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¿Volverán las fábricas a los países desarrollados?
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Kike Vázquez

Perlas de Kike

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¿Volverán las fábricas a los países desarrollados?

 En la última visita oficial del Presidente Obama a Silicon Valley, éste preguntó a Steve Jobs qué habría que hacer para que los iPhones volviesen a

 

En la última visita oficial del Presidente Obama a Silicon Valley, éste preguntó a Steve Jobs qué habría que hacer para que los iPhones volviesen a ser “Made in USA”, si existía alguna forma de que los trabajos volviesen a casa. La respuesta de Steve Jobs no pudo ser más clara y concisa a pesar de su brevedad, según una fuente del New York Times le contestó “Those jobs aren't coming back”, es decir, esos trabajos, sencillamente, no iban a volver a Estados Unidos. ¿Cómo nos afecta esto? Bien, a eso trataré de contestar en el presente artículo.

 

Este viernes Terry Gou, Presidente del grupo Hon Hai al que pertenece Foxconn, fabricante de los productos de Apple entre otros muchos, anunciaba que trataría de doblar el salario medio de sus trabajadores de aquí a finales de 2013 situándolo en 4.400 yuanes al mes, casi 700 dólares, cumpliendo así la hoja de ruta marcada por su plan estratégico. ¡Casi 700 dólares! Teniendo en cuenta que es probable que el euro se siga deteriorando, podríamos estar ante un salario similar al Salario Mínimo en España, de 641 euros.

 

Es cierto que Foxconn es una buena empresa para el chino medio y que el SMI es la franja baja en España, pero la comparación debe hacernos reflexionar. Y por partida doble. Por una parte debemos pensar cómo es posible que los de abajo se acerquen cada vez más mientras nos distanciamos de los de arriba, por la otra que si los salarios en China crecen a esa velocidad o bien conquistan el mundo o bien comenzarán a perder competitividad muy pronto, si no lo hacen ya. Recuperar competitividad en la fabricación es clave para reducir las cifras de desempleo y para mejorar nuestra balanza comercial, quizá por ello estemos ante un momento clave.

 

De hecho, actualmente en Estados Unidos existe un arduo debate sobre el “renacimiento” o no de su industria manufacturera, allí muchas empresas como es el caso de Whirlpool, Otis, Carterpillar, General Electric o Ford, entre otras muchas, han realizado movimientos de “reshoring”, o de devolver a Estados Unidos procesos anteriormente trasladados a países emergentes para ahorrar costes. No se trata de un hecho aislado, se calcula que unos 25.000 nuevos puestos de trabajo son fruto de este fenómeno según “Reshoring Initiative”, cifra que si bien es modesta demuestra que Asia ya no es la opción por defecto, Occidente puede estar empezando a recuperar la competitividad.

 

Es cierto que por cada trabajo ganado por el “reshoring” seguimos perdiendo una cifra muy superior por el “offshoring”, pero también lo es que se están marcando tendencias muy claras. 1.- En productos muy pesados o voluminosos, donde el transporte es caro, la industria nacional sigue ganando la partida. 2.- Tendencia creciente hacia la flexibilidad para satisfacer los gustos cambiantes de los clientes, no es lo mismo responder a la demanda en una o dos semanas que en uno o dos meses. 3.- Cuando la seguridad es un problema, por ejemplo en la alimentación, los países desarrollados vencen. 4.- Cadena de suministros difícilmente sustituible por su complejidad o calidad, aeroespacial por ejemplo, hacen a las empresas decantarse por lo nacional.

 

Y es que las cuentas no cuadran. Lo que antaño en China eran bajos sueldos, personal cualificado, e incentivos por parte de las autoridades (estabilidad macroeconómica y monetaria, terrenos baratos, infraestructuras adaptadas, financiación y ayudas directas), se está transformando en una enorme presión de márgenes. BCG calcula que en cinco años la diferencia real de coste total entre un trabajador chino de la costa y un estadounidense en determinadas zonas será solo del 10-15%, teniendo en cuenta el salario, la productividad, el transporte, el almacenamiento y otros gastos. Y eso que BCG asume un aumento anual de salarios del 18% de aquí a 2015, cifra importante, pero que se queda corta viendo que Foxconn intentará llegar al 100% solo en 2013.

