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¿Sirven para algo los CDS además de resultar un riesgo sistémico?
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Kike Vázquez

Perlas de Kike

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¿Sirven para algo los CDS además de resultar un riesgo sistémico?

Un seguro para deuda soberana, ¡qué gran idea! De esas grandes ideas que cuando emergen todo el mundo se pregunta “¿Cómo vivíamos antes sin esto?”, “¡cómo

Un seguro para deuda soberana, ¡qué gran idea! De esas grandes ideas que cuando emergen todo el mundo se pregunta “¿Cómo vivíamos antes sin esto?”, “¡cómo no se me habría ocurrido antes!” y demás exaltaciones a la inteligencia. Una cosa hay que reconocerla, el concepto es fantástico e intuitivo además de satisfacer una necesidad existente de forma aparentemente sencilla. Un banco, una empresa o alguien indeterminado tiene una exposición muy fuerte a cierto país y se teme que pueda pasar lo peor, pues nada, compra “seguros” CDS soberanos y a seguir disfrutando, si algo sale mal recuperará la inversión y todo por una pequeña prima. ¿Alguien puede estar en contra de algo tan realmente bueno? Además similares procedimientos se aplican desde hace años en cuestiones tan cotidianas como el automóvil con excelentes resultados. ¡No se hable más, vivan los CDS!

 

O no, o no… Primero porque como todos sabemos su funcionamiento solo se parece a un seguro en la teoría, en la práctica la divergencia es considerable. Se opera en mercados OTC, su prima cotiza por lo que permite la especulación y no es necesario tener el activo subyacente. El ejemplo típico para entender esto último es el de asegurar el coche del vecino y luego quemarlo, todo ganancias. Los detractores critican esta simplificación porque creen que en la realidad no se podría “quemar el coche” y que debido a que en cada emisión debe haber una contraparte los intereses no se alinean para ello. ¿Será verdad que no puede hacerse quebrar un Estado? ¿Y qué no existen intereses alineados? Cuanto menos discutible, pero pasemos al siguiente punto.

 

En segundo lugar un seguro no puede convertirse en sistémico o al menos es muy improbable, podría hacer quebrar a una entidad que asegurase algo que no pudiese pagar por mala planificación, pero ¿comprometernos globalmente? Por la contra los CDS permiten “que todo el barrio asegure el coche del vecino”. Si algo ocurriese, ¿quién paga? A diferencia de un simple seguro, la cantidad a pagar y las interconexiones existentes amenazan la estabilidad global. No obstante prácticamente todo el mundo conoce los inconvenientes de estos instrumentos, lo de “armas de destrucción masiva” ha calado en nuestros subconscientes, pero ¿es que tienen algo bueno?

 

En teoría la parte buena es que estos instrumentos permiten cubrirse contra un posible default o “credit event”, una fantástica idea, pero ¿sirven realmente para eso? Esta entrada discute por ejemplo la reciente subida de los CDS en EEUU. ¿Si quebrase dicho país alguien cree que las contrapartes que tuviesen que hacer frente al pago vivirían para contarlo? Ciertamente existe la posibilidad de que se dé un evento crediticio por el bloqueo republicano del endeudamiento, evento que sí permitiría que siguiese “habiendo vida”, pero estamos más bien ante la excepción que confirma la regla.

 

Un caso a mayores es Grecia. Mucho revuelo, mucha compra-venta de credit default swaps y ahora se intenta evitar por todos los medios una reestructuración, o similar, inevitable. ¿Por qué se hace esto? Pues es muy probable que para proteger a los propios bancos de las pérdidas que sufrirían fruto de los CDS. O lo que es lo mismo, alguien compra “seguros” como cobertura para evitar tener problemas que a su vez no se pueden ejecutar porque se estima que los pagos serían demasiado grandes y causarían problemas en otra entidad. Lógico…

 

Al final obtenemos que el único objetivo por el cual estos instrumentos se usan, la cobertura de riesgos, finalmente no se cumple. Por motivos políticos, por insolvencia de la contraparte o porque el escenario es tan dañino que difícilmente nadie podrá pagar de producirse el evento, lo mismo da.

 

¿Por qué entonces el éxito? Pues verán, porque en realidad lo que se busca no es cubrirse contra nada, lo que se busca es especular en algo lucrativo como los problemas soberanos donde los rumores germinan muy rápido. Además visto lo visto da la impresión de que los intereses no se alinean para “quemar el coche”, sino para vender protección a todo el mundo de ese coche. De esa forma en un escenario base se ingresa mucho dinero, y en un escenario adverso el riesgo es sistémico y nadie puede pagar (too big to fail), por lo que por una parte se tratará de evitar políticamente y por la otra de producirse dará igual porque todos estarán igual… Grecia no reestructura la deuda porque podría provocar un nuevo Lehman Brothers que decía el BCE, ¿recuerdan?

 

Casualidades de la vida la exposición neta (exposición final, no bruta) a Grecia para estos productos es equivalente a la que existía con el banco estadounidense en quiebra que golpeó directamente a AIG, posteriormente rescatada por ser contraparte de numerosos derivados. Casualidades… ¿o es que el BCE trata de decirnos algo cuando usa dicha comparación?

 

 

Todo esto se evitaría simplemente exigiendo para cubrirse poseer el subyacente como se hace en China por ejemplo, pero claro, ¿alguien quiere realmente cubrirse o lo que interesa es cobrar mientras la cosa vaya bien y en caso contrario construir un castillo demasiado grande para caer? Recordemos a T. Geithner “convenciendo” a Irlanda de que no quebrase, recordemos quienes son las contrapartes de los CDS griegos, recordemos que el FMI quería reestructurar y… cambio súbitamente de opinión. Ahora Lagarde dice que la caída de Grecia sería “un nuevo Lehman Brothers”. Una buena forma de ganar tiempo.

Un seguro para deuda soberana, ¡qué gran idea! De esas grandes ideas que cuando emergen todo el mundo se pregunta “¿Cómo vivíamos antes sin esto?”, “¡cómo no se me habría ocurrido antes!” y demás exaltaciones a la inteligencia. Una cosa hay que reconocerla, el concepto es fantástico e intuitivo además de satisfacer una necesidad existente de forma aparentemente sencilla. Un banco, una empresa o alguien indeterminado tiene una exposición muy fuerte a cierto país y se teme que pueda pasar lo peor, pues nada, compra “seguros” CDS soberanos y a seguir disfrutando, si algo sale mal recuperará la inversión y todo por una pequeña prima. ¿Alguien puede estar en contra de algo tan realmente bueno? Además similares procedimientos se aplican desde hace años en cuestiones tan cotidianas como el automóvil con excelentes resultados. ¡No se hable más, vivan los CDS!