recortes de gastos, que también, sino que las compañías empiezan a ver una mejoría en los ingresos. Varios ejemplos de las primeras presentaciones de resultados del último trimestre:

 

   - Alcoa ve aumento de la demanda de aluminio en la mayoría de sus líneas de negocio, sobre todo en el negocio vinculado a China.

   - Intel elevó las previsiones de ingresos por la mejoría de las ventas de ordenador

   - Pepsico esperaba un crecimiento de dos digitos en sus ingresos el próximo año.

   - JPMorgan ve una normalización de los ingresos dependientes de los negocios vinculados a mercados financieros.

6. Ya hay países, como Australia e Israel, subiendo los tipos de interés.

7. Las ventas minoristas en Estados Unidos han empezado a mejorar.

8. Poco a poco se reactivan las operaciones corporativas.

9. Los bancos solicitan cada vez menos dinero a los bancos centrales, como dijo el jueves Goldman Sachs.

10. Los diferenciales de crédito para las buenas compañías se han contraido tanto que les permiten financiarse sin excesiva dificultad.

¿Quiero decir que aquí no ha pasado nada y que estamos en el paraíso? Ni mucho menos, e incluso veo bastante posible que las medidas para salir de esta crisis nos acaben metiendo en otra más profunda. Pero quién sabe cuándo. Una postura fácil es pasarte los días argumentando que todo esto se caerá, que el ciclo acabará y más dura será la caída… 

Pero mientras tanto puedes perderte la gloriosa temporada de tu equipo o la mayor recuperación de la historia de la bolsa. Y recuerda: un año después de la criticada frase de Laporta, el Barça se convirtió en unos de los grandes equipos del mundo al ganar todos los títulos posibles. ¡Al loro! Realmente no estaban tan mal, hombre. La economía hoy, tampoco.

No, no tengo las manías persecutorias de Joan Laporta ni pienso que haya nadie que nos quiera embaucar, ni que nos quieran engañar, ni a ustedes ni a mí. Pero me tomo la licencia de coger prestada esta polémica exclamación del presidente del Barça para referirme a la situación macro, microeconómica y financiera mundial. Enseguida verán por qué.