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Detroit, la cuna del automóvil… del futuro
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Kike Vázquez

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Detroit, la cuna del automóvil… del futuro

Olvidada durante años, Detroit vuelve a brillar. General Motors ha pasado de quebrar a reinventarse para fabricar el coche del futuro

Foto: Una bandera de Estados Unidos ondea en la sede mundial de General Motors en Detroit. (EFE)
Una bandera de Estados Unidos ondea en la sede mundial de General Motors en Detroit. (EFE)

En 2009 Estados Unidos vio caer a unos de sus gigantes. Ese año, General Motors, uno de los mayores fabricantes de coches del mundo, entró en bancarrota. Quizá por ello la empresa ha pasado al ostracismo, y no recibe cumplidos como Tesla o Waymo, o como algunos fabricantes tradicionales. Estamos ante una empresa olvidada, pero no muerta. De hecho puede jugar un papel muy relevante en la creación del automóvil del futuro.

¿Cómo una empresa quebrada hace pocos años puede llegar a situarse en la vanguardia de un sector tan competitivo? Difícil de creer, pero cuando vean su evolución comprobarán que estamos ante una realidad: General Motors se ha puesto las pilas (sí, también con el coche eléctrico), y está avanzando favorablemente en casi todos los frentes que amenazan la industria.

Miremos por ejemplo el coche eléctrico. Tesla vende grandes vehículos, hace grandes anuncios a futuro… y también sufre grandes problemas operativos en el presente. Mientras tanto General Motors lleva casi un año vendiendo exitosamente el Chevrolet Bolt, un vehículo eléctrico con una batería de 60 kWh de LG, autonomía de 383 km EPA, 204 CV y precio de 37.500 dólares. El Model 3 es probablemente mejor, pero Bolt es real. En octubre se vendieron más Bolts que Teslas S, X y 3 juntos.

placeholder Chevrolet Bolt EV. (Reuters)
Chevrolet Bolt EV. (Reuters)

Y no lo comparemos con la competencia. El resto de eléctricos del mercado ofrecen autonomías ridículas no aptas para usuarios ‘normales’. Por ejemplo el Nissan Leaf, el más vendido del mundo, aún tendrá que esperar al año que viene para ofertar una autonomía de 378 km NEDC (una homologación mucho menos realista que la EPA del Bolt, por lo que se cree que se quedará muy por debajo de los 300 km). Otros fabricantes también están haciendo avances, y probablemente en 2018 el Model 3 arrasará, pero hoy por hoy General Motors está a la vanguardia del coche eléctrico. Silenciosamente, eso sí.

¿Sorprendente? Pues quizá aún más es lo que está ocurriendo con el coche autónomo. El viernes el Financial Times publicaba que los de Detroit planean disponer de una flota de taxis autónomos en 2019. Repito, 2019. En un mes entramos en 2018 y al año siguiente ya será 2019. Y serán autónomos. Totalmente. Y quizá lo más importante: es posible que llegue a ser real y no un simple anuncio para vender humo y titulares. Véase cómo ya se lo están dejando probar a algunos periodistas. De ser así se adelantarán varios años a las expectativas.

¿Cómo es posible que General Motors, y no Waymo, o Tesla, o Apple, o Uber, o cualquier otro fabricante más molón que este dinosaurio con más de cien años de vida, pueda llegar a lanzar el primer taxi autónomo de la historia? La respuesta tenemos que buscarla probablemente en su participada Cruise Automation, una startup de San Francisco, comprada en 2016 por un montante estimado en más de mil millones de dólares.

placeholder Kyle Vogt, CEO de Cruise Automation. (Reuters)
Kyle Vogt, CEO de Cruise Automation. (Reuters)

Cruise Automation, una empresa que desarrollaba kits para instalar en coches convencionales y transformarlos en autónomos mientras fuesen por autopista, estaba interesada en captar más capital para seguir creciendo. Cuando GM vio la tecnología, simplemente subió la oferta hasta quedarse con la compañía. Posteriormente contrató personal (pasando de 40 a 400 empleados) y dotó de recursos a Kyle Vogt, su CEO, a quien muchos califican como una suerte de Elon Musk sensato. Señalar que antes de dedicarse a los coches autónomos Vogt cofundó Twitch y se la vendió a Amazon por unos mil millones. Ahí es nada.

En octubre de este año GM realizó una nueva adquisición maestra: Strobe. La justificación de la compra pueden leerla del propio Vogt en un artículo que ha publicado recientemente. Resumidamente Strobe cuenta en su poder con la nueva generación de sensores LIDAR. Estos sensores junto a los radares (usados por Tesla), y las cámaras, permiten a los coches autónomos ‘ver’ lo que hay a su alrededor. LIDAR es lo más preciso, pero también lo más caro (miles de euros cada coche). Por ello Tesla ha apostado por los radares, más simples y baratos, y más efectivos ante una climatología adversa.

Con la compra de Strobe, Vogt afirma que GM reducirá un 99% el precio de sus LIDAR y también el tamaño de los aparatos. Además de LIDAR, en su ‘Chevy’ Bolt usan también radares y cámaras, por lo que parece que tendrán el mejor 'hardware' del mercado para el coche autónomo y a un mejor precio que la competencia. De hecho la consultora Navigant Research situó recientemente a GM y Ford como la dos compañías líderes actualmente en el coche autónomo. Waymo cuenta con una excelente tecnología, y otras empresas con unas excelentes capacidades productivas, pero el liderazgo, valorando el conjunto, lo tiene Detroit.

placeholder Matriz competitividad coche autónomo - Navigant Research
Matriz competitividad coche autónomo - Navigant Research

De hecho Ford es otra de las empresas que se está reinventando, invirtiendo mil millones en una start up de Inteligencia Artificial, entrando en el transporte compartido con la compra de Chariot, colaborando con Lyft, o comprando sus propia empresa de LIDAR con Velodyne. Curiosamente tampoco se habla de ella. ¿Silicon Valley? ¿Alemania? Parece que lo nuevo está en Detroit.

Hablando de nuevas formas de transporte, como el transporte compartido o los nuevos servicios que hacen competencia a los taxis, también debemos hablar de GM. Por ejemplo han creado Maven, un servicio de alquiler de coches Bolt, que usan "para obtener información". Por otra parte se aliaron con Lyft, comprando un 9% de su capital, pero recientemente han vuelto sobre sus pasos porque Lyft ha coqueteado con Ford, Waymo y otros competidores. GM manifiesta que se prepara para competir en este segmento “solo o acompañado”, y el anuncio de su taxi autónomo en 2019 parece muestra de ello. No obstante, últimamente se dice que están negociando con Uber.

Por todo ello, quizá no sea la empresa más de moda, quizá no tenga buenos antecedentes pero, sin embargo General Motors está haciendo méritos para situarse a la vanguardia del automóvil del futuro. Estamos ante una compañía tradicional que, tras quebrar, se ha reinventado y cautiva a inversores como Buffett. Solemos mirar a Silicon Valley, o a los fabricantes que durante años han sido excelentes empresas con grandes rentabilidades, pero sin embargo, el coche del futuro se conduce en Detroit.

En 2009 Estados Unidos vio caer a unos de sus gigantes. Ese año, General Motors, uno de los mayores fabricantes de coches del mundo, entró en bancarrota. Quizá por ello la empresa ha pasado al ostracismo, y no recibe cumplidos como Tesla o Waymo, o como algunos fabricantes tradicionales. Estamos ante una empresa olvidada, pero no muerta. De hecho puede jugar un papel muy relevante en la creación del automóvil del futuro.

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