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Kike Vázquez

Perlas de Kike

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Todopoderosa BlackRock

¿Cuál es la empresa más poderosa del mundo? Si hiciésemos una encuesta es probable que saliesen a relucir nombres como Goldman Sachs, JP Morgan, Exxon Mobil,

¿Cuál es la empresa más poderosa del mundo? Si hiciésemos una encuesta es probable que saliesen a relucir nombres como Goldman Sachs, JP Morgan, Exxon Mobil, alguna compañía vinculada a China u otras corporaciones no tan renombradas como Cargill o Koch Industries. Las respuestas serían múltiples y variadas, ya que no existe una respuesta conocida ni una forma homogénea de medir tal variable. En cualquier caso, si existe una entidad con poder en el mundo financiero y candidata al podio en la cuestión planteada, esa es sin duda la estadounidense BlackRock.

Fundada en el año 1988, por Larry Fink y por Robert Kapito, es en la actualidad la mayor empresa del mundo en gestión de activos con 4,4 billones de dólares según los resultados publicados el pasado 17 de abril referidos al primer trimestre de 2014, o lo que es lo mismo, aproximadamente 4 veces el PIB español. Si escogiésemos al azar cualquier cotizada con un tamaño significativo a nivel global probablemente tuviese como uno de sus principales accionistas a BlackRock, siendo el máximo accionista de la mitad de las 30 mayores empresas del mundo (Apple, Exxon, Microsoft, General Electric, Chevron, etc).

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AUM BlackRock según memoria anual de 2013

Esta “omnipresencia”, motivada por su gran tamaño, hace que mucha gente se plantee si el “too big to fail” que se ha puesto tan de moda entre los bancos es aplicable también, de alguna forma, a la gestión de activos. ¿Es BlackRock demasiado grande para la salud del sistema financiero? La pregunta no es ninguna tontería e incluso se dice que las autoridades estadounidenses andan a vueltas con dicha cuestión, si bien hasta el momento ha imperado la visión de la compañía: operar por cuenta ajena no es lo mismo que operar por cuenta propia, y por tanto los riesgos potenciales son mucho menores. Parece lógico.

No obstante, últimamente se han publicado varias noticias que podrían indicar que, a pesar que el tamaño en sí mismo no es algo que deba preocuparnos en este caso, sí podrían existir otros factores a considerar, por ejemplo su influencia. Al fin y al cabo recordemos que fue BlackRock quien ayudó al Tesoro norteamericano a valorar activos en plena crisis financiera que nadie se atrevía ni a observar, y fue Larry Fink la mano derecha de Tim Geithner durante esos difíciles momentos. ¿Podría su influencia ser perjudicial de alguna forma para el sistema?

Una de las noticias que más han dado que hablar en los últimos meses fue la publicada por The Economist (The monolith and the markets” 7-12-2013) sobre la plataforma de gestión de riesgo “Aladdin”, ofertada por la gestora. Dicha plataforma no recibe más que halagos, al igual que BlackRock no recibe más que alabanzas por su control de los riesgos, especialmente en lo que respecta a productos “complejos”, pero paradójicamente ese buen hacer puede terminar siendo algo negativo. Según el semanal inglés en la actualidad la plataforma Aladdin es responsable de controlar el 7% de todos los activos financieros existentes en el mundo, ¿alguien se imagina que pasaría si tuviese un error, incluso uno minúsculo?

Ojalá todos los problemas que tuviésemos en el mundo financiero fuesen por “exceso de éxito” como es el caso, ojalá todos los problemas que tuviésemos fuesen por controlar demasiado los riesgos, pero a pesar de ello hay que plantearse si el hecho de que cada vez más inversores, e incluso reguladores, piensen de la misma forma no será algo perjudicial. O lo que es lo mismo, ¿hasta qué punto los usuarios de Aladdin tienen una mente crítica o simplemente se creen lo que la plataforma dice? La segunda hipótesis sería sin duda algo a revisar.

Otra noticia controvertida que muestra la gran influencia de la gestora se produjo a principios de año. Y es que BlackRock poseía un sistema de encuestas a los analistas de las mayores entidades del mundo, como son JP Mogan o Goldman Sachs, que podría haberle permitido, según las autoridades estadounidenses, operar con información no pública en su propio beneficio. En la actualidad la gestora ha cancelado dicha prácticay las principales entidades financieras del mundo han decidido dejar de contestar a dichos requerimientos, a pesar de ser BlackRock uno de sus principales clientes. Claro que, ¿de no haber saltado la polémica, quién se atrevería a decir que "no"?

Algo similar parece ocurrir en el mercado de bonos. La SEC está investigando si los grandes clientes de este mercado, como son PIMCO o la mentada BlackRock, reciben un trato de favor y menores precios a cambio del importante volumen que generan para las firmas de Wall Street, según informó Bloomberg la semana pasada (“Trillion-Dollar Firms Dominating Bonds Prompting Probes” 14-04-2014). Estaríamos hablando de algo similar al tradicional rappel por volumen de ventasadaptado al mundo financiero, con la diferencia de que aquí un pequeño diferencial en los precios puede suponer millones de dólares… y ser ilegal.

Por último, otra práctica que podría cuestionar el tamaño de BlackRock, aunque no por su riesgo sino por su enorme influencia, puede derivarse de una opinión escrita por Gillian Tett para el Financial Times la semana pasada (Emerging markets repent of 'original sin' “ – 18-04-2014). El artículo, muy interesante, se plantea por qué los mercados emergentes siguen sufriendo tanta volatilidad a pesar de depender en menor medida que antaño de la deuda emitida en divisa extranjera, llegando a la conclusión de que, en dólares o en divisa local, quien compra la mayor parte de la deuda son los grandes inversores internacionales.

¿Cuál es el problema? Pues que los inversores suelen moverse como una manada, lógico si tenemos en cuenta que gran parte de los activos están en las mismas manos. Así, los mercados emergentes siguen sufriendo fuertes entradas y salidas de capitales, lo que a cierto nivel desestabiliza sus economías. Nada nuevo, cierto, pero no nos equivoquemos, esto no se limita a pequeños países, pues las propias autoridades estadounidenses están estudiando qué ocurrirá cuando la Reserva Federal comience a subir los tipos de interés.¿Está preparado el mercado para la “manada” de PIMCO o BlackRock? Y en última instancia, y a tenor de los tres ejemplos anteriores, la pregunta que surge es: ¿puede llegar a morir de éxito BlackRock por su creciente poder?

¿Cuál es la empresa más poderosa del mundo? Si hiciésemos una encuesta es probable que saliesen a relucir nombres como Goldman Sachs, JP Morgan, Exxon Mobil, alguna compañía vinculada a China u otras corporaciones no tan renombradas como Cargill o Koch Industries. Las respuestas serían múltiples y variadas, ya que no existe una respuesta conocida ni una forma homogénea de medir tal variable. En cualquier caso, si existe una entidad con poder en el mundo financiero y candidata al podio en la cuestión planteada, esa es sin duda la estadounidense BlackRock.

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