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La gran apuesta de las tecnológicas: inteligencia artificial
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Kike Vázquez

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La gran apuesta de las tecnológicas: inteligencia artificial

Hay algo que, discretamente, se está convirtiendo en el mayor campo de batalla de las grandes empresas tecnológicas. Hablamos de la inteligencia artificial

Foto: Robots participan en una competición de inteligencia artificial. (EFE)
Robots participan en una competición de inteligencia artificial. (EFE)

De vez en cuando ocurre algo que transforma para siempre el mundo. Pensemos en internet, ¿cómo ha transformado la conectividad permanente nuestro día a día? Ahora la industria tecnológica parece ponerse de acuerdo en que estamos a punto de vivir algo parecido. “La inteligencia artificial va a ser la próxima gran revolución (...) Cambiará no solo la tecnología, sino todos los aspectos de la vida, todos los sectores y negociosdijo el CEO de Microsoft recientemente emulando a Bill Gates, quien pronosticó lo mismo para internet 20 años atrás.

La inteligencia artificial es aquella que permite que las máquinas aprendan a comportarse y pensar como personas. Abarca aspectos tan diversos como el reconocimiento facial, el de objetos, el aprender a reconocer el habla, a expresarse, o simplemente aprender a actuar de forma autónoma. De ahí el temor a un futuro problema en el mercado laboral, a una reedición de la película Terminator según Elon Musk o, de ayer mismo, al fin de la clase media según Stephen Hawking.

Claro que, a corto plazo, estamos lejos de esos escenarios. Lo que sí estamos viendo en los últimos meses es una vorágine de adquisiciones de start ups, de fichajes del mundo científico o de lanzamientos de nuevas aplicaciones. Véase por ejemplo la gráfica adjunta con los principales movimientos corporativos según la consultora CB Insights, o esta noticia del Financial Times en donde se afirma que la docencia se queda sin especialistas, todos están haciendo las maletas a la empresa privada.

Quien parece liderar el cambio es Google. Según algunos expertos en la materia como Nick Bostrom, la tecnológica es la más avanzada en imitar la inteligencia humana a través de su adquirida filial DeepMind. “Es muy fuerte, es probablemente el mayor grupo enfocado específicamente a aprender cómo pensamos” dijo recientemente el filósofo de la Universidad de Oxford. Algo que tenemos que coger con pinzas, pues unas empresas tratan de promocionarse lanzando noticias al respecto, y otras callan tratando de pasar desapercibidas. Por ello, es dificil saber realmente qué está pasando.

Apple es un ejemplo de lo segundo. No sabemos si los nuevos avances la han cogido con el pie cambiado, o si es otra técnica más de secretismo al que nos tiene acostumbrados. Siri es un claro ejemplo de que algo hay, el interés mostrado por el coche autónomo también, sin embargo no está al mismo nivel de los desarrollos llevados a cabo por la competencia. Quizá por eso anunció en agosto la compra de Turi, o en octubre la creación de un centro de I+D en Japón de ‘deep engineering’. “Vamos a hacer cosas muy diferentes, en todos los productos y de una forma que la gente aún no se imagina” dijo Tim Cook.

Facebook, por su parte, ha invertido numerosos recursos en esta tecnología. Un día se dieron cuenta que, a la velocidad que crecía la red, era imposible personalizar correctamente el tablón de cada usuario. Así dieron sus primeros pasos, con proyectos como Open Compute y convirtieron a la red social en un gran campo de pruebas (¿qué mejor forma de probar el reconocimiento facial que compararlo con las etiquetas de los usuarios?). Ahora, al igual que el resto, quiere ir más allá, para lo cual ha creado una iniciativa privada llamada FBLeaner Flow, que según la compañía ya usan el 25% de sus ingenieros y en el futuro lo impregnará todo.