 

¿Compensa dicha diferencia del 10-15%, o una aún menor si los salarios se disparan, las dificultades y los imprevistos de la operación? Cuando el objetivo sea proveer el mercado Norteamericano probablemente no, por ello la consultora cree que se podrían ganar entre 2 y 3 millones de empleos en el país en esta década. Dichos movimientos vendrían principalmente de las industrias representadas en la siguiente gráfica. En el eje “x” podemos observar los costes logísticos, a mayor coste logístico mayor dependencia del mercado nacional. En el eje “y” la cantidad de costes laborales sobre el coste total, a mayor proporción mayor tendencia al “offshoring”. Podemos comprobar que siete grandes industrias pueden estar en un punto de inflexión.

 

 

Además se apunta a los costes energéticos, en continuo descenso en EEUU, al menor valor del dólar y a los numerosos trabajadores cualificados disponibles como variables decisivas que pueden favorecer a EEUU. En general hay consenso sobre que estamos ante un punto de inflexión en el “offshoring”, si bien existen discrepancias en los empleos que eso supondrá, pues hay quien cree que los cambios serán hacía una mayor intensidad de capital y por tanto con menos efectos en la mano de obra.

 

En cualquier caso parece que estamos predestinados a ir a un mundo más local en vez de más global, en donde China ya no fabrica para todo el mundo, sino que aquellos países desarrollados que consigan ser competitivos en costes podrán generar empleo para sí mismos en algunos sectores. Un mundo en donde a las empresas ya no les sale rentable producir a miles de kilómetros de sus consumidores y prefieren la flexibilidad y rapidez de la cercanía. De hecho actualmente en España un porcentaje importante de empresas nacionales que siguen fabricando localmente usan dicho argumento.

 

¿Lo permitirá China? ¡No tiene más remedio! Su modelo de crecimiento basado en inversión está gravemente herido, por lo que deben pasar a crecer vía consumo. Paradójicamente, a la vez que desarrollan uno de los mercados internos más importantes del mundo las empresas foráneas se establecen para abastecer a dicho mercado local, por lo que no deberían tener graves problemas por el “reshoring”. En realidad, China está pasando de ser la fábrica del mundo a ser la fábrica del mercado interno con más potencial de futuro, de “China – Mundo” a “China – China”, por lo que no es esperable que se frene el crecimiento de salarios ni de empresas. Este será el nuevo modelo.

 

Desgraciadamente para nosotros todas las perspectivas positivas son para el mercado norteamericano, tanto es así que incluso en algunos casos se especula con un “reshoring” a EEUU para abastecer a Europa. Surrealista. No debemos permitirlo, estamos en un momento crucial en el que puede haber muchos cambios y si no actuamos luego nos costará coger el tren. Cuando una industria se instala crea sinergias y know-how que le hacen replantearse posteriores movimientos,  un punto de inflexión como el actual se vive pocas veces.

 

¿Volverán las fábricas a occidente? Depende, en muchos casos se cumplirá el “Those jobs aren't coming back” de Steve Jobs, pero en otros podremos aprovecharnos de un punto de inflexión en la tendencia de los últimos años. ¿De qué dependerá? Pues en parte de elementos dados por el mercado como son el coste de transporte o la demanda de rapidez por parte de los clientes, pero fundamentalmente de nuestra propia competitividad. Una industria o sector puede plantearse el volver que si no encuentra las características adecuadas en casa no lo hará, es por ello que debemos hacer un esfuerzo para conseguirlo  en un momento crítico a nivel mundial como este. La exportación y el empleo dependen de ello.