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Las 'fashion victims' de la bolsa
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Vicente Varó

No Brain, No Gain

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Las 'fashion victims' de la bolsa

“La mayoría de las veces, en el caso de que algo realmente negativo ocurre sobre una compañía, los inversores se preocupan demasiado, y luego no es

“La mayoría de las veces, en el caso de que algo realmente negativo ocurre sobre una compañía, los inversores se preocupan demasiado, y luego no es tan preocupante”. Esta frase la pronunció la semana pasada Anthony Bolton, el histórico gestor de Fidelity, que ahora está al frente de un fondo de bolsa china. Y la pronunció parar referirse a la petrolera británica BP, pero vale para muchas compañías y sectores.

Mucha gente piensa que los inversores y los economistas son gente fría, que como están todo el día liados con los números no se ven influidos por las tendencias. Pero está claro que no es así, y que aún en el caso de que fuera así, antes que inversores son personas. Y se ven influidos por esas mismas sensaciones que otros profesionales.

En las últimas semanas tenemos varios ejemplos de los efectos de las “modas” sobre los inversores. El primero, el más claro estos días, el citado por el propio Bolton: la petrolera británica BP.

Como tenemos esa tendencia a proyectar hacia el futuro las situaciones como han llegado hasta nosotros, parece que muchos han empezado a pensar que, por el escape de petróleo cerca de la costa de EEUU, poco menos que BP iba a desaparecer.

Además, como no es políticamente correcto invertir en BP en una situación en la que ha provocado tanto daño al medio ambiente, incluso muchos fondos la han excluido de sus carteras, entre ellos los éticos.

Pero, como dice el propio Bolton, lo más lógico sería que esto se recordara tan sólo como un “periodo muy triste” en la historia de la petrolera. Nada más. Si la acción se sigue desplomando, otra petrolera llegará y le lanzará una buena OPA para quedarse con todos sus negocios a precio de saldo. Por eso dice el citado gestor que BP es “una oportunidad histórica”.

Otro gran caso de “fashion victim“ del mercado, que en este caso que nos queda más cerca, es Ferrovial. Los problemas de imagen en el mundo anglosajón que la compañía ha tenido con sus negocios en Reino Unido, junto con la desconfianza de los inversores internacionales sobre todo lo que huele a mercado español, le han llevado a cotizar a unos niveles que la mayoría de analistas y gestores consideran baratos.

Y no sólo a ellos, sino a muchos inversores particulares, como se ven en el hecho de que sea uno de los productos más populares en las carteras reales en Unience.

Y la prueba llegó el pasado jueves, cuando la oferta que se realizó sobre su socio en la autopista canadiense 407 ETR dejó ver que, a esos precios, se están valorando a precios muy bajos el resto de activos de la compañía, lo que llevó al valor a dispararse un 10% en una sola sesión.

Para los inversores que tienen paciencia y saben muy bien el valor que encuentran cuando compran a determinados precios, estas modas son una bendición… porque generan oportunidades de inversión. Pero claro, para los que tienen el corazón sensible… las modas pueden provocar serios disgustos.

“La mayoría de las veces, en el caso de que algo realmente negativo ocurre sobre una compañía, los inversores se preocupan demasiado, y luego no es tan preocupante”. Esta frase la pronunció la semana pasada Anthony Bolton, el histórico gestor de Fidelity, que ahora está al frente de un fondo de bolsa china. Y la pronunció parar referirse a la petrolera británica BP, pero vale para muchas compañías y sectores.