Si bien, la batalla más bonita no está en los ‘sospechosos habituales’ que hemos mencionado. Los efectos colaterales han traspasado fronteras al nicho del cloud computing y al de los procesadores. Se espera que estos segmentos sean dos de los grandes beneficiados de esta nueva tendencia. Y es que el hardware de los posibles clientes normalmente no es lo suficientemente potente, lo que los lleva a probar soluciones online o bien a adquirir las nuevas referencias de procesadores que se están creando de forma específica para esto.

Un ejemplo de ello es Amazon, quien además de presentar soluciones basadas en la inteligencia artificial en su nueva tienda ‘Amazon Go’ (en donde los consumidores pueden entrar, registrarse con su móvil en la entrada, coger lo que desean e irse sin pasar por caja ni hacer colas), está apostando fuerte por su filial cloud AMS, con la que es actualmente líder. Una muestra es que ha presentado recientemente MXNet, cuyo objeto es precisamente dar capacidades ‘deep learning’ a su nube.

Otro es IBM, quien presume de su flamante ‘Watson’ (al cual dedicamos unas líneas la semana pasada por su integración en Caixabank), una solución que permite a las propias empresas cliente 'enseñar'. Cuenta también con soluciones ‘cloud’ como SoftLayer, y está poniendo en marcha la guinda al pastel con PowerAI dedicado también al ‘deep learning’ a donde todos se enfocan.

Y qué decir de Microsoft, otro de los protagonistas en la nube con Azure, es una de las empresas que más dinero contante y sonante se está gastando para evitar que vuelva a ocurrir lo sucedido con los móviles (12 mil millones de dólares en I+D, más que, por ejemplo Google) donde, prácticamente, se quedaron fuera. La compañía sitúa a la inteligencia artificial como máxima prioridad, dedicando a 1.000 investigadores y 5.000 ingenieros para ello. Quieren convertir a Azure en el primer ‘supercomputador’ de inteligencia artificial. Para promocionarse y mostrar sus avances han llegado en las últimas semanas a un acuerdo con La Liga.

Pero, como decía, además de la guerra en la nube también tenemos la guerra de los procesadores. ¿Saben quién es puntera en Inteligencia Artificial? ¿Intel? Pues no exactamente, Nvidia. Las GPUs que tan buen resultado le han dado para los juegos funcionan estupendamente para estas nuevas necesidades, provocando que casi todo el mundo en el campo trabaje con la empresa (la evolución en bolsa es buena muestra de ello, multiplicando su cotización por 3 en un año). Ahora mismo Intel es quien más adquisiciones está realizando para ponerse al día y ha anunciado un nuevo procesador llamado Knights Mill que, dicen, pretende ser una referencia. Habrá que verlo. Hay que señalar también que está apostando cada vez más por ofrecer soluciones en vez de simples procesadores, un ejemplo anecdótico son las repeticiones en 360º que disfrutamos en el Barça - Madrid.

Me dejo a muchas empresas en el tintero y muchos detalles, pero creo que esta pequeña recopilación ejemplifica perfectamente como todas las tecnológicas han decidido dar máxima prioridad a la inteligencia artificial. No es solo el CEO de Microsoft quien cree que esta va a ser la próxima gran revolución, además todos los días escuchamos anuncios que van en esa línea como los coches autónomos, como la personalización de los retailers, como mejores herramientas de reconocimiento facial o de voz. Y esto solo acaba de empezar. Quién sabe lo que nos depararán los próximos años.

De vez en cuando ocurre algo que transforma para siempre el mundo. Pensemos en internet, ¿cómo ha transformado la conectividad permanente nuestro día a día? Ahora la industria tecnológica parece ponerse de acuerdo en que estamos a punto de vivir algo parecido. “La inteligencia artificial va a ser la próxima gran revolución (...) Cambiará no solo la tecnología, sino todos los aspectos de la vida, todos los sectores y negociosdijo el CEO de Microsoft recientemente emulando a Bill Gates, quien pronosticó lo mismo para internet 20 años atrás.

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